La estabilización del mercado de deuda
Batakis pasó el test de deuda pero la prueba clave es el vencimiento del 27 de julio
La ministra de Economía, Silvina Batakis, pasó su primer test de colocación de deuda, la semana pasada, pero el mercado de déficit en pesos está lejos de haber quedado estabilizado. Por el contrario, continúa en extrema tensión, lo que se refleja en la cotización de los dólares financieros (cerca de 300 pesos) y del dólar blue (293 pesos), estrechamente vinculados.
Por delante, para cubrir el segundo semestre, quedan alrededor de unos 3,5 billones de pesos de vencimientos en pesos -datos de la consultora Libertad y Progreso- en donde el Tesoro tendrá que volver a colocar deuda, para salvar los compromisos del año y cumplir con el programa acordado con el FMI.
El próximo 27 de julio, el Tesoro argentino volverá a probarse en los mercado para recaudar al menos 300.000 millones de pesos, en un contexto de pérdida fuerte del valor del peso, escasez de divisas y una fuerte demanda de importaciones energéticas que continuará sin pausa durante todo el invierno.
En efecto, se llegó a un un punto en que el nivel de reservas netas líquidas del Banco Central hubiese sido negativo en unos u$s 3.100 millones, si no fuera por el aporte reciente realizado por el FMI (de unos 4100 millones de dólares), según los cálculos de la consultora Quantum, del ex secretario de Finanzas Daniel Marx.
En este contexto, los analistas entienden que la clave para estabilizar el mercado de deuda en pesos pasará por cómo reaccionará en la próxima colocación el sector privado, que hasta ahora se mantuvo al margen de este tipo de operaciones, ya que la mismas contaron con la participación de bancos y organismos públicos, luego de las distintas zanahorias que ensayó con dar el Banco Central para favorecer el camino.
Para los consultados, Batakis no hubiera alcanzado la meta sin los nuevos artilugios que aplicó el Banco Central.
En efecto, la entidad que conduce Miguel Pesce, fue la que, con un cambio de estrategia y con la aplicación de nuevas medidas, ayudó a que Batakis pueda superar el primer test, y a que al mismo tiempo embolsara algo extra para contribuir a bajar la carga de vencimientos del próximo 27.
Lo que hizo Pesce, a través de la implementación de un “nuevo corredor de tasas”, fue poner un límite superior para los títulos del Central (las Leliq), para que no compita con las Letras que paga el Tesoro.
En cierta forma, esta medida es la que había solicitado el ex ministro Martín Guzmán a Pesce y luego insistió con el Presidente antes de decidir su renuncia, y no le fue concedida a tiempo: el ex funcionario consideraba que el Banco Central, en tren de mantener la tasa positiva para cumplir con el FMI y absorber oferta monetaria, competía con el propio Tesoro, que buscaba pesos para financiarse en un contexto de extrema incertidumbre.
También, entre otras iniciativas para acompañar al mercado de deuda en pesos y sostener el precio de los bonos, el BCRA instrumentó la semana pasada una nueva herramienta para permitirle a los bancos pagar una prima para adquirir una opción financiera del estilo “put”, como una forma de garantizar un precio mínimo para eventualmente vender los títulos a la autoridad monetaria.
Con un menú de títulos ofrecidos con plazos muy cortos, tasas más altas (el titulo más demandado paga 63,46 por ciento de tasa a octubre), o ligados al dólar, Batakis logró recaudar un financiamiento neto de 113.800 millones para embolsar para futuras obligaciones.
Pero esta política del BCRA de levantar el mercado de bonos públicos en pesos choca con la necesidad de la entidad de absorber la oferta monetaria, para cumplir con el FMI y ayudar a bajar la inflación.
Según, Ezequiel Zambaglione -head of research de la financiera Balanz-, “el BCRA no dio demasiada claridad sobre su nueva estrategia del corredor de tasa, y parecería que el objetivo sea el que el tesoro ofrezca tasas mayores a la tasa de política monetaria del Central para incentivar a los bancos desviar fondos de un instrumento al otro para facilitar las licitaciones de deuda del tesoro”.
Por otro lado, consideró Zabaglione, el Central busca también ubicar la tasa de pases (a los bancos) por debajo de la tasa de política monetaria para desincentivar inversiones en los fondos denominados money market (que mayormente invierten en cuentas remuneradas y que son los más buscados para mantenerse con liquidez ante el temor a que la crisis se agudice), favoreciendo también a los que invierten en letras del tesoro.
El punto, continuó, es que el BCRA en algún momento “va a tener que reabsorber a través de leliqs los pesos que el Tesoro expande vía gasto, con lo cual la tasa de Leliq tampoco puede quedar muy rezagada, porque sino va a perder capacidad de absorción y en última instancia presionar al CCL (Contado con liquidación) y a los precios”.
A dos semanas desde que asumió Batakis, los dólares financieros se mantvieron en torno a los 300 pesos, el dollar blue a $ 293 pesos, y a este ritmo y la presión sobre los precios, los economistas estiman que la inflación de julio podría dar por encima de 6%.
“Con una inflación que corre al 6% mensual o una anualizada de tres digitos, tener una TEA (efectiva anual) de politica monetaria dentro de un corredor que va desde 42% a 66% no nos parece una politica de tasas reales positivas”, opinan desde Bullmarket.
“Lo que notamos es que el nuevo corredor quiere darle el protagonismo de las tasas al MECON y no al BCRA, de esta forma el BCRA empieza a quedar atrasado y el MECON comienza a buscar la tasa real positiva”, expresó el analista de mercado Mauro Mazza.
“No creemos que esto solucione a mediano plazo (6 meses) el problema que tenemos estructural de tasas en pesos”, remató.
LM
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