El Consejo Nacional de Secretarios de la Salud Estatal (CONASS) de Brasil cuenta con 27 miembros quienes, respectivamente, representan a los secretarios o ministros de Salud de los 26 estados y el Distrito Federal de Brasilia que juntos comprende la entera organización política territorial del país. El CONASS dio a conocer públicamente una carta abierta dirigida “a la nación brasileña” en la que afirma que el país se encuentra en el momento más sombrío de la crisis causada por el Covid-19. En efecto, en la actualidad Brasil sigue acercándose a los 11 millones de contagios y ha superado el cuarto de millón de muertes: el peor momento nacional de la pandemia mundial. La carta finaliza con el sentido y dramático pedido del establecimiento en Brasil de un “Pacto Nacional por la Vida” que reúna a todos los poderes, sociedad civil, representantes de la industria y el comercio, de las grandes instituciones religiosas y académicas del país, “mediante autorización expresa y determinación legislativa del Congreso Nacional.
El destinatario no mencionado, pero para todos evidente, de la carta es el presidente Jair Bolsonaro, quien desde el comienzo de la pandemia atacó las medidas de aislamiento y criticó fuertemente a los gobernadores y alcaldes que imponen toques de queda y cierres comerciales. En el fin de semana, Bolsonaro renovó sus ataques a los gobernadores y no se privó de sugerir que no utilizan adecuadamente los recursos enviados por el gobierno federal. Sin demora, los gobernadores replicaron que el presidente sólo prioriza los conflictos en desmedro de la salud de los ciudadanos y ciudadanas del país más grande de Latinoamérica.
Enmarcado en esta crisis, el documento del CONASS expresa el balance y resultado negativo de las recomendaciones seguidas para enfrentar la pandemia y, en consecuencia, exige la adopción inmediata de medidas a fin de evitar el colapso total del sistema de salud pública y privada. Entre ellas, un toque de queda de alcance nacional que se iniciaría a las 20.00 y se extendería hasta las 06.00; la suspensión de las clases presenciales; la restricción de actividades no esenciales; el aislamiento en los hogares de las regiones más castigadas con ocupación de camas superior al 85% y tendencia al alza en el número de infectados y fallecidos; el cierre de bares y playas; el cierre de las fronteras internacionales; la adopción del trabajo a distancia; la prohibición de eventos presenciales como conciertos, congresos, actividades religiosas, deportivas y afines.
Los indicadores epidemiológicos y la capacidad del servicio de salud muestran en todo el país diferencias entre las regiones. Hay en ciudades como Curitiba, una tasa de ocupación de unidades de terapia intensiva (UCI) que alcanza el 90%, Florianópolis, 96,2% y Goiânia 94,4%.
El CONASS también hace expresa mención de factores que inciden en la difícil situación de la nación brasileña agravada por la ausencia de una política nacional sanitaria para enfrentar y combatir la pandemia. “Lamentablemente, la baja cobertura de vacunación y el lento suministro de vacunas aún no permiten revertir esta situación en el corto plazo”. “La ausencia de un enfoque nacional unificado y coherente dificultó la adopción e implementación de medidas calificadas para reducir las interacciones sociales que se intensificaron durante el período electoral, al final del año, las reuniones y festividades de verano y carnaval. Protección y circulación de nuevas cepas del virus provocó el agravamiento de la crisis sanitaria y social, esta última intensificada por la suspensión de las ayudas de emergencia”.
En otro apartado de este documento público, los ministros de Salud estaduales solicitan que se vuelva a reconocer la situación de emergencia sanitaria en todo el país. La vigencia se había suspendido en diciembre de 2020, y hasta ese momento se había podido contar con recursos extraordinarios del Tesoro para enfrentar la enfermedad.
En la misma perspectiva, los ministros de Salud estaduales reiteran el pedido de que se habiliten los recursos necesarios para la compra de las vacunas y se implementen dos planes nacionales. Uno, en comunicación, para reforzar las medidas preventivas. Y otro en la economía, “con devolución inmediata de ayudas de emergencia”.