El canciller austriaco Sebastian Kurz, al frente de una coalición conservador-ecologista desde enero de 2020, anunció este sábado su dimisión. Lo hace en medio de un escándalo de corrupción que le salpica a él, a su círculo más íntimo de colaboradores y a su partido (el ÖVP).
“Quiero ceder el espacio para evitar el caos y garantizar la estabilidad”, aseguró Kurz. Al frente de la Cancillería federal se pondrá el actual ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, mientras que Kurz pasará a ocupar el cargo de portavoz parlamentario de su formación.
El pasado miércoles, la policía austriaca registro la sede del ÖVP y algunos de los despachos de la Cancillería, según informaron medios del país. Kurz era el principal invitado en activo en la pasada Convención Nacional del PP y debía compartir escenario con Pablo Casado en el cierre del evento, en Valencia. Finalmente excusó su asistencia y mandó un video de apoyo al líder de la derecha española.
Durante su comparecencia el ya excanciller aseguró que las acusaciones de la Fiscalía anticorrupción contra él son “falsas”. Todavía no se conoce oficialmente qué delitos está investigando la Fiscalía, aunque algunos medios del país relacionan los registros con el caso de financiación ilegal que ya salpicó a Kurz en el pasado y que obligaron a romper la coalición de gobierno con la ultraderecha.
Según estas informaciones, se estarían buscando pruebas de los pagos desde el Gobierno y desde el partido para publicar publicidad y encuestas favorables tanto al Ejecutivo como al ÖVP (Partido Popular Austriaco).
Cediéndole el testigo a Schallenberg, Kurz pretende mantener la coalición de Gobierno con Los Verdes y evitar así que se forme una alianza contra el ÖVP, con los propios ecologista y los opositores socialdemócratas, liberales y ultraderechistas.