El Ministerio de Cultura de la Nación y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) presentaron el Programa Libro% cuyo objetivo principal es posibilitar que las Bibliotecas Populares de todo el país adquieran material bibliográfico de acuerdo a las necesidades de sus comunidades, al 50% de su valor de mercado.
La inversión para la compra de libros este año será de $60.243.000 y participarán del programa 934 Bibliotecas Populares, recibiendo $64.500 cada una. Se estima una compra de 100.000 libros con 50% de descuento.
El Programa se inscribe en el Plan Nacional de Lectura en Bibliotecas Populares, que tiene por finalidad promover y garantizar el derecho a las lecturas a través de la red de Bibliotecas Populares y se propone colaborar en sostener el trabajo de autores y editoriales en el contexto de otro año de pandemia. A su vez, busca fomentar de un modo estable y gradual el interés por la lectura, apoyando a las bibliotecas populares para extender el deseo y la disposición de leer de la población en general.
En la última edición participaron 913 bibliotecas populares que adquirieron un promedio de 154 títulos cada una con los fondos aportados por la CONABIP, que sumaron 133.213 nuevos ejemplares en total. Además, participaron 302 editoriales pequeñas, medianas y grandes de todo el país.
Fomentar la lectura y la escritura también es una militancia de la Unión de Escritoras y Escritores, una organización surgida en 2017 que defiende al arte de escribir como una profesión. La Unión de los trabajadores de la palabra pelea por la llamada “Ley del Libro”, proyecto que entre otras cosas propone la creación del Instituto Nacional del Libro (INL). A diferencia de otras artes organizadas, como pueden ser los actores con la Asociación Argentina de Actores (AAA), o los trabajadores audiovisuales con el Instituto Nacional Cine Argentino (INCA), la escritura no tiene un organismo propio que reúna y organice a sus trabajadores: escritores, libreros, editores, trabajadores gráficos, distribuidores, traductores etc. El INL sería un Ente con capacidad de gestionar y regular a un circuito entero, fomentando desde allí, por ejemplo, las bibliotecas populares y los planes de lectura.
Lautaro Álamos, encargado de la prensa de la Unión de Escritoras y Escritores, resalta que las y los escritores son trabajadores de la industria cultural cuya labor se encuentra altamente precarizada. Si bien entiende la importancia de difundir la lectura y que los libros lleguen a las personas, éstos no comienzan a existir cuando alguien los empieza a leer o cuando llegan a la librería: hay un trabajo previo que el escritor debe hacer para realizar ese libro.
Otro punto importante de la creación del Instituto Nacional del Libro es el fomento de la traducción de escritos nacionales hacia el exterior del país y la difusión hacia el interior, descentralizando la lectura de escritores extranjeros, protegiendo la producción nacional y dándole lugar a la bibliodiversidad.
MGF