La pobreza en la Argentina alcanzaría el 40,3% en el primer trimestre del 2023, según las proyecciones del último informe de Evolución de distribución del ingreso del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Para el mismo período del 2022, la cifra fue del 34,2%, lo que representa una suba de poco más de 6 puntos porcentuales.
En una comparación con el último medio año, la pobreza arrojó cifras del 37,7% en el tercer trimestre del 2022, por lo aumentó 2,6 puntos en los últimos seis meses, de acuerdo a las más recientes proyecciones.
Por lo tanto, esta estimación considera que 2,7 millones de personas quedaron bajo la línea de la pobreza en los últimos 12 meses, y hubo 1,2 millones de nuevos pobres en el último medio año. Esto equivale a 18 millones y medio de personas pobres en la Argentina.
El informe establece un margen de error de 1,3 puntos porcentuales, lo que significa que la cifra de la pobreza ronda entre el 39 y el 41,6%.
El Indec describe en sus mediciones un empeoramiento en el reparto de ingresos, ya que el 10% más rico de la población mejoró sus ingresos reales y concentró sus recursos, frente a una caída de los salarios formales y el aumento de los asalariados no registrados.
En cuanto a la indigencia, las últimas mediciones del segundo semestre del 2022 lo ubicaron en el 8,1%, lo que representó una baja respecto a la primera parte del año, cuando cerró en el 8,8%. Este número refiere a los hogares sin ingresos suficientes como para cubrir una canasta de alimentos.
Por su parte, la Universidad Torcuato Di Tella midió que entre diciembre del 2022 y mayo de este año, la cantidad de personas en hogares pobres alcanzó el 43,4%, el nivel más alto desde el 2004 y mayor a las estimaciones del Indec. Esto implica que alrededor de 12,6 millones de personas en ciudades están en situación de pobreza.
Aumenta la brecha entre los ricos y pobres
Además, en el informe del Indec se destaca:
- El 10% de la población con mayores ingresos se quedó con el 33,8% del porcentaje total de ingresos, comparado al 31,9% de hace un año atrás.
- El ingreso promedio de los asalariados con descuento jubilatorio fue de $151.773, lo que significó un aumento del 90,0% interanual, mientras que en el caso de aquellas personas sin descuento jubilatorio, su ingreso promedia los $65.657. Esto es, una suba interanual comparativamente menor, del 79,2%.
- En ambos casos, el aumento interanual fue a la inflación y por debajo de la variación de la canasta de pobreza, el cual fue del 110% interanual en el AMBA. Esto demuestra una caída de entre el 10% y el 15% para el poder adquisitivo de los asalariados. Además, representa un mayor empobrecimiento del valor de la fuerza de trabajo y el aumento de la pobreza entre los trabajadores registrados.
- La suba del empleo se enfocó en la población asalariada sin descuento jubilatorio, del 35,9% al 36,7% del total. Por otra parte, la mitad del nuevo empleo asalariado fue cubierto por asalariados informales, por lo que el total en el país de los trabajos precarios alcanzó los 5,6 millones.
- La depreciación del salario y la caída en relación con la producción o facturación de las empresas explican el crecimiento simultáneo de los niveles de empleo y pobreza.
LC