“El gran riesgo para la Argentina es la inflación”, dijo este miércoles la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Durante una conferencia de prensa virtual que ofreció desde Washington, ciudad en la que se encuentra el ministro de Economía Martín Guzmán, atribuyó parte de esa dinámica a los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y anticipó que “pronto” habrá novedades sobre la recalibración del acuerdo firmado.
“Tenemos el objetivo común de que el nuevo programa pueda ser implementado en forma exitosa para ayudar a la gente de Argentina. El mayor desafío hacia adelante es su implementación”, dijo la directora del Fondo en el marco de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial. En ese sentido, señaló que la puesta en marcha “debe incluir un recálculo que tome en cuenta el impacto de los cambios globales sobre la Argentina. Algunos de estos cambios son en realidad positivos, porque es un exportador de materias primas”.
“El gran riesgo es la inflación”, dijo Georgieva frente a una pregunta del diario La Nación sobre los desafíos que enfrenta la economía local. Según explicó, el fenómeno de la aceleración sostenida de precios “también ha sido empujado por factores exógenos y por lo tanto una gran parte de la atención será colocada en tratar de bajar la inflación a un punto en el que la gente en la Argentina tenga confianza para ahorrar en su propia moneda”.
“Respecto de la primera revisión, se ha adelantado, así que pronto habrá noticias del staff técnico tras dialogar con las autoridades argentinas acerca de su progreso”, indicó Georgieva. Ayer, en su primera jornada en Estados Unidos, Guzmán se reunió con el director para el Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn; la subdirectora en el Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack; y el jefe de la misión para las negociaciones con la Argentina, Luis Cubeddu.
En marzo la Argentina registró una inflación de 6,7%, la más alta en los últimos 20 años y las proyecciones privadas superan en más de 10 puntos porcentuales el pronóstico de inflación anual que se introdujo en el acuerdo con el FMI, de 48%.
Georgieva hizo especial énfasis en el impacto global de la guerra entre Rusia y Ucrania, que provocó un “retroceso mayúsculo” en la recuperación global de la pandemia del coronavirus y en los precios de los alimentos y la energía. Consideró que se trata de la mayor amenaza para la estabilidad global desde la finalización de los últimos 75 años, desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, recordó que en 2021 el FMI distribuyó US$750.000 para mejorar la situación global luego de la pandemia (la Argentina recibió US$4.400 millones) y que se liberarán más Derechos Especiales de Giro (DEGs) cuando se ponga en marcha una nueva línea de préstamos: el Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad que se aprobó la semana pasada. La intención de Guzmán es que la Argentina sea considerado un país elegible –originalmente esa línea, con plazos de repago de hasta 20 años, fue pensada para países de ingresos bajos– y poder migrar una porción de la refinanciación de la deuda a ese programa. De todos modos, a la Argentina le tocarían un máximo de US$1.370 millones bajo esos parámetros, una porción muy pequeña de los $44.500 millones que incluye el acuerdo vigente.
DT