Si bien todavía resta su lanzamiento oficial, el Gobierno comunicó ayer algunos lineamientos de la tercera edición del Previaje, un programa que benefició a 5 millones de turistas en sus primeras ediciones y se pensó para fomentar el sector después de la crisis sin precedentes de la pandemia. En esta nueva versión, el ministro de Economía, Sergio Massa –enfocado en ajustar los gastos para cumplir con la meta del déficit fiscal trazada junto con el FMI– procuró que sea más modesto: más corto, con menor margen de devolución y un tarifario de precios máximos.
El ministro de Turismo, Matías Lammens, había señalado algunas semanas atrás que el programa estaba listo, pero que lo frenaban cuestiones “presupuestarias”. Lo que subyace es la intención de Economía de cerrar el año con un déficit de 2,5%, para lo que necesita ajustar alrededor de un punto del PBI. Y como dijo Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de julio en El Calafate, el Previaje “en términos fiscales es expansivo y en términos monetarios, emisivo”.
La semana pasada Massa anunció un recorte de $210.000 millones de fondos subejecutados en programas sensibles de áreas como educación, salud, obra pública y hábitat, lo que le valió las críticas de distintos sectores y generó un clima enrarecido como para anunciar subsidios a turistas en plan de vacaciones. De todos modos, Lammens busca bajarle el tono a los posibles cuestionamientos con el dato de que de cada $10 que el Estado invierte en el programa, $8,3 se recuperan en impuestos.
En esta nueva edición el Previaje estará disponible durante octubre y noviembre y se podrá utilizar el crédito de la devolución solo en lo que queda de 2022. En ediciones anteriores, tanto el tiempo para viajar como el margen para gastar la devolución eran mucho más extensos.
Del mismo modo, el monto máximo de devolución en las ediciones anteriores era de $100.000 por persona y ahora se acotará a $70.000. Dado que la inflación interanual de julio ronda el 70%, mantener el mismo valor ya hubiera significado una rebaja notable.
Por último, Massa definió este lunes junto a Lammens; el secretario de Comercio, Matías Tombolini, y representantes de distintas cámaras del sector turístico que el programa se regirá con una grilla de precios máximos. Dependiendo el destino y las “estrellas” del alojamiento habrá una tarifa por noche que no se podrá superar si se quiere solicitar la devolución del Previaje.
Para el establecimiento de las tarifas máximas se tomaron como referencia 200.000 precios correspondientes a junio y julio de 2022 de los principales destinos de cada provincia. Los proveedores que quieran participar deberán volver a registrarse en la web y firmar una declaración jurada en la que se comprometen a respetar las tarifas máximas. En caso de detectar un incumplimiento, quedarán fuera del programa y sus próximas ediciones.
“Creemos en el programa, pero también creemos que no puede terminar jugándonos en contra en materia inflacionaria. El sector tiene que hacer el esfuerzo a la par del Estado”, dijo ayer Massa tras la reunión.
Contra lo que se había dicho inicialmente, el programa no regirá solo para destinos “poco convencionales”, sino que todos estarán disponibles. Sí se buscarán estimular meses de temporada baja, como se había anticipado. Los jubilados mantendrán su beneficio extra: podrán acceder a una devolución de crédito mayor, del 70%.
DT