Paraguay Elecciones 2023 - Análisis

A diez días de las presidenciales, la ventaja sigue siendo del oficialismo colorado

20 de abril de 2023 12:05 h

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Paraguay el 30 de abril celebrará elecciones  generales, las octavas desde el golpe de Estado de 1989 que depuso al general Alfredo Stroessner quien gobernó el país desde 1954  y por  35 años. Y será la primera después de la pandemia global del Covid 19 en un marco de nuevos gobiernos progresistas en la región

Más de 5 millones de paraguayas y paraguayos  votarán quiénes ocuparán los cargos los próximos cinco años a partir del 15 de agosto de la presidencia y la vicepresidencia. También por las bancas de 45 senadores (más 30 suplentes), 17 gobernadores y sus 17 juntas departamentales.  La mayoría de las candidaturas son masculinas y muy poco diversas. Del total de los postulantes, 9. 095 son varones, solo 2.997 son mujeres.  Menos del 1% de las candidaturas provienen de los 19 pueblos originarios  que viven en Paraguay.

De las candidaturas presentadas a la presidencia, según los sondeos preliminares de opinión, los candidatos  que tienen mayores posibilidades de éxito cuentan con el apoyo de los partidos tradicionales que superan en aparato y afiliados al resto de las fuerzas políticas. Santiago Peña, por la nacionalista, republicana y conservadora Asociación Nacional Republicana, conocido como Partido Colorado (ANR-PC ) y Efraín Alegre por progresista Concertación para un Nuevo  Paraguay, que cuenta con el apoyo del hoy centrista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).  

El economista Peña graduado en la Universidad Católica Nuestra Señora de Asunción y master en administración pública por la Universidad de Columbia, perteneció al PLRA hasta que se afilió al PC cuando se integró a la gestión del ex presidente  Horacio Cartes (2013-2018) como Ministro de Hacienda (2015-2017) Finalizado el mandato de CartesPeña integra el directorio del Banco Basa (ex banco Amambay) propiedad del ex presidente Cartes.

Alegre, ex ministro de Obras Pública en el mandato del expresidente  Fernando Lugo (2008-2012), ejerce la presidencia del PLRA donde se afilió  siguiendo a Domingo Laino, opositor de del general Stroessner. Es su  tercera  postulación a la presidencia. La primera en 2013 obtuvo 36,2% de los votos frente al 45,8% del vencedor, el  colorado Cartes. La segunda, fue derrotado por el actual presidente el colorado Aldo Benítez solo por 3,7 puntos de diferencia.

También disputan la silla presidencial, entre catorce duplas,  el derechista Paraguayo Cubas, por el Partido Cruzada Nacional (PCN); el disidente colorado Euclides Acevedo, del Movimiento Nueva República; y José Luis Chilavert del Partido de la Juventud, recordado por ser el arquero  de la selección paraguaya de fútbol y destacado deportista de América Latina en las últimas décadas.

Sistema partidista, uno de los más antiguos de Sudamérica (y del mundo)

La pugna por el poder en estas elecciones renovará el enfrentamiento histórico que han sostenido el Partido Colorado y el Partido Liberal Radical Auténtico (con el color azul-celeste como distintivo) desde la  fundación de ambos en 1887,  en un Paraguay devastado por la pérdida de gran parte de su población, territorio   e independencia económica consecuencia de la Guerra de la Triple Alianza o Guerra Guasu (1864-1870). Dos fuerzas antagónicas y decisivas en la vida política de la nación que dirigieron golpes, revoluciones, guerra civil, dictaduras y juicio express. 

El Partido Colorado gobernó desde su creación  hasta la Revolución de 1904, el inicio de una era liberal finalizada 36 años después. Los colorados volvieron al poder en 1946 y ejercieron el gobierno unicolor más largo de la historia, hasta el 2008.  

Los colorados volvieron al poder en Paraguay en 1946 y ejercieron el gobierno unicolor más largo de la historia, no sólo nacional, hasta 2008, cuando el obispo católico Fernando Lugo derrotó a la candidata presidencial colorada Blanca Ovelar.

En ese extenso arco temporal sucedieron la dictadura del general Higinio Morinigo (1940-1948) y la Guerra Civil de 1947, un ciclo de presidencias inestables (de 1948 a 1954), y la asunción al poder del general Alfredo Stroessner en 1954.

Durante el stronato el antiguo bipartidismo cedió ante un Partido Colorado hegemónico, aliado del Estado y las FFAA: un triángulo dictatorial que debilitó al opositor Partido Liberal y a cualquier fuerza contraía al régimen. Sin embargo la  caída del gobierno  militar y colorado más largo de Sudamérica no impidió que el partido triunfara en las cuatro sucesivas elecciones generales celebradas entre de 1989  y 2003.  La derrota en los comicios de 2008, no fue por un liberal sino por el ex obispo Fernando Lugo, integrante del tradicional Partido Liberal.  Lugo no alcanzó a terminar su mandato; en 2012 fue destituido en un juicio político, con los votos del propio PLRA que lo había llevado a la presidencia. El PLRA volvió al poder en el 2012  hasta agosto del 2013 con Federico Franco, que había sido electo como vicepresidente en el 2008. Aun así, la ruptura de la alianza entre los liberales y la izquierda allanó el camino para el retorno al poder del PC, apenas 5 años después, en 2013, el empresario multimillanario Cartes se impuso ante  Alegre por casi 9% de los votos que mostró una vez más  la puesta en marcha en el aparato político la mayor parte basada el aparato de estado y el clientelismo electoral.

Excepciones que pusieron a prueba la regla

El único sector que rompió la hegemonía de colorados y liberales desde la creación de estos partidos políticos fue el movimiento febrerista sobre la base de ex combatientes de la Guerra del Chaco (1932-1935) liderado por Rafael Franco, quien con el apoyo de militares, estudiantes, campesinos y obreros accedió al   poder entre febrero de 1936 y agosto de 1937, formando parte del gobierno de coalición en 1946. Se convirtió en el Partido Revolucionario Febrerista (PRF) en 1951.

En 1960 se formó el Movimiento Social Cristiano, que luego fue en 1965 el Partido Demócrata Cristiano (PDC). Otros dos partidos, el Comunista Paraguayo (PCP) y el de los Trabajadores (PT), tuvieron alta participación en la lucha contra el autoritarismo  de Stroessner pero con poco peso político representativo en el Congreso.

Internas coloradas

Los referentes del PC, el actual presidente Benítez y ex presidente Cartes se hallan enfrentados por obtener el control interno de este partido institucionalizado a la manera del PRI mexicano. Ambos han esgrimido como excusa mutuas y explícitas acusaciones de corrupción. El primero,  imputa de contrabandista a su rival, el segundo no vacila en denunciar que el actual presidente promueve la campaña en su contra cuyo resultado son las sanciones impuestas por EEUU

Benítez, líder  de la corriente Fuerza Republicana, promovió sin éxito la candidatura de Arnoldo Wiens, su ex ministro de Obras Públicas, luego de fracasar en la de su ex vicepresidente Hugo Velásquez  que debió bajarse por la calificación de “significativamente corrupto” sostenida por EE UU.  Cartes a la cabeza de Honor Colorado  impulsó a Peña, su ex ministro de Hacienda y obtuvo un aplastante triunfo que le valió también ser proclamado como nuevo presidente del partido.

Peña - acusado por Wiens de “empleado del patrón” que necesita volver al poder para conseguir impunidad-  que parecía  más moderado en las internas acusó a sus adversarios de pillos y peajeros cuando se conoció un supuesto negociado con petróleo de Venezuela (PSVSA), triunfó en las primarias el 18 de diciembre de 2022. En esa ocasión proclamó: “Este sueño es el sueño de Paraguay con más oportunidades para todos. Hoy ganamos todos”.  Poco tiempo después, se produjo el clásico abrazo republicano entre los dos candidatos colorados a la presidencia: el vencedor y el vencido.

Las campañas presidenciales de los colorados y azules

El PC o ANR  padece una restricción económica dado que los bancos no le otorgaron los créditos solicitados de 37.000 millones de guaraníes (más de 5 millones de dólares) para el financiamiento de 768 candidaturas partidarias. La razón se debe a que Cartes a raíz de las sanciones por corrupción impuestas por EEUU tiene bloqueado el uso de sistema financiero de ese país y delegó la gestión de los créditos en manos de la Junta de gobierno del partido que hasta ahora no ha obtenido éxito en la gestión faltando semanas de las elecciones general. En consecuencia, aumentó el clima de incertidumbre entre los colorados  y ha amenguado el vigor de la campaña electoral a tal punto que parte de la dirigencia pidió la renuncia de Cartes.

Peña centró su campaña proselitista presidencial en control de la inflación y la promesa de crear 500.00o nuevos empleos en un quinquenio. Paraguay auguró debe ser plaza privilegiada para inversiones extranjeras. “Más linces y menos motochorros” fue uno de sus lemas, aludiendo al Grupo Lince grupo motorizado de la Policía Nacional abocado principalmente a la seguridad de las calles. En su afán de seducir los votos de la derecha conservadora, el 28 de febrero pasado elogió al General Stroessner como el autor “responsable de más de 50 años de seguridad en Paraguay”.

Cartes  representa a su grupo económico de más de 70 empresas que abarcan la ganadería, finanzas, industria tabacalera, cementera, bebidas, la alimentación, en el ramo de la hotelería, el sector inmobiliario, grandes medios de comunicación, entre otros. Alegre  el principal adversario político de Cartes, representa a grupos empresariales de diferentes sectores, locales y del exterior, afectados por la fuerte irrupción del “cartismo” en el mercado.

Alegre ganador de las internas de Concertación de un Nuevo Paraguay integra la fórmula presidencial con Soledad Nuñez, ex secretaria de Vivienda y Habitat durante el mandato de Cartes. El santo y seña de su campaña se ha asentado en la corrupción “¿Qué Paraguay queremos para nuestras familias?” “¿El Paraguay de Cartes, la mafia y la corrupción o un Paraguay de esperanzas y oportunidades para nuestras familias?”. No dudó en sostener el proceso de mexicanización que asola al país por la presencia del crimen organizado y las mafias. A la vez  en oposición a la declarada inclinación privatista de Peña, ha prometido la recuperación del sistema de salud, “público gratuito y de calidad” con medicamentos gratuitos y reducción del 50% del pasaje de transporte público para los estudiantes  universitarios

La Concertación para un Nuevo Paraguay

La Concertación aglutina la oferta opositora en una única fórmula a las elecciones presidenciales y ya acordó 12 ejes programáticos comunes en áreas como salud, educación, desarrollo social, la gestión de Itaipú y Yacyretá y la seguridad alimentaria. Entre los espacios que componen la concertación se destacan el histórico PLRA, el Frente Guasu-Ñemongeta (FG) agrupación progresista que tiene como referente al expresidente Lugo, el centroizquierdista Partido Encuentro Nacional (PEN)de la popular diputada Kattya González, el conservador Patria Querida y el Movimiento Despertar que agrupa a candidatos independientes que se suman a la Concertación. La Concertación no se extiende a las elecciones a las gobernaciones departamentales y al Congreso, instituciones a las que las distintas fuerzas políticas presentarán sus propias candidaturas independientes.

El apoyo del FG es central. No por casualidad Alegre declaró que ex presidente Lugo quien se encontraba internado en una clínica de la ciudad de Buenos Aires, recuperándose de un ACV “es la figura más importante de la Concertación y tendrá un rol protagónico en este proceso y en el gobierno”. La candidata presidencial de esa fuerza, Esperanza Martínez declinó su postulación el 15 de agosto 2022 para apoyar e integrar el gran frente anticolorado.

Los programas de gobierno de los dos principales candidatos, Peña y Alegre -referenciados en los dos partidos tradicionales -ofrecen emismo modelo económico trazado por el FMI, sin promesas de reformas radicalizadas.  La situación puede complejizarse en cuanto provoque diferencias en la Concertación Nacional entre el bloque principal y un sector de la centroizquierda que la integra. La coincidencia que los aglutina -basada  la posibilidad de una alternancia en el poder del Estado ante la hegemonía del PC- podría quebrarse. 

Paulatino quiebre de la hegemonía del bipartidismo

La cantidad de nuevos movimientos y grupos políticos regionales y nacionales de todas las tendencias que participarán de los comicios de abril  señalan que hay un alejamiento paulatino de los dos partidos tradicionales  que sin embargo siguen obteniendo la mayor cantidad de votos en las elecciones.  Un número no menor de “participantes ausentes”, miles jóvenes entre 18 y 25 años de la ciudad y del campo que soportan el desempleo, la exclusión de la educación, no están involucrados con organizaciones políticas y no acuden a votar, que esconden un profundo rechazo a la situación actual que vive el país, sus instituciones y sus políticos corruptos que son elegidos por la manipulación del sistema electoral, los aparatos partidarios y el dinero abundante.

El proceso que se abrirá después de abril no tiene una definición clara de su sentido. En el último año no hubo grandes explosiones de protesta como aconteció en la mayoría de los países de la región lo que no significa que no suceda en la próxima  Presidencia que recibirá un país con una alta deuda, pobreza, corrupción, condiciones de desigualdad muy grandes, la destrucción sistemática e incontrolada del medio ambiente y los desalojos de comunidades campesinas y pueblos originarios enteros con violencia e impunidad, inseguridad, el impacto de los grupos ligados al narcotráfico y una economía que a pesar de estos factores negativos  crece a buen ritmo.

AGB