De las elecciones de mayo, las dos primeras se celebraron en Asia, en el indopacífico, en dos días seguidos, y las dos ya tienen ganador. El domingo 8 de mayo, en Hong Kong se impuso el oficialismo chino con candidato único. El lunes 9 de mayo se impuso en Filipinas en primera vuelta, y con el doble de votos que la única otra candidatura competitiva, Ferdinand 'Bongbong’ Marcos. En Filipinas el presidente saliente no puede aspirar a una reelección, y es así que el derechismo del presidente Rodrigo Duterte sólo ha podido continuarse en la persona de otro derechista. Acaso todavía más derechista de él, y con un linaje o genealogía dictatorial dinástica, porque el presidente electo es el hijo y homónimo del dictador Ferdinand Marcos.
1. Filipinas y las dinastías de la derecha
El presidente electo hizo una sostenida, exitosa, contagiosa campaña ganadora, alegre y positiva, multitudinaria, popular y pegadiza como sus jingles. Invitó al electorado filipino a contemplar el panorama de un futuro sin duda rico en múltiples oportunidades y alternativas, todas favorables. Pero entre todos los caminos abiertos, 'Bongpong' señaló cuál era el atajo: para avanzar rápido hacia delante bastaba con poner marcha atrás. La felicidad llegaría veloz si Filipinas se abstenía de fatigosas aventuras y votaba por emular el más próspero de sus pasados. La invitación de Marcos Jr a mirar sólo al porvenir equivalía a convertir en votos la nostalgia prefabricada por sólo uno de sus pretéritos, el de las dos décadas (1965-1986) de gobierno -desde luego, no de 'dictadura'- de su padre Marcos Sr y de su madre Imelda, muy proactiva y espectacular Primera Dama. Un mensaje equivalente al que han sabido hacer oír en los últimos años algunos sectores del Partido Colorado en Paraguay, evocando los largos decenios en el poder del presidente Alfredo Stroessner depuesto en 1989: “Éramos felices pero no lo sabíamos”.
La victoria electoral de 'Bongbong' ha sido el triunfo aplastante del revisionismo histórico. O de la falsificación de la memoria y las fake news, consumada con los mejores recursos que aportan para este fin las redes sociales. Esta ha sido la campaña antagónica del frente progresista derrotado, liderado por una candidata mujer, Leni Robredo, que obtuvo la mitad de los votos que Marcos Jr en este archipiélago mayoritariamente católico del sudeste asiático, de 105 millones de habitantes, que fue colonia española desde el siglo XVI hasta volverse semicolonia norteamericana a fines del siglo XIX. Tanto las violaciones de DDHH bajo la Ley Marcial que Marcos Sr impuso en 1972, como las penurias económicas que endeudaron gravosamente al país con el FMI, han sido eludidas o maquilladas en el relato de 'Bongbong', que 36 años atrás huyó de la capital Manila en el mismo helicóptero que su padre, derrocado por una revolución pacífica.
La mayor parte del electorado filipino nació después de aquel 25 de febrero de 1986 en el que la familia Marcos fue aerotransportada por las FFAA de EEUU, una juventud demográfica que colabora con el programa de rehabilitación de la dictadura por el presidente electo. En Filipinas, presidente y vice se eligen por separado. La compañera de fórmula de Marcos Jr era una Duterte Jr: Sara, hija del actual presidente Rodrigo Duterte.
2. En Hong Kong gobierna (sólo) Pekín
Un día antes que Marcos Jr, también en Asia, también en el Indopacífico, fue elegido al frente del Ejecutivo un candidato continuista también de 64 años como el filipino. John Lee será el próximo Jefe de Gobierno de la Región Administrativa Especial china de Hong Kong. Ya era el número 2 en la actual administración pro-Pekín de Carrie Lam. El resultado de la elección del domingo 8 de mayo no fue una una sorpresa. Lee era el único candidato en el cuarto oscuro.
Lee asumirá el 1°de julio, en la fecha del 25 aniversario del retorno a la República Popular del territorio de la ciudad y puerto de Hong Kong, que hasta entonces había permanecido durante un siglo y medio como una concesión del Imperio Chino al Imperio Británico. Su asunción marcará también, en los hechos, el final definitivo del régimen “Un país, dos sistemas” instaurado como fórmula sui-generis para Hong Kong en 1997, y retenida ahora, precisamente, sólo como fórmula optimista.
3. En el Líbano, la salvación se llama siempre Hizbolá
El domingo 15 de mayo, en medio de las incertidumbres del horizonte del Líbano, que padece la peor crisis económica del siglo, hay una certeza inquebrantable. La de que el partido shiita Hizbolá será quien salga mejor parado en una elección general que prometía barrer con los otros partidos tradicionales, sunitas y cristianos, de la élite política.
4. Australia, alternancia postergada o realizada
La única elección de resultado dudoso para los sondeos de intención de voto es la de Australia. El sábado 21 el centro derechista partido Liberal buscará retener el poder frente a la cada vez más popular oposición del Laborista. El primer ministro Scott Morrison tuvo porcentajes récord de aprobación durante la pandemia. Acusaciones de sexismo le han hecho perder intención de voto femenino, y el costo de vida ha carcomido su popularidad en toda su base.
5. Colombia gira a la izquierda
Por último, en las elecciones presidenciales de Colombia del domingo 29, el favorito es el izquierdista Gustavo Petro, cuya vida ha corrido peligro estos días. Es probable una victoria histórica del Pacto Histórico, como es muy posible la del Partido de los Trabajadores (PT) en las presidenciales de Brasil en octubre.
En el año de la guerra en Ucrania, el candidato petista Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva dice que la responsabilidad del presidente ucraniano Volodimir Zelenski es tan grave como la del presidente ruso Vladimir Putin que ordenó el 24 de febrero la iniciación de las operaciones militares. Si el expresidente derrotara a Jair Messias Bolsonaro, que busca su reelección, y ganara por tercera vez en su vida las elecciones en Brasil, sumando su victoria a la de Petro en Colombia, las seis mayores economías de Latinoamérica tendrían gobiernos orientados a la izquierda.
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