El ministro de Economía Martín Guzmán llegó hoy a una fría y lluviosa Nueva York para empezar el tramo final de la negociación por los US$ 45.000 millones de deuda que Argentina tiene con el Fondo Monetario Internacional.
Los 7 grados de temperatura no fueron hostiles para Guzmán, quien luego de un año de reuniones virtuales está ansioso por retomar el calor de los encuentros en persona y visitar uno a uno a los funcionarios que decidirán los votos por el nuevo acuerdo en sus propios países, comenzando por Estados Unidos pero incluyendo desde Francia a Japón y de Alemania a China.
Pero antes de emprender esa larga peregrinación, el ministro argentino fue a buscar el apoyo de su mentor académico: el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. Si bien funcionarios del gobierno aseguraron que Guzmán se reuniría con inversores en la capital financiera del mundo, lo cierto es que el principal objetivo de la primera escala del ex alumno de Brown University y ex profesor de la Universidad de Columbia es tener un cara a cara con Stiglitz, dijeron dos personas al tanto de la agenda secreta del Ministro en la ciudad de Nueva York.
Stiglitz, con quien Guzmán conversó regularmente en forma virtual en este año de pandemia, liderará un nueva carta en favor de la posición Argentina en la renegociación por los US$ 45.000 millones de dólares que tomó el ex presidente Mauricio Macri en un programa Stand By que debe ser repagado en los próximos tres años, dijeron las dos personas que pidieron no ser nombradas porque no son voceras del ministro ni del Premio Nobel de Economía.
El departamento de prensa del ministerio declinó comentarios.
La carta sobre la que Guzmán ya viene hablando en forma virtual con Stiglitz y otros intelectuales será publicada en el sitio web Project Syndicate en una fecha aún no definida, dijo una de las personas. Y se espera que, como ocurrió el año pasado, cuando un grupo de 70 intelectuales apoyó la propuesta Argentina en la renegociación de US$ 68.000 millones con los bonistas privados, sea firmada por otros profesionales reconocidos del mundo de la economía y de las finanzas, como Thomas Piketty, autor de uno de los libros más vendidos sobre economía de los últimos tiempos, El Capital en el Siglo XXI, François Bourguignon, ex economista jefe del Banco Mundial, y Nelson Barbosa, ex ministro de Hacienda de Brasil.
En esa carta, los más de 70 economistas y académicos que llamaron a criticar la voracidad de los acreedores privados a los que acusaron de tener “un comportamiento irresponsable”, sentarán ahora su posición sobre el préstamo otorgado en tiempo récord por el FMI a Macri que ahora está siendo investigado por la justicia Argentina, así como por dos investigaciones del propio FMI .
Ese grupo de acreedores, a los que esos intelectuales criticaron abiertamente el año pasado, se quejaron hoy por no haber sido invitados a reunirse con Guzmán en Nueva York.
Es que la escala en Nueva York para ultimar los detalles de esta nueva carta con su mentor debe ser leída como el primer escalón en una escalera que incluirá reuniones en Washington a partir del lunes con el staff y la jefa del prestamista de última instancia para luego desplegar visitas a Francia, Alemania, Japón y China.
Argentina no necesita vender bonos en dólares actualmente sino renegociar ese paquete de dinero con el FMI, dijo una de las personas. No tiene sentido visitar inversores privados hasta no tener renegociada esa deuda con el organismo multilateral, dijo esa persona.
Es en esos escalones donde Guzmán buscará conseguir el apoyo de esas naciones que dominan el poder de voto en el directorio del FMI para que bendigan el eventual programa financiero nuevo que servirá a la vez para poner la mesa de la renegociación de la deuda con el Club de París.
Entre las concesiones que Guzmán busca están la de obtener un recorte en los intereses del nuevo acuerdo y un plazo de gracia para el inicio del repago. El estatuto del FMI establece que un acuerdo de facilidades extendidas tiene un plazo de repago de diez años. Ese plazo podría correrse, sin modificar el estatuto, obteniendo un par de años sin pago de intereses en el inicio del programa.
Es para estos objetivos que Guzmán quiere tener un apoyo de la comunidad académica financiera internacional que le permita llegar respaldado a sus encuentros con Kristalina Georgieva y el staff técnico del FMI de la semana próxima donde empezarán a definir cómo será la letra chica del nuevo programa.
Ante ellos, Guzmán expondrá su plan económico que tiene a la recuperación económica como condicionante para la baja de la inflación de a 5 puntos porcentuales por año y a la recuperación de los ingresos de acuerdo a un sendero fiscal claro.
En este sentido, mostrará cómo el Gobierno ya inició ese sendero de crecimiento que tuvo superávit primario en enero con la recuperación de la recaudación tributaria en términos reales y el reordenamiento de la curva de la tasa de interese en pesos, lo que le permitió al ejecutivo obtener a través de la Secretaría de Finanzas en lo que va del año en el mercado local unos $170.000 millones, esto es un 17% de lo que necesita para cubrir el 40% del déficit de este año, según lo estipulado en el Presupuesto 2021
A través de Stiglitz, Guzmán buscará también un encuentro con la secretaria del Tesoro norteamericano Janet Yellen. La administración Biden no permite reuniones personales de sus funcionarios con sus pares extranjeros hasta el mes de mayo, al menos, por lo que una reunión en persona será muy difícil de conseguir, si no imposible, pero el encuentro virtual queda como posibilidad.
Mañana a las 11 de Nueva York, mediodía de Argentina, Guzmán comenzará una serie de reuniones con inversores en el consulado, dijo un funcionario oficial que pidió no ser nombrado. Habrá reuniones individuales y también un encuentro con una decena de inversores a los que se considera “inversores dedicados”, aquellos que “tienen interés en Argentina”, son los especializados, investigan y “buscan generar vínculos constructivos y positivos”, aseguró el funcionario. Los fondos de inversión Greylock, Monarch y Fintech, el fondo del mexicano nacionalizado inglés David Martínez, son algunos de esos inversores que se verán cara a cara con Guzmán, dijo el funcionario.
A Guzmán lo acompañan el director argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y el resto de la burbuja de sus colaboradores cercanos, que a fines de enero fueron vacunados con la Sputnik V, en una clara muestra de la forma milimétrica en la que Guzmán viene diseñando la renegociación de esta deuda de US$ 45.000 millones con el FMI y la próxima con el Club de París. Esos funcionarios son: Pablo Salinas, secretario privado, Maia Colodenco, encargada de asuntos internacionales del ministerio, Melina Mallamace, jefa de gabinete del ministerio, y Vera Voskanyan, del área de prensa.
Esta nota fue actualizada a las 19:48 para incluir las reuniones con inversores que mantendrá Guzmán en el consulado mañana viernes desde las 11 horas en el anteúltimo párrafo.