La motosierra que Javier Milei flameaba en su campaña a la presidencia con la promesa de que esta vez el ajuste iba a pagarlo la política cortó casi todos los gastos, incluidas las jubilaciones y las universidades, pero también libros escolares, medicamentos para pacientes oncológicos, alimentos para comedores y mantenimiento de los trenes. Pero el ajuste en el presupuesto 2024 no llegó a todos los rubros: incluso algunos aumentaron el gasto en términos reales (ajustados por inflación) en relación con 2023. Todo un dato para tener cuenta cuando esta noche el presidente presente en un nuevo show nocturno esta vez en el Congreso, sin opositores, el presupuesto 2025. No es normal que los jefes de Estado vayan a defender la ley de ingresos y gastos los 15 de septiembre, cuando sólo es obligatorio dejarlo en mesa de entradas, para que después los ministros y secretarios sí vayan a explicarlo. Pero en esta oportunidad Milei quiere hacer bandera de una de sus dos obsesiones: el déficit fiscal cero. La otra es bajar la inflación, aunque está lejos de cero, por encima del 4% mensual desde hace cuatro meses.
En los primeros ocho meses de 2024, el gasto de la administración pública nacional cayó 30%, pero el de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) subió 245%, hasta $102.000 millones (y eso que el decreto de necesidad y urgencia, DNU, que lo elevó en $100.000 millones y que ahora fue vetado por el Legislativo es de fines de julio), según advierte un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Este think tank del que participan Hernán Letcher, la diputada kirchnerista Julia Strada y Juan Pablo Costa advierte además que se incrementaron 31% las erogaciones del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, hasta $14.410 millones. Es decir, no hay motosierra para los espías, que supuestamente vienen a prevenir eventuales atentados o combatir al narco, aunque se sospeche que también se financia así a los trolls libertarios dentro de la secretaría que dirige Sergio Neiffert, el elegido del asesor Santiago Caputo. Tampoco hay tijeretazo para la conducción militar, bajo el área del ministro de Defensa, el radical libertario Luis Petri.
A modo de contener la crisis social que ya venía de antes pero se agravó con la receta de ajuste, el Gobierno elevó lo destinado a la asignación universal por hijo (AUH) un 23,2%, hasta $1,94 billones, según apunta la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que dirige Gabriel Esterelles.
Este organismo también señala que las jubilaciones superiores a la mínima subieron 9,8%; el seguro de desempleo, 107,5% (hasta $140.000 millones); el Programa de los 1.000 Días, que contempla asistencia dineraria y sanitaria de la madre y el bebé en los primeros 3 años de vida, 110% (a $80.000 millones) y los nuevos vouchers educativos para alumnos de colegios privados, que llegaron a $50.000 millones. Estas ayudas dependen de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Otra función que aumentó su partida ejecutada fue la seguros y finanzas, según el CEPA. Está a cargo de la Secretaría de Finanzas, que conduce Pablo Quirno, dependiente del Ministerio de Economía, y que incluye la administración de la política de endeudamiento (pero no los pagos de deuda) y la de seguros. Creció 30%, hasta los $51.843 millones. Zafó de la motosierra el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, que encabeza Diana Mondino pese a las críticas internas libertarias: su gasto se mantuvo en líneas generales al elevarse apenas 0,3%, todo un logro entre tanto ajuste, hasta $287.954 millones, aunque en buena parte es porque creció 71% el giro necesario para cumplir con la membresía en organismos internacionales ($71.951 millones).
Pese a que Milei en campaña se manifestaba a favor de la venta de órganos, como presidente permitió el gasto del instituto a cargo de las donaciones, Incucai, creciera 28,5%. También se incrementa lo destinado al calendario de vacunas, un 27,1%, a $120.000 millones, y lo vinculado a medicamentos, insumos y tecnología médica del Ministerio de Salud, un 16,9%, a $50.000 millones, según la OPC. El CEPA agrega que sube los gastos de formación de recursos humanos sanitarios, un 19%, a $7.924 millones, y la prevención de enfermedades transmisibles, un 10%, a $117.369 millones.
En los primeros siete meses del año, también habían subido 4% las prestaciones del Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI), según apunta Alfredo García, asesor del diputado Carlos Heller, de Unión por la Patria (UP). Por fuera de Salud, a cargo del ministro Mario Russo, el Gobierno elevó sus transferencias al Correo, que preside Camilo Baldini, un 16,6%, a $180.000 millones, y a la Casa de la Moneda, que encabeza Daniel Méndez, el 100%, a $20.000 millones, según la OPC, cuyo director de análisis presupuestario es Ignacio Lohlé, secundado por María Laura Cafarelli, María Pía Brugiafreddo, Romina Muras, Julieta Olivieri y Walter Rabbia.
El CEPA identifica otros programas en los que se elevaron los gastos: las actividades centrales del Ministerio de Economía, que conduce Luis Caputo, un 129%, hasta $24.845 millones; las operaciones de seguridad interior de la Prefectura Naval, dependiente de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, un 123%, hasta $12.833 millones; actividades comunes de los programas de Jefatura de Gabinete a cargo de Guillermo Francos referidos a la digitalización, las tecnologías y las contrataciones, un 49%, a $4.623 millones; la formación del Servicio Penitenciario, otra área dependiente Bullrich; un 35%, a $4.738 millones; el afianzamiento judicial dentro del Ministerio de Justicia, que conduce Mariano Cúneo Libarona, un 28%, a $8.250 millones; a las actividades centrales de la Secretaría de Hacienda, que también depende de Luis Caputo, un 21%, a $3.914 millones; a las de Jefatura de Gabinete, un 15%, a $17.874 millones; y a las del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que sigue dirigiendo Marco Lavagna desde hace cinco años, un 11%, a $10.818 millones.
Otro diputado de UP, el economista Itai Hagman, también enumeró los programas cuyos presupuestos previstos para todo 2024 se ampliaron respecto de lo ejecutado en 2023 y detectó algunos no mencionados hasta aquí: Acciones para Potenciar Tecnologías del Estado, de la Jefatura de Gabinete, el 1.325%, a $409 millones; las actividades centrales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), un 181%, a $44.612 millones; Acciones para el Uso Racional y Eficiente de la Energia, 127%, a $7.079 millones; Promocion del Comercio y Producción de Semillas, 51%, a $18.352 millones; Suministros y Tecnología del Ciclo de Combustible Nuclear, 44%, a $20.288 millones; y Control y Fiscalización de Servicios de Tecnologías de la Información del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), 31%, a $8.752 millones.
Además, Coordinación Institucional del Ministerio de Seguridad, un 30%, a $51.282 millones; las actividades centrales del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), un 23%, a $40.219 millones; Coordinación del Plan Nacional de Medicina de la Comisión Nacional de Energía Atómica, un 23%, a $816 millones; Regulación y Contralor del Mercado Eléctrico, un 16%, a $15.999 millones; Defensa de la Libre Competencia, un 16%, a $3.097 millones; Conducción del Poder Ejecutivo, a cargo de la Secretaría General de la Presidencia, es decir, de Karina Milei, un 13%, a $68.036 millones; Control y Fiscalización de la Oferta Publica de la Comisión Nacional de Valores (CNV), un 12%, a $14.974 millones; y actividades centrales del Enacom, un 11%, a $29.368 millones.
Pero tengamos en cuenta que estos son presupuestos que después pueden ejecutarse y que al menos en dos tercios del año por ahora no se han erogado como se preveía.
AR/JJD