Los “halcones” del Pro dejaron el recinto: “Insulta la inteligencia de los argentinos”
Bastó para que Alberto Fernández asegure que mantendrá la denuncia penal contra Mauricio Macri por la deuda del FMI, para que una veintena de legisladores del Pro se levantaran de sus bancas y abandonaran el recinto de la Cámara de Diputados, en el medio de la Asamblea Legislativa por el inicio de las 140ª sesiones ordinarias del Congreso.
A la cabeza estuvieron los “halcones” Fernando Iglesias, Hernán Lombardi y Gerardo Milman, que a su vez dejaron expuesta la división interna que el acuerdo con el Fondo también genera en la bancada de Juntos por el Cambio. En sus bancas quedaron los diputados del radicalismo, la Coalición Cívica y el sector que responde a Emilio Monzó. La jugada había sido conversada de antemano en el interbloque, pero no sé sabía en qué momento ni cómo se iba a dar.
“El año pasado, a través del Decreto 8/2021 instruí a la Procuración del Tesoro para que iniciara una querella criminal tendiente a establecer la verdad y las responsabilidades sobre este endeudamiento. Este Acuerdo tampoco releva al Poder Judicial de avanzar en esa investigación. Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber cómo ocurrieron los hechos y quienes fueron los responsables de tanto desatino”, fueron las palabras del Presidente que encendió el enojo de la oposición, cuando hacía mención sobre el FMI al promediar su discurso que se extendió por más de una hora.
Terminada la Asamblea, el macrismo explicó mediante un comunicado por qué sus diputados dejaron el recinto: “El relato mentiroso y sesgado sobre la deuda pública en Argentina, que desconoce la deuda que heredó Macri de las administraciones kirchneristas y las generadas por esta gestión (que ya acumula USD 65 millones, incluyendo la deuda del BCRA), insulta la inteligencia de los argentinos y la investidura de los representantes de pueblo en el Congreso”.
Al salir del recinto de la Cámara baja, Iglesias fue el primer diputado macrista que en el salón de Pasos Perdidos calificó las palabras de Alberto Fernández de “vergüenza” y negó que su actitud cuestionara la investidura presidencial: “La falta de respeto es la suya, al mentir y hablar de un país que no existe”, se quejó, ofuscado, ante la prensa acreditada.
Signos de “rebeldía” en la Asamblea Legislativa
El abandono del recinto por parte de los “halcones” de Pro fue el pico de tensión en una Asamblea Legislativa que tuvo otros episodios o gestos de “rebeldía” hacia el Presidente. Si bien afuera del Congreso tuvo el apoyo de una movilización de las organizaciones sociales, los sindicatos y los intendentes, dentro del Parlamento había ausencias de calibre en el oficialismo, según trascendió con “compromisos familiares”: Máximo Kirchner –que se quedó en el sur– y el senador Oscar Parrilli, de máxima confianza Cristina Kirchner.
Fue justamente la vicepresidenta quien minutos antes de las 12 recibió a Alberto Fernández en la explanada de la calle Entre Ríos. No se mostraban juntos en público desde el acto por la democracia del 10 de diciembre en la Plaza de Mayo. Se dieron un saludo tibio, donde cada uno apenas extendió sus manos para estrecharlas. Sergio Massa le brindó un abrazo al mandatario, pero sin soltar una sonrisa en su rostro visiblemente bronceado.
“Ahí estamos”, soltó Cristina mientras caminaba delante de Fernández y lo acompañaba a saludar a los miembros de las comisiones parlamentarias de exterior y de interior, encargadas de recibir al Presidente en el Salón de las Provincias y el Salón Azul. Fue allí cuando Gerardo Milman retuvo al mandatario más de la cuenta, al pedirle que iniciara su discurso con un minuto de silencio por los muertos del Covid y las víctimas de la guerra en Ucrania.
Ese fue el clima previo al ingresó Fernández al recinto de sesiones, donde apenas empezó a hablar otra vez la oposición lo cruzó exigiendo un minuto de silencio. “Les pido por favor que me dejen empezar”, contestó el mandatario, e hizo lugar al reclamo, aunque el minuto de silencio no estaba en el discurso que redactó en las últimas jornadas asesorado por Alejandro Grimson. “Hay que saber esperar”, expresó Cristina, a quien se la escuchó por el micrófono abierto.
Aplausos y críticas
Alberto Fernández buscó sortear los obstáculos iniciales de la Asamblea Legislativa con un discurso en el que intentó relanzar la segunda mitad de su mandato. Recibió una treintena de aplausos durante toda su exposición, pero el momento más efusivo fue cuando comenzó a hablar de la deuda con el FMI y cuestionó a la gestión de Macri.
“Solo nos quedó una deuda externa impagable”, exclamó, mientras la ovación oficialista se cruzaba con gritos de repudio de la oposición. Al prometer que el acuerdo con el FMI será “sin políticas de ajuste” ni recorte a las jubilaciones, hubo festejo en los palcos de invitados especiales. En distintos momentos, la cámara de transmisión enfocó al gremialista Pablo Moyano haciendo los dedos en V y a la titular del PAMI, Luana Volnovich, aplaudiendo.
Fue en ese pasaje cuando volvió a darle impulso a la querella criminal para investigar la deuda contraída por Cambiemos y los diputados del Pro se levantaron de sus bancas. El clima de la Asamblea terminó de enrarecerse, e incluso el mandatario se cruzó con el presidente del interbloque de senadores de JxC, el radical Alfredo Cornejo en pleno discurso: “Sabés que yo no miento, Alfredo”, le espetó.
El desplante macrista ganó el centro de atención incluso finalizado el discurso, cuando algunos ministros de gobierno y legisladores oficialistas y opositores se entremezclaban en Pasos Perdidos, el salón contiguo al recinto de la Cámara, adornado con los monumentales óleos “Los Constituyentes del 53”, de Antonio Alice (1886-1943), y el del uruguayo Juan Manuel Blanes (1857-1901) que representa la Apertura del Período Legislativo de 1886.
Si bien la actitud de los “halcones” de Pro estaba conversada internamente en JxC, generó resquemores hacia las demás bancadas de la coalición opositora. “Tiene razón en que ha sido una falta de respeto a la investidura presidencial”, admitió Mario Negri, titular del interbloque de JxC en Diputados, aunque también aseguró que sus colegas de bancada tenían derecho de levantarse “si se sintieron ofendidos”. De hecho, calificó a Fernández de “incorregible” y expresó sobre su discurso: “Habló para la interna del Frente de Todos”.
“No había que dejarse provocar”, señaló por lo bajo un senador cambiemita de una provincia del interior, mientras que un coterráneo suyo, pero diputado, apuntó: “Le erraron al timming”.
“La oposición no tiene que enojarse. No hace bien levantándose”, le dijo a elDiarioAR el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, que también se hizo eco del desplante opositor. “Hablar del Fondo Monetario revuelve las tripas”, agregó, admitiendo la dificultad interna que genera el tema del FMI.
En el oficialismo el desafío de aprobar el acuerdo con el Fondo lo tendrá ahora Germán Martínez, flamante jefe del bloque del oficialismo, que está a la espera de que el proyecto ingrese pronto en la mesa de entrada de Diputados. “Fue un discurso muy bueno el del Presidente. La principal gestualidad es la opositora”, remarcó el santafesino ante la prensa, y se mostró confiado del debate que vendrá, pese al faltazo de Máximo Kirchner, según él justificado por cuestiones familiares.
“Me parece que cada uno trata de aportar desde una diversidad grande siempre. Todos tratan de obrar con la mejor buena voluntad”, dijo Martínez, que segundos antes se había abrazado con el presidente del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, y con quien -bromeó- propuso dejar las rivalidades políticas de lado y responder las preguntas de los periodistas en tándem. Entre risas, el lilito le respondió: “No da el contexto”.
MC
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