Miércoles 20 de abril, seis de la tarde. Una ola polar se hace sentir en la provincia de Córdoba, pero el estadio “Mario Alberto Kempes”, arde: el Club Atlético Talleres busca salir del fondo de la tabla de posiciones frente a River Plate, uno de los líderes de la Copa de la Liga Profesional 2022 y campeón 2021 del Torneo de Primera.
Andrés Fassi está nervioso. En el primer tiempo su equipo controló a la escuadra de Marcelo “Muñeco” Gallardo y anuló las avanzadas de Agustín Palavecino, José Paradela y Tomás Pochettino. El presidente de Talleres sigue atento desde la tribuna las jugadas. Su experiencia de casi medio siglo como arquero juvenil, preparador físico y director técnico muchas veces lo hace prever cuando una jugada termina en gol.
“Seguilo a Diego”, le dice Fassi a su vecino de platea. Corren 7 minutos del segundo tiempo, cuando el colombiano Diego Valoyes recibe un toque de Rodrigo Villagra, sale por abajo y le da un pase largo a Federico Girotti que se escapa por el lateral izquierdo. “Esto termina en gol”, se adelanta el presidente de Talleres mientras se levanta de su butaca. Michael Santos levanta el brazo pidiendo el pase, Girotti apunta al centro y Gastón Benavídez de cabeza se la da a Valoyes, quien entra al área y con una media chilena descoloca a Franco Armani. Gol.
Andrés Fassi había visto esa jugada varias veces, cuando el DT portugués Pedro Caixinha planteaba la táctica de equipo corto para enfrentar a River.
“El Profesor”, como lo conocen a Andrés Fassi en México, donde hizo su carrera profesional desde preparador físico hasta vicepresidente del poderoso Grupo Pachuca, sabe que el fútbol da revancha. Y más si se trata de Talleres de Córdoba, el club que bajo la presidencia de Fassi pasó en sólo siete años de disputar el Torneo Federal A -un campeonato de la tercera categoría- a quedar entre los tres mejores equipos en 2021.
Precisamente, ese modelo del Pachuca, un modesto club convertido en una gran empresa, es el que el presidente de Talleres quiere imponer en Argentina. Abanderado de “profesionalizar el fútbol”, Andrés Fassi está convencido en convertir a los clubes en Sociedades Anónimas, un proyecto con el que coincide con el ex presidente de la Nación y de Boca Juniors, Mauricio Macri: “En Argentina seguimos con la demagogia de clubes sin fines de lucro, pero cuántos somos los que decimos a cuánto vendemos un jugador. Yo no vivo de Talleres, yo me doy el lujo de poner el recurso que nadie puso y los resultados se ven después de estos años”, pregona ante quién lo quiera escuchar.
Horas después de la victoria ante los de Gallardo, Andrés Fassi le dice a elDiarioAR: “El triunfo frente a River fue muy importante porque el equipo demostró que va creciendo en identidad y porque siempre el nivel del rival jerarquiza el logro”.
Pero el equipo planteado en 2022 para el torneo de cabotaje no fue ni la sombra del exitoso Talleres que brilló en 2021. Se pareció bastante al equipo que encontró Fassi cuando regresó a Córdoba, a fines de 2014: zafó de ser el último de la tabla en el Grupo A, quedando tercero de abajo hacia arriba.
En cambio, el equipo armado para la Copa Libertadores, fue muy superior y el miércoles pasado, el del Censo, consiguió el pase a Octavos de Final, al empatar de visitante en Lima contra Sporting Cristal: “Por los cientos de miles que están festejando, por las familias de todos. Darle gracias a Dios, porque era muy merecido. Cuando no se puede jugar a veces con el fútbol, se juega con el alma. Hoy se clasificó con el alma”, dijo Fassi. Lloraba mientras bajaba por la tribuna del Estadio Nacional de Lima. Habló unos segundos con Canal 10 de Córdoba; y luego fue a abrazarse con su hermano Juan, también integrante de la Comisión Directiva de Talleres.
Lejos habían quedado las explicaciones de su mala racha local y toma valor el decidido apoyo al técnico portugués: “Es muy importante el trabajo que está haciendo Caixinha. Pedro tiene una gran formación, mucha personalidad y una enorme capacidad de trabajo que irá haciendo que el grupo vuelva a tener identidad, intensidad y nivel de juego”.
La salida a finales de 2021 de Alexander “El Cacique” Medina, DT que logró que Talleres fuera subcampeón de Boca Juniors en la Copa Argentina, y quedara tercero en el Torneo de Primera detrás de River Plate e Independiente, fue un despropósito de Fassi: “El 2021 fue un gran año con logros muy significativos como volver a fase de grupos de Conmebol Libertadores después de 20 años y volver a jugar una final nacional después de 40 años. Sin dudas ”El Cacique“ lideró está etapa que ha sido histórica y por eso tiene todo nuestro reconocimiento y agradecimiento. Talleres hizo una oferta muy importante para nuestra estructura, pero está claro que progresivamente las opciones económicas que irá abriendo el mercado brasilero marcarán un brecha significativa”, se excusó Fassi sobre la partida del DT que tuvo un malogrado paso por Inter de Porto Alegre y podría recalar en Vélez Sársfield.
Y a modo de autocrítica, el presidente de Talleres le dijo al programa Tercer Tiempo, que conduce Jorge Nahúm en FM Pulxo: “En su momento no tuvimos un ‘Plan B’ porque Alexander se quedaba. No haber tenido esa alternativa fue un error de parte mía que nos costó casi 30 días de negociación y de visualizar qué entrenador podía venir”. Fassi también admitió que el Club tuvo “una reacción tardía en la incorporación de jugadores. Fue una estructura mal planeada”, “eso se vio reflejado en la Liga donde no cumplimos la expectativa y soy el responsable de ello”.
El regreso
A fines de 2014, el cordobés Andrés Fassi, quien vivió casi tres décadas en México, tomó las riendas de Talleres, club que había pasado una década en quiebra, gerenciado y sin socios. Además, con Angel Guillermo Hoyos como DT, acababa de perder el Ascenso.
El aval que traía a Córdoba “El Profesor” no era menor: haber trabajado durante 20 años para llevar al club Pachuca, uno de los más antiguos y tradicionales del fútbol mexicano, desde la Segunda División a la gloria: cinco campeonatos de la Primera División, una Copa Sudamericana y cuatro Liga de Campeones de la Concacaf; convirtiéndolo en la gran empresa deportiva Grupo Pachuca, dueña de clubes dentro y fuera de México.
“Pachuca estaba sumergido en la Segunda División, jamás había ganado un título, ni siquiera entrado a una Liguilla. No existía un solo jugador de inferiores, había que armar todo de cero. La oficina del club era una sala de 4 x 4, con un escritorio, dos sillas y, no me olvido más, el teléfono apoyado en un cajón de manzanas. No fue sencilla la decisión: tenía que dejar mi carrera de incipiente preparador físico, dejar a (Roberto Marcos) Saporiti, abandonar algo seguro por un desafío que arrancaba de cero. Ese era el Pachuca al que me tocaba llegar en junio del ‘94. A tal punto había que empezar de cero que decidimos cambiar los colores de la camiseta. Un mensaje de que arrancaba una historia nueva. Una refundación. Pasamos del celeste y blanco al azul y blanco. Los colores de Talleres, por supuesto”, contó Andrés Fassi en una entrevista a El Gráfico en junio de 2016.
El colegio religioso La Salle fue un lugar de formación para Fassi. Cuando tenía 15 años le propuso al rector formar una escuela de fútbol. El primer sábado llegaron 300 chicos, y al mes, disputaron su primer torneo con La Salle Jobson de Santa Fe, donde perdieron por goleada. Fassi aprendió la lección y convocó a los padres para que lo ayudaran: de ese proyecto escolar salieron dirigentes de fútbol como Juan Valentinuzzi y Armando del Río, quienes presidieron el Club Atlético Belgrano y Racing de barrio Nueva Italia, respectivamente.
En el colegio Fassi fue arquero, luego estudió profesorado de educación física y el curso de Director Técnico. Valentinuzzi lo buscó como preparador físico en All Boys y Belgrano de Córdoba. Del Río lo sumó a Racing de Córdoba, donde conoció a José “La Pepona” Reinaldi, quién lo llevó a Talleres.
En barrio Jardín, Fassi se encontró con el técnico Roberto Marcos Saporiti, y cuando el DT dejó Talleres y se fue a México, lo invitó a ir con él. Primero trabajó en Cobras de Ciudad Juárez y después con Saporiti en Necaxa, donde conoció al empresario y dirigente futbolístico Jesús Martínez.
La aventura mexicana
Jesús Martínez conocido del magnate Carlos Slim divulgó una cinta donde un desconocido Fassi explica los primeros pasos en la formación del fútbol infantil, semillero del fútbol profesional. Corría 1994 y los videos de Fassi fueron un éxito.
El propio presidente de Talleres cuenta que Marcelo Bielsa que por esa época dirigía Atlas lo llamó y le dijo: “Soy Marcelo Bielsa ¿Quién es usted? ¿De dónde salió? Su video es fantástico, el fútbol necesita gente así. El domingo visitamos al América, me gustaría que nos juntemos en algún lado, usted dígame dónde”.
En México, donde vivió 28 años, Fassi también desarrolló su vida personal: se casó con su novia cordobesa María Fabiana Alvarez, una arquera de hóckey, con la que tuvo cuatro hijos: Sebastián, Juan Pablo, María y Franco.
Además de historia, como el Pachuca, Talleres acumula pergaminos: en los ’70 perdió el Campeonato con Independiente de Avellaneda por el Torneo Nacional 1977, y coló 12 jugadores en la Selección Argentina, tres de los cuáles se coronaron campeones del mundo en 1978: Luis Galván, Miguel Oviedo y Daniel “Rana” Valencia.
En su charla con El Gráfico, Fassi recordó el histórico partido del 25 de enero de 1978, cuando el Rojo de Avellaneda empató con Talleres, y por diferencia de gol de visitante, se quedó con la victoria: “Estuve en la cancha, en la popular, y fue terrible. El estadio era un cementerio, todavía recuerdo el sonido de 20 tipos gritando a 70 metros solos, entre 20.000 personas calladas. Me fui a casa caminando como 50 cuadras para encontrar un colectivo, era una desazón tremenda, nunca en mi vida vi llorar a tanta gente por la calle. Ni siquiera hubo burlas de la gente de Belgrano, porque en ese momento, además, todo el fútbol del interior se volcó a favor de Talleres. Lloré tres días seguidos”.
El fútbol da revancha
En 2022, cuarenta y cuatro años después de aquel llanto, Talleres de Córdoba está entre los 16 mejores equipos de América. Según datos oficiales, el club maneja un presupuesto de $ 2.000 millones anuales; tiene 400 empleados, una cartera de 40 mil socios y unos 2 millones de simpatizantes en el país y el exterior.
Fassi destacó ante elDiarioAR que “el modelo de gestión entiende el desarrollo del Club sólo de un modo integral y sustentable. Y eso incluye lo deportivo, y también lo institucional, social, económico y la infraestructura. El éxito está en la visión, el trabajo, el cuidado patrimonial, la pertenencia y la unidad para hacer un solo Talleres”.
Por su habilidad para el fútbol y los negocios, dirigentes políticos lo tentaron a meterse en su barro, algo que “El Profesor” descarta de plano: “Soy fútbol 100%, al fútbol he dedicado mi vida y ahí está puesto todo mi esfuerzo”, asegura ante elDiarioAR. Sin embargo, durante los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri, Fassi recibió en la sede de Talleres a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y al cordobés Gustavo Santos, ministro degradado a secretario de Turismo de la Nación.
El proyecto de Fassi de convertir a los clubes en Sociedades Anónimas, apoyado precisamente porMacri y su alianza política, lo llevó a enemistarse con el presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia; con el ex presidente de Lanús y diputado provincial del Frente de Todos, Nicolás Russo; con el presidente de Defensa y Justicia, Diego Lemme y con Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors y vicepresidente de la Liga Profesional. En Córdoba, en cambio, mantiene excelentes relaciones con Luis Fabián Artime, presidente de Belgrano y con Juan Manuel Cavagliatto, presidente de Instituto de Córdoba.
Divorcios traumáticos
Luego de seis años de jugar en Talleres, en enero de este año su capitán Juan Cruz Komar no regresó a las prácticas y le dijo al Presidente que quería seguir su carrera en Rosario Central, club del cual es hincha. Los rosarinos ofrecieron llevarlo a préstamo, pero Fassi se negó: “Sólo sale por venta”. Recién a mediados de febrero, Komar pudo fichar para Central.
Pero la disputa no quedó ahí: en Instagram, el ex capitán lanzó munición gruesa: “Los periodistas pagos te van a querer mostrar a Talleres como si fuera Disney, y Talleres no es Disney, y los jugadores, ex jugadores y gente que trabaja en el club lo tenemos muy claro y por eso he recibido un apoyo total de mis ex compañeros de trabajo”. Luego de su partida, una guerrilla de trolls invadió las redes bancando el modelo “Disney”, tratando a Komar de “Bambi”.
En diciembre de 2014, ni bien asumió como presidente de Talleres, Andrés Fassi despidió al DT Angel Guillermo Hoyos. Lo reemplazó con Frank Darío Kudelka, el técnico que dirigió un equipo imbatible con un líder dentro y fuera de la cancha como Pablo “El Cholo” Guiñazú. Talleres estaba en el torneo Federal A y Kudelka lo llevó a Primera División, su buena campaña en la Superliga, con 46 puntos, fue el pasaporte para la Copa Libertadores 2019.
“No es fácil irse de Talleres. No me olvido cuando vine como estaba la cara de la gente. Y entre todos logramos que hoy la gente de Talleres sea feliz”, señaló Kudelka en mayo de 2018 cuando anunció que se iba del club.
El 3 de noviembre de 2019 se enfrentaron el local Talleres dirigido por Alexander Medina con el visitante Newell´s Old Boys dirigido por Frank Kudelka. El ex técnico de Talleres fue ovacionado por más de 40 mil hinchas que coparon el estadio Kempes al grito de “Kudeeelka, Kudeeelka”, y algunos jugadores de Talleres lo saludaron antes del partido. Fassi ni siquiera le obsequió una plaqueta.
La salida a fines de 2021 de “El Cacique” Medina, dejó a Talleres sin DT. El regreso de Angel Hoyos fue inesperado. Las negociaciones para reemplazar a Medina incluyeron Hernán Crespo y Gabriel Heinze. Fassi terminó buscando a Hoyos después de magros resultados que provocaron su salida el 13 de marzo. El reemplazo fue con el portugués Pedro Caixinha, quién sacó a “la T” del final de la tabla y lo muestra orgulloso en la Copa Libertadores.
GM