Durante un fin de semana, los líderes de las mayores economías del mundo se reunieron en Delhi con dos platos en el menú: geopolítica y mijo. India aprovechó su presidencia del G20 para impulsar la imagen del país como potencia económica y líder del Sur global, pero también como plataforma para dar a conocer el humilde mijo, un cereal ambientalmente sostenible, descuidado durante mucho tiempo, que el gobierno del país está promoviendo. Tras convencer a la Asamblea General de la ONU para que declarara este año “Año Internacional del Mijo”, el sábado 9 y el domingo 10 de septiembre los líderes extranjeros fueron agasajados con un almuerzo especialmente diseñado para demostrar que el mijo no se merece su pobre reputación.
Entre las entradas servidas a los invitados figuraban hojas crocantes de mijo cubiertas de yogur y chutney, y el plato principal era una galette de yaca con hongos bosque glaseados, mijo y arroz rojo de Kerala. El mijo llegó incluso al postre: un budín de mijo japonés perfumado con cardamomo. Entre las actividades programadas para los cónyuges de los líderes del G20, incluida la esposa de Rishi Sunak, Akshata Murty, figuraba “una visita a una experiencia de mijo de la granja al tenedor”.
La India es el mayor productor mundial de mijo, y el cereal llegó a representar un tercio de la canasta de alimentos del país, pero en las últimas décadas prácticamente ha desaparecido de la gastronomía local. Sin embargo, es uno de los cultivos más resistentes y puede cultivarse en entornos duros y calurosos, y, a diferencia del arroz, no requiere grandes cantidades de agua, lo que lo convierte en un cultivo mucho más respetuoso con el medio ambiente y rentable para los agricultores.
El gobierno indio confía en que pueda provocar una fiebre mundial por el mijo, similar al repentino resurgimiento de la quinoa después de que este cereal fuera aclamado como “superalimento” y se hiciera extremadamente popular en Occidente.
Los hoteles de Delhi que acogieron a los líderes mundiales también recibieron con entusiasmo el memo sobre el mijo. Deepak Rana, jefe de cocina del hotel Roseate Ganges, diseñó un thali completo a base de mijo, que incluía panqueques de mijo. Rechazando la fama de insípido del mijo, describió su sabor como “muy sutil, como el de la palta. Hay que añadir algunas especias para realzar su sabor, lo que no es muy difícil de hacer”.
“Es la primera vez que cocinamos platos a base de mijo a tan gran escala”, dijo Rana. “Personalmente, pertenezco a la zona de Garhwal, en Uttarakhand, donde llevamos mucho tiempo utilizando mijo. Ahora hemos hecho muchos experimentos sobre cómo incluirlo en el menú”.
Ankur Gulati, chef ejecutivo del hotel Claridges de Delhi, donde se alojaba Emmanuel Macron, dijo que el mijo se había incorporado a casi todos los elementos de su menú para los invitados a la cumbre del G20, por lo que era difícil evitar el cereal. Los cocineros no sólo han preparado especialidades indias para el desayuno como idli, dosa, poha y puris con ragi (mijo africano), sino también pasta de mijo, risotto de mijo, ravioles de mijo, fideos de mijo, arroz frito de mijo y pad thai de mijo.
“La gente tiene la idea equivocada de que el mijo no es sabroso”, dice Gulati. Es sabroso, pero depende de cómo se prepare“.
“Sí, el mijo es un poco difícil de digerir, pero si se cocina de la forma adecuada, los sabores salen realmente bien”.
En el Taj Palace, donde se alojaba el primer ministro chino, Li Qiang, el chef Mohd Mushtaq declaró que le había sorprendido lo bien que habían salido sus experimentos con el mijo.
Su invento favorito ahora en el menú era una variante del khichdi, un plato indio tradicionalmente elaborado con arroz y lentejas, que sustituía por mijo. “Ha salido muy bien; no había probado un khichdi tan delicioso en toda mi vida”, afirma.
“Todas las comidas llevan mijo de una forma u otra”, añade, y augura un gran futuro a este cereal: “Tal y como están saliendo los platos a base de mijo, creo que pronto será algo habitual en los restaurantes de la India y del extranjero”.
Traducción de Santiago Armando