A los 97 años murió el director británico Peter Brook, leyenda del teatro
La leyenda del teatro británico Peter Brook, uno de los directores más influyentes del siglo XX, falleció este sábado a los 97 años, informaron este domingo personas de su entorno.
La noticia del deceso de Brook fue confirmada por la agencia de noticias AFP, que destacó que el maestro de teatro de origen británico, que pasó gran parte de su carrera en Francia dirigiendo el teatro parisino Les Bouffes du Nord, reinventó el arte de la dirección favoreciendo las formas sobrias frente a los decorados tradicionales.
Nacido en Londres el 21 de marzo de 1925, hijo de emigrantes judíos procedentes de Letonia, Brook comenzó su carrera con apenas 20 años, llegando a encabezar importantes instituciones como las británicas Royal Opera House de Covent Garden y Royal Shakespeare Theatre, o las francesas Les Bouffes du Nord y el Centro Internacional de Creaciones Teatrales (CICT).
Artista con experiencia también en la ópera, el cine y la crítica teatral, Brook se instaló en París en 1971.
Su obra más conocida es “El Mahabharata”, epopeya de nueve horas de la mitología hindú, creada en 1985 y adaptada al cine en 1989.
En el teatro dirigió a actores como Laurence Olivier y Orson Welles.
En 2019, Peter Brook fue galardonado en España con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, por su condición de “maestro de generaciones”.
“Considerado el mejor director teatral del siglo XX”, Brook “abrió nuevos horizontes a la dramaturgia contemporánea, al contribuir de manera decisiva al intercambio de conocimientos entre culturas tan distintas como las de Europa, África y Asia”, afirmó el jurado para fundamentar su decisión.
Brook era conocido como “L'enfant terrible” del teatro, capaz de aliar las últimas innovaciones y lo institucional con el teatro comercial.
Aprendió de los mejores, especialmente a su paso por Nueva York, donde llevó a los escenarios “La gata sobre el tejado de zinc”, de Tennessee Williams, pero también creaciones de Arthur Miller o Jean Genet.
Fue sobre todo su creación y dirección de “Titus Andronicus” en la Royal Shakespeare Company la que marcó un antes y un después en su carrera y en las propias artes escénicas donde impuso una nueva visión de la obra del autor inglés más reconocido.
En 1970, Brook dio un giro a su concepción del teatro abandonando los escenarios tradicionales de Londres y creando el Centro Internacional de Investigación Teatral con actores llegados de medio mundo, con quienes actuó en América, Oriente Medio, África y, sobre todo, actuando en lugares periféricos y barrios de chabolas en busca de una conexión nueva entre el público y la interpretación.
Aquellas reflexiones se encuentran en el origen del Bouffes du Nord, una sala que descubrió por casualidad cuando se encontraba en ruinas y en la que, manteniendo aquel espíritu decadente, puso en marcha un teatro que profundizara en “una experiencia humana más concentrada”, lo que en su opinión era el teatro.
CRM con información de las agencias Télam y EFE
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