En la previa a que se conozca el índice de inflación de julio, que marcaría un récord en el año por estar entre el 7,4 y el 8 por ciento, el Gobierno abrió el paraguas y lo vinculó a un “intento de corrida cambiaria” que se desató tras la precipitada salida de Martín Guzmán de Economía, la llegada de Silvina Batakis y el rápido cambio con Sergio Massa.
“No es el índice que esperamos. Hay que seguir trabajando”, admitió la portavoz oficial, Gabriela Cerruti, esta mañana durante su habitual conferencia de prensa de los jueves y subrayó que “hubo un intento de corrida cambiaria buscando una devaluación, pero ya se estabilizó”.
En la antesala al número que dará a conocer hoy el Indec, ya el lunes pasado se publicó el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA), que fue de 7,7% en julio, el valor más alto desde que el Gobierno porteño comenzó a publicar su propia medición a mediados de 2012. Acumula 44,1% en lo que va del 2022, y 69,2% en los últimos doce meses. El dato porteño suele reflejar un valor apenas por debajo de la medida nacional.
A su vez, según el relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el Banco Central presentado el viernes pasado, entre los analistas de la plaza financiera se estima que durante julio la suba de precios promedió el 7,4%. Pronosticaron que la inflación llegará a fin de año al 90,2%, lo que marcó una suba de 14,2 puntos porcentuales respecto a la medición realizada a fines de junio, antes de que Guzmán dejara ese cargo.
Flamante residente del Palacio de Hacienda, Massa tendrá que pasar hoy el mal trago de la inflación heredada de sus antecesores. Habrá que esperar al índice de agosto para verificar si sus medidas anunciadas en los últimos días impactan en la economía real. Según día el día de su asunción, se comprometió a “enfrentar la inflación con determinación”, fenómeno que consideró “la mayor fábrica de pobreza”.
“Se están ordenando los gastos y las cuentas fiscales para dar certidumbre”, dijo en ese sentido Cerruti esta mañana. Y también la justificó por causas externas: “La inflación es la preocupación central en este momento. Es multicasual y tiene un componente extraordinario con la guerra” entre Rusia y Ucrania.
Defendió también los recientes cambios en el gabinete y habló de que “hay una sensación de estabilización” en la economía. Y detalló que en los últimos días “subieron entre 15% y 25% las acciones y los bonos soberanos” y celebró el canje de deuda conseguido esta semana: “Se despejaron $ 2 billones de deuda pendiente para 2023, recuperándose además la capacidad de deuda en pesos”.
Como una medida extra para contener la inflación, la portavoz presidencial también apuntó contra las grandes compañías productoras de alimentos y reflotó la idea de implementar la ley de renta inesperada, proyecto de Guzmán que descansa en el Congreso y que no fue impulsada por Massa en sus anuncios. “Cuando se juega con los movimiento especulativos se juega con la mesa de los argentinos”, acusó Cerruti, y agregó: “Hay un proyecto de renta inesperada esperamos que sea discutido lo antes posible en el Congreso”.
MC/MG