El ministro de Economía, Martín Guzmán, empoderado tras quedarse con la Secretaría de Comercio Interior, anunció este martes junto al presidente Alberto Fernández, a gobernadores y grandes empresarios como Paolo Rocca (dueño del grupo Techint) una flexibilización del cepo cambiario para incentivar la inversión de las petroleras en un contexto global de escasez energética por la invasión de Rusia a Ucrania. Las compañías recibieron la medida con beneplácito, pero algunas advierten que tampoco despeja todas las dudas que siembra la Argentina como destino del capital. A su vez, en el Gobierno hay quienes critican que el ministro afloje las restricciones para favorecer a un determinado sector en tiempos de escasez de divisas.
La medida busca incrementar la escala de producción y utilizar la nueva capacidad de transporte que generará el gasoducto Néstor Kirchner, que unirá Vaca Muerta y la provincia de Buenos Aires, y las obras de infraestructura privadas. La licitación para elegir la constructora que instalará el ducto Kirchner debería oficializarse este mes, pero está demorada. La flexibilización del cepo apunta a resolver limitantes y cuellos de botella del sector al facilitar que las compañías accedan a equipos especiales para obtener producción incremental, al garantizar nuevas normas cambiarias para permitir un incremento de la inversión extranjera directa en el sector, al impulsar un mayor valor agregado nacional en la producción hidrocarburífera y al promover un crecimiento federal de la inversión sectorial, según argumenta el Gobierno.
El Ejecutivo prevé que la norma permitirá destrabar las inversiones de upstream (exploración y extracción) claves para el desarrollo del sector, posibilitará la producción de gas natural requerida para abastecer el gasoducto Kirchner una vez finalizada la obra (en teoría, para el invierno de 2023), impulsará la producción incremental de petróleo para abastecimiento del mercado interno, la sustitución de importaciones y la generación de saldos exportables, fortaleciendo así la balanza pagos y la capacidad de crecimiento de la economía argentina. “La soberanía hidorcarburífera que promueve este decreto permitirá, además, mejorar consistentemente las cuentas públicas vía reducción de subsidios energéticos”, agregó el Ministerio de Economía. Porque en la medida en que hay más producción nacional de gas, a menor precio, se requerirá menos de las encarecidas importaciones de este combustible.
Las empresas beneficiarias tendrán el derecho al acceso al Mercado Libre de Cambios, por un monto equivalente a su volumen de producción incremental, valuado a precio de exportación neto de derechos y primas que correspondan. El acceso a divisas podrá ser destinado al pago de capital e intereses de pasivos comerciales o financieros con el exterior, incluyendo pasivos con compañías vinculadas no residentes, y/o utilidades y dividendos, y/o repatriación de inversiones directas de no residentes. Este derecho podrá transferirse total o parcialmente a proveedores directos del beneficiario para los mismos fines disponibles para la operadora.
Reparos
En las petroleras se entusiasman, pero con reparos. “En principio es algo en la dirección correcta, pero mi duda es si beneficiarán a los que no levantaron la producción estos años u honrarán a los que crecieron en la pospandemia”, argumenta un alto ejecutivo. Fuentes de una empresa extranjera destacan: “Estamos expectantes y optimistas porque es un apoyo al sector. Es necesario que el anuncio se implemente y no quede en intenciones”.
En un gigante del exterior matizan: “Es una medida positiva para tratar de normalizar parcialmente el sector. No es una medida que vaya a traer inversiones significativas porque lo único que hace es establecer una flexibilización de algo que debería ser moneda corriente. Algo en materia de inversiones vas a tener que hacer para tener más acceso a las divisas. Por ejemplo, conectar más pozos. Pero no es una medida de alto impacto, sino pequeño”. Es que en la mayoría de los países no hay cepo. En otro gigante del sector pretendían que les eliminaran la obligación de liquidar las divisas, pero Guzmán rechazó esa opción. En la estatal YPF, que preside el cristinista Pablo González, lamentan que no los hubieran consultado antes.
AR