La tenista japonesa Naomi Osaka, número 2 del mundo, quien semanas atrás expuso las presiones psicológicas a las que suelen ser sometidos los deportistas de elite, rompió en llanto en la rueda de prensa que ofreció en las últimas horas, en la vigilia de su debut en el Masters 1000 de Cincinnati, Estados Unidos.
Osaka, de 23 años, compareció por primera vez ante periodistas luego de su decisión de renunciar a Roland Garros ante la presión de los organizadores a ofrecer conferencias de prensa luego de los partidos, lo cual le generó una multa de 15 mil dólares, recordó la agencia italiana de noticias ANSA.
La tenista nipona, ganadora de cuatro títulos de Grand Slam, había anticipado que no ofrecería ruedas de prensa durante el certamen francés para cuidar su salud mental, decisión que en primera instancia le costó una multa y luego la instó a abandonar el torneo.
En la rueda de prensa previa a su debut en el torneo de Cincinnati, Ohio, un reportero estadounidense le preguntó a Osaka cómo equilibraba los beneficios de su perfil mediático con la ausencia de diálogo con los periodistas y la tenista respondió sin problemas.
Ambos siguieron con un intercambio sin complicaciones, pero sólo unos instantes después, Osaka, que tampoco participó en Wimbledon, agachó su cabeza y comenzó a llorar debajo de la visera que cubría su rostro: allí intervino un moderador de la WTA para anunciar una pausa en la rueda de prensa.
Osaka, que en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio encendió el pebetero, abandonó por unos instantes la sala de prensa, a la que retornó luego para completar la conferencia.
Justamente durante Tokio 2020 la gimnasta estadounidense Simone Biles renunció a diversas competencias tras revelar que debía lidiar con sus propios “demonios”.
“Le mandé un mensaje pero también quería darle su espacio porque sé cuán avasallador puede sentirse”, refirió Osaka sobre Biles, ganadora de cuatro medallas de oro en Río 2016 pero que en Tokio sólo sumó un bronce en la prueba de barra de equilibrio.
Biles, de 24 años, renunció a las competencias de gimnasia artística, barras asimétricas, salto y suelo de Tokio 2020 porque, explicó, quería cuidar su salud mental.
Con información de agencias.
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