La serie se sitúa en los años veinte y trata sobre el vínculo entre dos primas de la aristocracia inglesa que se enfrentan a los mandatos femeninos de su época, mientras toman caminos diferentes para encontrar el amor. Se estrenó este mes en HBO Max y tiene tres episodios, con la dirección de Emily Mortimer.
Las protagonistas son Linda Radlett (Lily James) y Fanny Logan (Emily Beecham), dos mujeres que viven en el pueblo inglés Oxfordshire, en 1920. Las primas tienen personalidades opuestas: Linda es desafiante e irreverente, va en contra de las exigencias de su familia y cree en el amor romántico como único destino; Fanny, en cambio, es más convencional, tiene sueños menos extraordinarios y anhela una “felicidad doméstica”, como dice Lord Merlin, el personaje interpretado por Andrew Scott.
Mientras que Fanny prioriza a su marido y a sus hijos, dejando de lado la formación intelectual, Linda se deja llevar por sus deseos y se enfrenta a las expectativas femeninas de la época, al rechazar el candidato que le propone su padre y salir en busca de una nueva vida.
En una entrevista, Mortimer dijo: “Me parecía importante que Linda se expresara sexualmente, sorteando la vergüenza y el dolor que siempre ha rodeado a la experiencia femenina”. En un momento de la serie se menciona la frase Simone de Beauvoir de El segundo sexo: “A veces creo que no nacemos mujeres sino que nos cortan las alas y después se sorprenden cuando no podemos volar”.
La búsqueda del amor, transcurre en el período de entreguerras y narra el devenir de una amistad inquebrantable, los reencuentros y las crisis, siempre desde la perspectiva de Fanny, que ocupa el lugar de observadora.
La escritora del libro, Nancy Mitford, fue una aristócrata británica que escribió, siempre con humor e ironía, sobre las contradicciones familiares, la tiranía masculina y el amor como forma de alcanzar la emancipación. The Pursuit of Love, el título original, se publicó en 1945 y fue un éxito inmediato: se vendieron más de 200.000 ejemplares en un año. Más tarde, Mitford escribió dos secuelas: Love in Cold Climate (1949) y Don’t Tell Alfred (1960).
La serie hace uso de una composición visual barroca que remite a la de las películas de Wes Anderson, con una banda sonora compuesta por canciones anacrónicas, con temas de New Order, Cat Power y T.Rex. Se abordan las tensiones entre el fascismo y el comunismo, el conservadurismo social y el liberalismo, las vanguardias artísticas, la libertad sexual, los mandatos familiares y distintas formas de la maternidad.
Con humor, vitalidad e ironía, la serie es un homenaje a la amistad femenina y, a su vez, a todas las mujeres que se negaron a conformarse y fueron en contra de las exigencias de su época.
MGF