Que sí, que no. Al mediodía de este viernes, una de las manos derechas del ministro de Economía, Martín Guzmán, informó que el funcionario, tras reunirse con el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, le había instruido al secretario de Energía, Darío Martínez, que le pidiera la renuncia al subsecretario de Energía Eléctrica, el cristinista Federico Basualdo. ¿El motivo? Que Guzmán iba a aumentar la tarifa de luz dos veces este año: ahora 9% y más adelante dispondría otra alza pero segmentada a los hogares de mayores ingresos, pero que Basualdo se resistía: proponía sólo 7% y postergaba la segmentación para 2022.
Horas más tarde, otra mano derecha pero de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quiso desmentir todo por Whatsapp. “Nunca existió el pedido de renuncia a Basualdo”, arrancó. “Las operaciones de prensa no contribuyen a conducir la política sectorial en un momento tan delicado para el país”, añadió en alusión a lo que el Ministerio de Economía había soltado a todos los medios. “El Estado está haciendo un esfuerzo fiscal muy grande para sostener el funcionamiento del sector y su cadena de pagos, y desde la Secretaría (de Energía) se están desarrollando los instrumentos necesarios para hacer más eficientes el uso de los subsidios energéticos. Basualdo NUNCA [N. de la R.: así, con mayúscula] planteó el congelamiento de la tarifa. Las audiencias publicas marcan claramente el sendero: cuidar el bolsillo de la gente y dar previsibilidad al sector. Basualdo sostiene que en el marco de la pandemia el aumento nunca podía llegar a los dos dígitos. Esto se fundamenta en la difícil situación que atraviesa la Argentina y, en particular, la provincia de Buenos Aires”, aludió la fuente al territorio de Axel Kicillof, bajo cuyos órdenes trabajó Basualdo en el segundo gobierno de Cristina Kirchner.
“En ese sentido, habrá UN SOLO incremento del 8%”, dio por seguro la fuente estrecha de la vicepresidenta. “Es falsa la versión de un segundo aumento”, añadió y citó un textual del subsecretario de Energía Eléctrica: “El impacto de la pandemia en el bolsillo de los argentinos y argentinas, sumado a la pésima situación económica que dejó el macrismo hacen imposible un aumento mayor. La prioridad es acompañar a los sectores populares y a la clase media, propiciando la reactivación de la actividad económica y la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras. En ese contexto, el servicio eléctrico es un pilar indispensable para el crecimiento económico y el desarrollo productivo”. La personera de Cristina Kirchner prometió que “en las próximas horas se dará a conocer de manera oficial esta medida”. Por ahora no se oficializó nada.
En las huestes del secretario de Energía admitían el desconcierto ante la prensa: “Pregunten a Alberto”. Del lado del ministro insistían en que le pidieron la dimisión a Basualdo. Y una alta fuente de la Jefatura de Gabinete lo ratifica: “Era un reacomodamiento del área con un objetivo técnico. El ministerio (de Economía) se apresuró y lo comunicó sin tacto. Ahora, a esperar”.
También habrá que aguardar la reacción de Guzmán después de que se frustren el aumento que él deseaba y la renuncia que él pedía. El culebrón interno más álgido de la incipiente historia del gobierno de Frente de Todos está lejos de terminar. “¿Quién se va y quién se queda?”, preguntó elDiarioAR en Economía. “Vaya a saber”, respondieron.
AR