En el verano de 2019 un bombero de la localidad madrileña de Parla contactó con los dueños de una agencia de lotería de Alcobendas, en la otra punta de la región. Se ofreció a ayudarlos a vender décimos de lotería de Navidad entre sus compañeros y, durante meses, estuvo llevándose los billetes. Tres años después, este bombero de la Comunidad de Madrid fue condenado a cinco años de cárcel por un delito de estafa: se quedó con el dinero de los billetes y dejó un agujero de casi 140.000 euros (unos 25 millones de pesos) que obligó a sus víctimas a vender la agencia de la agencia de lotería, su único medio de vida. Hay más investigaciones en marcha y juicios pasados y pendientes por engaños similares de este estafador con antecedentes.
La sentencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es, refleja que en agosto de 2019 este bombero contactó con la familia que gestionaba la agencia de lotería 'Las Brujas' de Alcobendas y se ofreció a ayudarles a vender billetes. La dinámica era darle a él los billetes de lotería y que él consiguiera venderlos entre los bomberos de toda la región. Además, dijo, él era instructor dentro del cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid y eso le permitía llegar a mucha más gente.
Lo que no sabía la mujer que regentaba esta agencia de lotería es que el bombero que había venido a salvar su negocio era, en realidad, un estafador especializado en este tipo de engaños. Apenas un mes antes de aparecer en la puerta de su negocio, los tribunales le habían condenado a un año de cárcel por estafar 6.000 euros a otra agencia de lotería del barrio de Salamanca con la misma promesa: vender billetes entre los bomberos.
La realidad es que este bombero estafador se llevaba las participaciones y reingresaba pequeñas cantidades de dinero para no levantar sospechas, pero con el paso del tiempo el dinero dejó de fluir de vuelta a la agencia de lotería de Alcobendas. Muchos viernes enviaba pantallazos de transferencias que nunca se habían realizado.
Pocos meses después, Loterías descubrió un agujero de más de 170.000 euros (más de un millón de pesos argentinos) en las cuentas de la agencia y la familia tuvo que vender el que hasta entonces había sido su único modo de vida. Con el tiempo, recibieron la llamada de una de las víctimas anteriores de este bombero y se decidieron a denunciarle, descubriendo que habían sido una víctima más en la lista de afectados de este estafador especializado en la lotería.
Su primera condena firme fue de un año de cárcel y ahora la Audiencia Provincial de Madrid acaba de firmar la segunda, todavía recurrible: cinco años de prisión por un delito de estafa agravada. La condena, que implica la entrada obligatoria en prisión en caso de ser declarada firme, también obliga a indemnizar a las víctimas con más de 140.000 euros además de pagar una multa de otros 3.000 euros más. En total se quedó con 111.600 euros del Gordo de Navidad, otros 6.600 de El Niño y 20.000 más euros de quinielas y otros sorteos.
“Numerosas denuncias” por estafas similares
Se trata de la segunda condena por este tipo de estafa emitida por un tribunal madrileño contra este bombero, pero no es la única investigación en curso. La sentencia refleja que existen “numerosas denuncias” contra él relativas a “actuaciones de la misma naturaleza” en distintas administraciones de lotería. Detrás hubo una “relevante investigación policial” sobre varias estafas y que fueron remitidas a distintos juzgados.
Dos de estos afectados comparecieron en este juicio, siendo uno de ellos el que alertó a la perjudicada de Alcobendas que podía haber sido estafada por este bombero. El acusado tenía deudas con los dos que superaban, unidas, los 90.000 euros e intentó saldarlas con los beneficios obtenidos en esta última estafa. Él mismo afirmó ante la Policía que tenía una deuda de medio millón de euros “de negocios anteriores”.
Otro de los afectados relató que el bombero le ofreció rebajar la deuda con la venta de lotería de Navidad “de cinco administraciones diferentes”. Y la víctima de este último caso explicó que, además, mintió sobre su verdadera posición laboral dentro del cuerpo de bomberos, haciéndose pasar por instructor.
Los jueces entienden que todo formó parte de una nueva estafa por parte de este bombero radicado en Parla: “Se presentó en la negociación como una persona profesionalmente acreditada al tratarse de un bombero, con el respeto y reconocimiento social que conlleva dicho trabajo, y afirmando además falsamente su condición de Instructor del Cuerpo de Bomberos, condición que en realidad no reunía, para aportar así una mayor apariencia de solidez y solvencia”.
Se trata de una estafa similar a la que le costó un año de cárcel apenas un mes antes de ir a buscar más víctimas a la localidad madrileña de Alcobendas. En ese primer caso, según ha sabido elDiario.es, el bombero acudió a una agencia de lotería del barrio madrileño de Salamanca con el mismo ofrecimiento: vender sus billetes “entre los dieciséis parques de bomberos de la Comunidad de Madrid”. El cheque que le entregó llevaba a una cuenta sin fondos, el dinero de la venta de billetes nunca apareció y la afectada tuvo que pedir un crédito bancario para no cerrar el negocio.