Hoy se conoce el IPC de febrero

Milei y Caputo se entusiasman con perforar el piso del 2% de inflación, pero hay dudas de que lo alcancen

El Indec difundirá esta tarde, como cada mes, el dato que es la obsesión del gobierno del tándem Javier Milei-Luis Caputo: el Índice de Precios al Consumidor (IPC), en este caso de febrero. Estará alrededor del 2%, según coincide la mayoría de las consultoras privadas, que ya anticiparon sus cálculos en los últimos días.

Hay estudios que ubican el IPC de febrero por debajo del 2%. La consultora CIT Castiglione y Tiscornia prevé un 1,9%. Sin embargo, la mayoría pronostica que la inflación se ubicará entre 2,3% y 2,7%, por encima del 2,2% de enero. Como pubicó elDiarioAR, el principal factor detrás de esta aceleración fue el fuerte aumento del precio de la carne, que subió cerca de 8% durante el mes.

El Gobierno bajó a comienzos de año el crawling peg del 2% al 1%, lo que significa que desaceleró el ritmo de la devaluación, contra la mayoría de las sugerencias de los economistas, que sostienen que el dólar está atrasado y, por lo tanto, no es competitivo. Plantean que se debe liberar el cepo cambiario para saber qué precio le dará el mercado, al que justamente venera Milei.

A pesar de bajar el crawling peg al 1%, la inflación no está navegando al 1%, como ellos hubieran deseado. Tampoco se ubica en torno del 1% pese a que tomaron otra medida para lograrlo: imponer las paritarias al 1%.

El techo encuentra, por supuesto, la resistencia de los gremios, que con razón sostienen que los ingresos están muy por debajo de lo que subieron hasta ahora los precios, y, por lo tanto, que el poder de compra se desplomó durante la gestión Milei.

El argumento del Poder Ejecutivo es que esa pauta del 1% apunta justamente a que los empresarios no trasladen a precios los aumentos salariales. Además, aseguran que no se encarezcan aún más los salarios en dólares, porque temen que eso pueda desencadenar despidos, en una economía que cayó 1,8% en 2024 y que no muestra señales convincentes de recuperación.

Los pronósticos

Entre las proyecciones, Eco Go, la consultora que dirige Marina Dal Poggetto, estima una suba de 2,7% para el IPC de febrero. Equilibra, de Martín Rapetti, y PxQ, de Emanuel Álvarez Agis, proyectan un alza de 2,5%, LCG de 2,4%, mientras que la Fundación Libertad y Progreso calcula una suba de 2,3%.

En la misma línea, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que realiza el Banco Central en base a estimaciones de consultoras privadas, ajustó este lunes su pronóstico a 2,3%, por encima del 2,1% que había anticipado un mes atrás.

Para el top 10 de las consultoras relevadas en el REM, el aumento de la inflación no sería algo transitorio de febrero. Ajustaron al alza las proyecciones para febrero (2,3%), marzo (2%), abril (1,9%) y mayo (1,7%).

De confirmarse estos números, se profundizará aún más la situación de la Argentina “cara en dólares”, porque la tendencia al alza del índice inflacionario se da en un contexto en el que el Banco Central mantiene un ritmo de devaluación del 1% mensual, lo que implica que, si los precios superan ese porcentaje, seguirá deteriorando la competitividad en dólares de la economía.

Un final que se escribe solo

Si la inflación sigue sin ceder al ritmo que Milei y Caputo desean, el Gobierno enfrentará un dilema inevitable: ceder ante la realidad o forzar la economía hasta el punto de quiebre. Con paritarias amordazadas, un tipo de cambio que pierde competitividad y un mercado que desconfía de la sostenibilidad del plan, el horizonte luce turbulento.

El Gobierno prometió “destruir la inflación” como si fuera un enemigo abstracto, pero olvidó que la economía es un sistema vivo, donde cada decisión genera reacciones impredecibles. En la búsqueda de su 1% soñado, se encuentra cada vez más con algo peor: una economía estancada, con precios altos y salarios bajos. Pero más que el Gobierno, son los ciudadanos los que sufren ese combo, que en la Argentina no es nuevo.

Milei y Caputo pueden seguir jugando a domar la inflación, pero la pregunta que se impone es cuánto tiempo les queda antes de que la realidad los alcance.

JJD/MC