Tras el congelamiento express, el Gobierno evalúa medidas para contener el precio de la carne

Junto con el fin de semana largo, terminó el acuerdo hecho por el Gobierno con los supermercados para mantener estable el precio de la carne. El pacto —sellado de palabra y a última hora— alcanzaba solo al stock que ya había ingresado en los supermercados el viernes pasado y, por lo tanto, con la renovación de la mercadería vuelve la preocupación sobre qué pasará con el precio de uno de los insumos básicos de la mesa de los argentinos, que la semana pasada registró subas de hasta el 20% en el sector mayorista.  

Si bien todavía no hay ninguna cita cerrada, el Gobierno prepara una agenda de reuniones para los próximos días con distintos actores de la cadena de la carne, desde productores y frigoríficos exportadores a carniceros. Requiere la coordinación de los distintos ministerios que participan de la discusión, fundamentalmente el de Producción —donde se integra la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Roberto Feletti— y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, encabezado por Julián Domínguez. 

Según anticipó Feletti en una entrevista con Página 12, en las reuniones se comenzarán a discutir distintas opciones para intervenir en el precio de la carne. Una de ellas es la suba de las retenciones. Según evalúa, hoy tienen menos peso que en 2015 por la suba de los precios internacionales y, por eso, menor capacidad de regulación de cupo de exportaciones. Otra herramienta que se baraja es un sistema de fideicomisos como el que se aplicó en el sector del aceite. Es un acuerdo entre privados por el que parte de la renta exportadora se destina a subsidiar el precio de quienes venden en el mercado interno. 

Feletti identifica como el factor central del aumento de precios en productos frescos a la suba de esos productos en el mercado internacional. Según su análisis, se trata de una situación que se mantendrá durante el año que viene y presionará sobre la carne, el maíz y el trigo. Por ese motivo le parece urgente “desvincular” los precios locales de los internacionales y pensar un esquema que se sostenga en el mediano plazo. 

La semana pasada se conformó una mesa interministerial para seguir el tema que incluyó, además de a Feletti y Domínguez, al ministro de Economía, Martín Kulfas, y al de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Si bien los distintos ministros comparten el diagnóstico y la preocupación, hay miradas distintas respecto de cómo morigerar la suba de la carne. De cómo articular, en definitiva, exportaciones, rentabilidades y abastecimiento interno. 

Cerca de Domínguez se resisten a anticipar estrategias y aseguran que solo comunicarán “resultados de gestión”. De todos modos, este fin de semana en una feria rural de Lago Argentino el ministro explicitó sus diferencias con Feletti al momento de referirse al sector. “El productor es una forma de ver la vida y esto es lo que muchas veces cuesta entender a dirigentes de toda la Argentina que tienen una visión muy económica. El productor no es formador de precios, el productor es formador de trabajo. Y hasta que no se entienda eso, el productor termina siendo la parte más débil de toda la cadena y al que siempre joroban”, dijo.

Reunión con mayoristas por Precios Cuidados 

Mientras se ordena la agenda vinculada a la carne, Feletti se reunió este martes a la mañana con empresarios del sector mayorista, que muestra un menor nivel de cumplimiento del programa Precios Cuidados que el de supermercados. Participaron representantes de Micropack, Parodi SRL, Yaguar, Vital, Nini, Maxiconsumo, Diarco y Makro. 

Según informó oficialmente, la Secretaría de Comercio interior le dijo a los mayoristas que será “muy estricta” con el cumplimiento del programa, que incluye 1.432 productos con precios congelados hasta el 7 de enero de 2022. “El objetivo es cuidar los ingresos y el esfuerzo de las familias, sobre todo considerando que se acercan las primeras fiestas que podremos compartir con nuestros seres queridos después de la pandemia”, señaló en un comunicado.  

La Secretaría anticipó que buscará “empezar a discutir” las medidas a tomar una vez que expire el acuerdo. La intención es consolidar una canasta “amplia y diversa” de precios regulados, acordada con los distintos actores de la cadena de fabricación y comercialización.

Además, la Secretaría informó que se trabaja en la generación de un esquema que permita monitorear el cumplimiento del programa para lograr mayor transparencia y precisión de la información. “Es necesario contar con la información necesaria para ir ajustando y modificando la canasta en función de las necesidades que surjan, siempre priorizando el acceso de las y los consumidores a la misma”, apuntó. 

DT