Para empezar hay que aclarar que el cáncer de testículo rara vez tiene como síntomas el dolor, aunque sí el aumento de volumen y sobre todo la aparición de un nódulo duro en la zona. En realidad el cáncer de testículo es bastante inusual, siendo entre el 1 y el 1,5% de los tumores que aparecen en hombres, el 5% de los tumores urológicos y con una incidencia aproximada de entre tres y seis nuevos casos por cada 100.000.
De todos modos, ante un dolor testicular frecuente o bien constante, es imprescindible acudir al urólogo. Si el dolor es muy eventual y dura apenas unos minutos, la visita puede demorarse u obviarse, pues es muy posible que se deba a una mala postura o a la compresión del testículo. De nuevo, insistir que el principal síntoma de cáncer de testículo es la palpación de un bulto duro y sospechoso. A continuación exponemos las causas más frecuentes del dolor de testículos.
1. Varices o varicoceles
Las varices en las venas que irrigan el epidídimo y el testículo son la causa más frecuente de dolor (leve) y pueden tener diversos orígenes, como antiguos traumatismos practicando deporte, o malas posturas reiteradas. En el 90% de los casos, el dolor se da en el testículo izquierdo y unas pocas veces en ambos, solo raramente en el derecho.
Son la afección más leve y si el dolor provocado es intermitente pero leve, la solución es tomar algún analgésico o antiinflamatorio, como paracetamol o ibuprofeno. Si hay riesgo de esterilidad o bien el dolor se cronifica e intensifica, se puede operar la zona para eliminar la variz, con lo cual desaparecerá el dolor.
2. Hernia testicular
La hernia inginal no es nada infrecuente, aunque muchas veces no aporta síntomas y se queda en una pequeña fisura en los músculos de la pared abdominal. Otras veces, en cambio, propicia que un trozo de intestino se cuele por la fisura y se adentre en el escroto provocando inflamación y dolor, que se puede agravar al levantarnos, doblarnos o levantar pesos. Este trozo de intestino puede volver a su sitio al caminar o recuperar la postura, o bien quedarse, en cuyo caso será preciso una cirugía para suturar la fisura, algo que deberá decidir el médico.
3. Epididimitis
Es la inflamación del epidídimo, el órgano situado en el borde superior del testículo, que es especialmente sensible al dolor. Puede tener diversas causas, pero si persiste tras tomar antiinflamatorios, es posiblemente debido a una infección bacteriana. La misma puede haber sido causada por un coito anal, pero también por una inflamación prostática con heridas, con lo cual habrá que mirar el estado de la próstata. Se cura con antibióticos.
4. Prostatitis
La inflamación de la próstata, algo nada infrecuente entre los hombres mayores de 60 años, puede, sin llevar a provocar infecciones bacterianas, tener como uno de los síntomas el dolor testicular. La valoración de la misma deberá hacerla el urólogo.
5. Paperas
Aunque son muy infrecuentes en el primer mundo, esta infección viral que afecta las glándulas salivares, cercanas a los oídos, puede pasar a los testículos provocando dolor intenso. De esta forma puede ocurrir que tras un episodio de paperas, se sienta dolor testicular. Para tratarlo, normalmente se utilizan medicamentos antiinflamatorios y analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol, para aliviar los síntomas. Pero también es necesario hacer reposo y beber bastante agua durante el día para ayudar al cuerpo a eliminar el virus.
6. Torsión testicular
La torsión testicular normalmente es una situación de emergencia que es más común antes de los 25 años, provocando un dolor muy intenso. Ahora bien, puede darse el caso de que esta torsión no se produzca del todo, provocando un malestar constante y un dolor intenso intermitente o en función de los movimientos que hagamos. Si sospechamos que padecemos una torsión testicular, deberemos acudir de urgencia al médico para que valore una intervención quirúrgica con el fin de devolver el testículo a su posición normal, o de lo contrario pueden surgir problemas de infertilidad o incluso la pérdida del testículo.
7. Cáncer de testículo
Como se ha comentado es infrecuente que un tumor testicular provoque dolor, pero no hay que descartarlo, y ante todo nunca se puede valorar la existencia de cáncer por un dolor en la zona. Deberá ser el urólogo quien lo diagnostique.
J.S.