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Procedente del Athletic de Bilbao, como recientemente Iker Muniain, que recaló en San Lorenzo, la llegada de Ander Herrera a Boca Juniors supone la reedición de un desembarco de futbolistas españoles en Argentina, algo muy frecuente hace casi un siglo, pero no tanto en las últimas décadas.
El futbolista nacido en Bilbao hace 35 años se convertirá en el vigésimo séptimo español que compita en la Liga argentina en los últimos 90 años, si bien en el último cuarto del pasado siglo ningún deportista profesional lo hizo, después de que Javi Artero fichase por San Lorenzo (1999-2000).
Precisamente el 'Ciclón' es un club de importante vínculo entre España y Argentina, hasta el punto de que la firma de Muniain por el conjunto azulgrana en septiembre pasado y hasta diciembre de 2025 supuso la novena de un jugador hispano por la entidad.
Isidro Lángara, Ángel Zubieta, Leonardo Cilaurren, Serafín Aedo, Gregorio Blasco Sánchez, Pedro Areso, José Iraragorri, Emilio Alonso Larrazábal, Julio Munlloch, Fernando García, José García 'Pepillo II', Alberto Goicoechea y el propio Artero son los trece españoles que emigraron a Argentina siendo ya conocidos como futbolistas en su país.
El flamante fichaje de Ander Herrera viene a agregar una pieza más al puzzle.
La otra 'familia' de españoles es la de aquellos que se criaron futbolísticamente en Argentina, como Pedro Bonis Suárez, Manuel y Eduardo de Saa, Ignacio Santamaría, Fernando Seijo, Antonio García Ameijenda, Jesús Martínez, Ramón Cabrero, Julio Alas, Pablo Trobbiani e Iván Moreno y Fabianesi.
A estos últimos se les suma el volante del Inter de Miami Federico Redondo, hijo del legendario jugador del Tenerife y del Real Madrid Fernando Redondo, nacido en España y jugador de las categorías juveniles de la Selección Argentina.
En 1936, cuando estalló la Guerra Civil en España, y durante la dictadura franquista (1939-1975), varios españoles arribaron a la Liga argentina, al punto de que esta se convirtió en una especie de imán para los ibéricos. El flujo económico de la Argentina de entonces y el poderío del balompié latinoamericano posibilitaron el refugio allí de futbolistas hispanos y el desarrollo de sus carreras.
Sin duda, dos de los más destacados fueron Lángara, con gran trayectoria en Argentina y en México, que retornó a España ya en 1946 para su adiós a las canchas, y Zubieta, que permaneció 13 temporadas en Argentina hasta 1952, también para su retirada.
Boca Juniors, donde militará Herrera, siempre fue la puerta de entrada de muchos jugadores extranjeros en el mercado suramericano: ingleses, italianos, chilenos, uruguayos y, en tres ocasiones, de españoles.
El canario Pedro Bonis Suaréz, que permaneció entre 1930 y 1942; el asturiano Julio Alas, que solo disputó nueve partidos con el conjunto de La Ribera en sus tres campañas en el club (1964 a 1967); y Pablo Trobbiani, quien compartió vestuario con Diego Maradona durante 1996 y 1997.
Los tres integran la familia de quienes, habiendo nacido en España, se formaron futbolísticamente en Argentina.
Herrera, quien ya triunfó como futbolista en varios clubes europeos (Athletic, Manchester United, PSG), llega ahora para romper la 'sequía' de casi 30 años sin españoles.
La inestabilidad de la economía argentina fue una de las grandes trabas a la hora de lograr grandes fichajes internacionales, por lo que la llegada de Muniain y Herrera supone una ruptura en esa tendencia.
Por Rita Cardeira, para la agencia EFE.
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