Massa no contrató encuestas a boca de urna, pero en el peronismo sí y temen por Milei

En el búnker de Sergio Massa, en el C Complejo Art Media, en Villa Crespo, se viven horas de temor. El precandidato presidencial y ministro de Economía prefirió no contratar encuestas de boca de urna porque suelen equivocarse. Pero en su Unión por la Patria (UP) sí lo convocaron al Centro de Estudios de la Opinión Pública (CEOP) de Roberto Bacman, que anticipa que el electorado se dividió en tres tercios, como había anticipado en su momento Cristina Fernández de Kirchner, que se quedó en Santa Cruz. Es decir, que, según este sondeo, Milei superaría a Massa como el candidato más votado, a contramano de lo que se preveía. Igualmente, un alto funcionario del gobierno de Alberto Fernández recordó que el boca de urna del CEOP había relevado en las primarias de 2021 que el peronismo se imponía por 6 puntos en territorio bonaerense y terminó perdiendo por 4. Por tanto, la esperanza se mantiene y por eso a las 20.30 comenzaron a tronar los clásicos bombos de la liturgia del PJ.

La presidenta de la Cámara de Diputados, la masssista Cecilia Moreau, salió a hablar con la prensa y admitió cuatro puntos. Uno, que el recuento de votos viene “ajustado”. Segundo, que su líder logró un “buen resultado”. Tercero, que hay que ampliar UP, como dijo minutos antes en el mismo escenario Daniel Scioli, embajador en Brasil, antiguo rival de Massa y ahora aliado. Cuarto, que estaba escuchando el mensaje de la ciudadanía. Toda una definición que habla de que el conteo no está tan bien para sus intereses como se soñaba.

Si Milei llega a lograr una buena elección, Massa no sólo tendrá un arduo trabajo como candidato. También como ministro, pues en las principales sociedades bursátiles temen que se provoque una corrida cambiaria mayor a la actual e incluso bancaria. ¿Por qué? Porque la previsión de que pueda materializarse la dolarización que propone el candidato libertario, hará que los inversores huyan ya del peso a la moneda norteamericana y que algunos ahorristas teman por el futuro de sus depósitos ante la escasez de divisas del Banco Central para encarar un cambio de moneda.

AR /MG