El candidato a presidente de Taiwán del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), William Lai (Lai Ching-te), obtuvo el 40,3% de los votos, según datos de la Comisión Electoral Central (CEC). El actual vicepresidente de la isla se impuso así a los aspirantes opositores del Kuomintang (KMT) y del Partido Popular de Taiwán (PPT).
Con un 96% de las mesas escrutadas, Lai superó con holgura a los candidatos opositores Hou Yu-ih (KMT), que obtuvo un 33,4% de los votos, y Ko Wen-je (PPT), con un 26,3% de papeletas. Ambos comparecieron ya públicamente para reconocer su derrota.
Este resultado marca un triunfo sin precedentes en la historia democrática de Taiwán, que verá por primera vez al mismo partido presidiendo la isla durante tres mandatos consecutivos desde las primeras elecciones democráticas en 1996.
Lai, el candidato despreciado por China
Las elecciones confirmaron además la victoria del aspirante más despreciado por China. Lai fue calificado por el gobierno de Pekín como “un completo alborotador” y de “separatista”, por lo que su próximo ejecutivo marcará las relaciones diplomáticas tanto con China como en toda la región.
Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada como una provincia rebelde por China, es un punto de tensión histórica en Asia y también entre los gobiernos de Washington y Pekín. Mientras que China persigue la “reunificación” del territorio de Taiwán, EEUU garantizó tradicionalmente que defenderá a Taiwán en el caso de una invasión por parte de Pekín.
En este contexto, la candidatura de Lai suponía la continuidad del gobierno anterior, que apostó por reforzar sus relaciones con EE UU, frente al líder opositor del Kuomintang, Hou You-yi, que defendió de una apertura hacia China con el objetivo de aumentar también los vínculos económicos.
La actual presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen (PDP), ocupaba la máxima magistratura de la isla desde 2016, pero no pudo presentarse a un tercer mandato por limitación constitucional. Más de 19,5 millones de taiwaneses estaban llamados a las urnas para elegir a su nuevo presidente, en un contexto marcado por el recrudecimiento de las tensiones con China.
El aspirante del PDP, que se definió a sí mismo en el pasado como un “pragmático trabajador por la independencia de Taiwán”, presentó estas elecciones como una pugna entre “democracia” y “autocracia”, mientras que el postulante del KMT reiteró que sólo una victoria opositora, más proclive al diálogo con Pekín, podría evitar una “guerra” con China.
Los candidatos opositores reconocen la victoria de Lai
“Respeto la decisión final del pueblo de Taiwán. Felicito a Lai y a Hsiao (Bi-khim). Por favor, no fallen las expectativas de los taiwaneses”, manifestó Hou desde la sede del KMT, en donde compareció acompañado de varios miembros de su partido.
Durante su discurso, en el que se lo vio visiblemente emocionado, Hou reclamó al nuevo Gobierno “que escuche las voces de los taiwaneses”, al tiempo que instó a mantener la “unidad” en momentos de “crisis” en el estrecho de Formosa.
“Lo único que quería hacer era unir Taiwán, esa es mi esperanza. Tengo fuertes sentimientos con Taiwán afrontando la crisis en el estrecho. Realmente debemos encarar estos problemas, para que la gente de Taiwán pueda vivir en paz”, señaló el exalcalde de Nueva Taipéi.
En un tono más festivo, Ko Wen-je agradeció públicamente a sus seguidores el apoyo recibido durante las últimas semanas, pese a los “ataques” recibidos por las otras dos fuerzas en liza. “Mañana seguiré levantándome a las 7:30 para ir a trabajar”, dijo.
Durante esta jornada, los taiwaneses también votaron la renovación de los 113 escaños que componen el Yuan Legislativo (Parlamento), cuya nueva configuración se conocerá durante la noche.