Para ser de “clase media”, una familia tipo porteña necesita ingresos por casi $100.000
La clase media porteña se achicó progresivamente en los últimos años, cediendo terreno a grupos de población con una situación de ingresos más frágil. Entre los muchos factores que explican el fenómeno aparece el aumento de los precios: cada vez cuesta más sostener el mismo nivel de vida. De acuerdo con los últimos datos de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, una familia tipo de cuatro personas necesita un piso de ingresos mensuales de $99.684 para mantenerse en este estrato, sin considerar lo destinado al alquiler, porque se toma como modelo una familia que es propietaria de una vivienda.
Si se le suma ese concepto, el piso de ingresos requerido se eleva al orden de los $140.000. De acuerdo con las estadísticas de ZonaProp, en junio el precio promedio de un alquiler de dos ambientes en la Ciudad de Buenos Aires se ubicaba en $39.211 por mes.
El informe de líneas de pobreza y canastas de consumo para la Ciudad de Buenos Aires publicado esta semana arroja que una familia compuesta por un varón y una mujer con dos hijos menores necesitó en junio $34.580 para adquirir la canasta de alimentos básicos que marca la línea de indigencia y $64.9994 para alcanzar la canasta básica total y no ser considerada pobre. Siempre sin considerar alquiler.
Esto quiere decir que se necesitó contar $963 más que el mes anterior para no caer en la indigencia, lo que representa un aumento de 2,9%, y $12.155 más que un año atrás, una suba de 54,2% interanual. Si se mira la línea de pobreza, esta se elevó $1.705 en un mes (2,7%) y $20.983 en un año (47,6%).
Por encima de estas dos líneas, la estadística porteña muestra que son considerados “no pobres vulnerables” aquellas familias que tienen un ingreso total de entre $64.994 y $79.747, y “sector medio frágil” aquellas con ingresos de entre ese último valor y $99.684. A partir de ese segmento comienza la “clase media” (hasta $318.989 de ingresos mensuales) y luego siguen los “sectores acomodados”.
La “clase media” se fue encogiendo desde 2015, año en que la Dirección de Estadística y Censos porteña empezó a medir las condiciones de vida en la Capital Federal. En el primer trimestre de 2021 representaba el 44,8% del total de la población porteña, 8,5 puntos porcentuales menos que cinco años atrás y 4,3 puntos menos que en 2020, año en que se inició la pandemia de coronavirus.
También se contrajo el porcentaje de personas en los “sectores acomodados”, que pasó de 12,5% a 8,6%. Es decir, se achicó alrededor de un 30%. En contraposición, en los últimos cinco años creció el universo de personas con problemas de ingreso. Se expandió el porcentaje de población indigente (pasó de 6,6% a 9,4%), el de pobres no indigentes (de 10,5% a 17,1%), el de población “en situación vulnerable” (de 8,8% a 11,1%) y el del “sector medio frágil” (de 8,3% a 9%).
Si bien la serie permite advertir que el deterioro de las condiciones de vida preexiste a la pandemia, datos oficiales agregan que 43.000 personas salieron de la actividad y unas 20.000 perdieron su ocupación respecto entre el primer trimestre de 2020 y el mismo período de 2021.
En la Capital Federal 165.500 personas se encuentran fuera de la ocupación, buscando activamente un trabajo y disponibles. Esto implica una tasa de desocupación abierta de 10,0%, 1,1 punto porcentual por debajo de la de igual período de 2020, fundamentalmente por la merma en la actividad que es superior a la reducción del empleo.
A nivel nacional los últimos datos disponibles de línea de pobreza e indigencia corresponden al mes de mayo. En ese último informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) la canasta básica alimentaria para una familia tipo tenía un valor de $27.423 y la canasta básica total, de $64.445 y acumulaban una variación interanual de 53,4% y 49,6%, respectivamente.
DTC/WC
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