Luis Inácio Lula da Silva superó este domingo a Jair Bolsonaro en cinco puntos. Pero los números no resultaron los esperados para el Partido de los Trabajadores (PT), que apuntaba a ganar en primer vuelta. Los motivos incluyen una polarización que terminó por favorecer a Bolsonaro, el desacierto de la encuestas y los buenos resultados de pequeños partidos aliados en los puestos de gobernadores.
La polarización se impuso
El primer turno tuvo cara de segunda vuelta. Los dos candidatos más votados concentraron el 91% del electorado, un porcentaje que confirma el grado de polarización de las bases electorales en esta elección. La tercera candidata más votada, Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), no llegó al 5%. Mientras que Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT), consiguió un pobre 3%. El resto de los siete candidatos no pudieron superar el medio punto. Los números demuestran que el grueso del electorado no solo se presentó este domingo para elegir favoritos sino para impedir que el candidato contrario a su preferencia gane en primera vuelta. Ese movimiento hará más complicado, tanto para el candidato del PT como para Jair Bolsonaro, encontrar más votantes.
Si bien Lula, en estas cuatro semanas, intentará llegar a acuerdos tanto con Ciro Gomes como con Simone Tebet, un acuerdo entre dirigentes no es garantía de votos. El 9% que no votó ni por Lula ni por Bolsonaro, incluso sabiendo todo lo que estaba en juego, será el más difícil de convencer. Por otro lado, si bien ha sido el PT el que ha hecho campaña a favor del voto útil, posiblemente haya sido Bolsonaro el que terminó por sacar ventaja de esa instancia.
Las encuestas no acertaron
Si bien el candidato del PT consiguió el primer lugar, a solo un punto y medio de ganar en primera vuelta, los resultados no fueron los esperados para la Federación Brasil de la Esperanza. Jair Bolsonaro llega a la segunda vuelta con un discurso de victoria alimentado por el desánimo que causaron entre los militantes del PT los resultados. Lo cual exigirá mantener a los seguidores del partido animados hasta la segunda vuelta.
Las últimas dos encuestas, publicadas el sábado por algunas de las empresas demoscópicas más respetadas de Brasil, Ipec y DataFolha, habían mostrado que Lula estaba en condiciones de ganar, con más del 50% de los votos. Pero la distancia de más de 15 puntos que predecían las consultoras terminó en un ajustado 5%. El desconcierto generó que Bolsonaro consiguiera convertir su derrota en un mensaje de victoria.
¿Por qué tantos encuestadores no lograron captar el nivel el respaldo a Bolsonaro? Posiblemente jugó un papel crucial el 'voto vergüenza'. Es decir, cuando parte del electorado, que posiblemente no coincida con las declaraciones más rudimentarias del presidente en cuestiones de derechos civiles, sí considera que se ha producido una mejora en su situación económica. A diferencia del voto orgulloso, este tipo de elección se esconde hasta el día de la votación. Esto podría explicar por qué la consultora Atlas, que hizo una encuesta digital, donde cada votante elige en soledad y sin comentarlo con nadie, estuvo más cerca de los números finales.
El Congreso más conservador
La elección de los nuevos 513 diputados federales y 27 de los 81 senadores deja un Congreso mucho más conservador que el actual. Eso puede ampliar la base de apoyo ante un eventual segundo mandato de Jair Bolsonaro, pero también impedir la gobernabilidad de un potencial nuevo gobierno del PT, en un país donde el Ejecutivo necesita contar de apoyos en el Congreso.
El Partido Liberal (PL) de Bolsonaro mantuvo su condición de bloque más grande, pasando de 76 diputados a 99. El PL es actualmente el partido más grande en la Cámara, con 76 de los 513 escaños. En 2018, el PL había elegido 33 diputados federales, menos de la mitad de la actual bancada, cuando Bolsonaro todavía no se había afiliado. La ampliación de los aliados de Bolsonaro en el Congreso responde a una fuga de votos de partidos más pequeños, del llamado Centro, como el partido de centro-derecha Progresistas, que redujo su bloque de 58 a 47 diputados.
En el Senado, el PL también se convirtió el domingo en el bloque más grande, con un total de 14 senadores. El PT consiguió 4 senadores, pero Lula parte de una base de apoyo mucho menor con 11 senadores. Para reforzar sus alianzas deberá negociar con el poco confiable MDB y también con el ala más bolsonarista del PSDD, para llegar a 36.