El Gobierno de Dinamarca ha decidido desde este martes cambiar la estrategia para hacer frente a las altísimas cifras de contagios de Covid-19 que se han registrado en las últimas semanas en el país. La semana empezaba este lunes con 29.084 nuevos contagios, una cifra que viene precedida por el récord de 53.716 nuevos contagios que se registraron el pasado 24 de enero y que contrasta con la media de 7.000 contagios diarios que se mantuvo durante el mes de diciembre.
La tasa de positividad en las pruebas PCR también se ha disparado hasta el 21% en el primer mes del año, mientras que no llegaba al 3% en el mes de diciembre.
Según el Statens Serum Institut, el responsable de esta oleada de contagios sin precedentes en los dos años de pandemia es el sublinaje de la variante ómicron BA.2, que los expertos calculan que puede ser 1,5 veces más contagiosa que el original, BA.1 –el más frecuente a nivel mundial–. BA.2 ya representa hasta el 80% de los nuevos contagios en Dinamarca.
La subvariante de ómicron es más contagiosa que ómicron, pero las personas vacunadas tienen menos posibilidades de contagiarse y, si lo hacen, de infectar a otros, según los datos recogidos entre el 20 de diciembre y el 18 de enero para el primer estudio científico sobre la subvariante de la Universidad de Copenhague y el propio Statens Serum Institute (publicado de manera preliminar, a falta de la revisión por pares).
Cambio de estrategia
A pesar del elevado número de infecciones, siguiendo las recomendaciones del comité científico asesor, el Gobierno danés ha dejado de categorizar al virus del Covid-19 como una enfermedad “crítica para la sociedad”. Hasta ahora este había sido el mecanismo legal que había empleado el Gobierno y el Parlamento para aprobar las medidas restrictivas para frenar la pandemia.
El Gobierno danés ha dejado de categorizar al virus del Covid-19 como una enfermedad "crítica para la sociedad".
Sin embargo, desde este martes, ya no hacen falta el pasaporte Covid ni las mascarillas en espacios interiores. La medida también supone la eliminación de los límites de horarios y de aforo en bares y restaurantes, y la reapertura del ocio nocturno y los grandes conciertos, que permanecían cerrados desde el pasado mes de noviembre.
“Por primera vez, la estrategia será dejar que el virus se expanda por la sociedad”, dice a elDiario.es Jens Lundgren, experto en enfermedades infecciosas en la Universidad de Copenhague. “En las pasadas olas de infecciones, habíamos intentado prevenir que la gente se infectara aplicando limitaciones y restricciones, pero ahora sabemos que con la variante ómicron y la subvariante BA.2 el riesgo de que una persona acabe ingresada en una UCI es muy bajo, por lo tanto, las restricciones ya no tienen sentido”.
El levantamiento de las restricciones fue anunciado la semana pasada por la primera ministra danesa. “Estamos a punto de salir de la sombra del coronavirus”, dijo Mette Frederiksen con tono de satisfacción.
Sin embargo, en Dinamarca, los expertos coinciden en que hay que continuar siguiendo el rastro al sublinaje de ómicron. “Aún no sabemos demasiado acerca de la subvariante BA.2, sabemos que es parecida a ómicron, pero poco más”, dice Jan Pravsgaard Christensen, profesor de inmunología y microbiología en la Universidad de Copenhague.
“Me hubiera gustado que algunas medidas de prevención de la infección se hubieran mantenido durante el mes de febrero, así hubiéramos podido saber cuál era el pico de la infección, pero ahora en febrero se disparará aún más”, dice el experto, que pone de relieve que a pesar de que aun si la infección por BA.2 resulta ser menos grave “ya hay muchos enfermos en las escuelas, en los parvularios y en hospitales”. “Es una situación que empeorará durante las próximas semanas con un aumento aún mayor de las infecciones”.
En los hospitales daneses hay 1.070 pacientes ingresados con COVID-19, el doble que hace un mes. Las autoridades sanitarias aseguran que entre el 30% y el 40% de los pacientes con una PCR positiva están hospitalizados por otras razones y no a causa del coronavirus.
La importancia de la tercera dosis
Lundgren espera que con la llegada de la primavera el virus se reduzca a causa de su gran variación estacional, pero advierte de la importancia de la tercera dosis de la vacuna anti-COVID: “Tenemos que seguir avanzando con la tercera dosis para tratar de dar a la población una inmunidad lo más alta posible”.
Según Pravsgaard, durante el mes de enero el 20% de la población en Copenhague se ha infectado con la variante ómicron o la subvariante BA.2, lo que, según el experto, puede significar una gran ventaja de cara a afrontar el virus. “Ahora es muy contagioso, pero no es grave para la salud. Si conseguimos que un gran número de personas creen inmunidad, sumadas a la población ya vacunada, cada vez será más difícil para el virus encontrar nuevos cuerpos para infectar”, dice.
Actualmente, un 81% de los daneses tiene la pauta inicial de vacunación completa y el 60% cuenta con la tercera dosis. Además, entre la población más vulnerable se está avanzando con la vacunación de la cuarta dosis. Para las autoridades sanitarias ahora el foco está puesto en mantener estas tasas de vacunación elevadas para mantener la inmunidad en los próximos meses.
Viggo Andreasen, profesor de epidemiología matemática en la Universidad de Roskilde, explica que “es cierto que las cifras de infectados son muy elevadas, pero la tercera dosis de la vacuna es lo que nos permite de ahora en adelante eliminar las restricciones”.
Test gratis, masivos y secuenciados
Ya pasó en el mes de diciembre con la aparición de ómicron, y también ahora con la sub-variante BA.2, en que Dinamarca encabeza la lista de países en el mundo con más casos detectados de la nueva subvariante. El país escandinavo concentra el 79% de los casos detectados en el mundo, muy lejos de los siguientes países como Reino Unido (8%), la India (4%) y Suecia (2%).
La explicación es la estrategia para hacer test PCR de forma masiva que durante la pandemia ha desarrollado el Gobierno danés. De forma gratuita, el país tiene la capacidad de hacer unas 200.000 PCR al día, que pueden ser secuenciadas en los laboratorios para distinguir las variantes.
Esta infraestructura a la vez actúa como sistema de alerta de lo que pasará en las próximas semanas en el resto de Europa. “A diferencia de otros países, que solo secuencian el 10% de los test, a nosotros nos permite tener un retrato mucho más exacto de cómo evoluciona la pandemia, explica Pravsgaard. ”De esta forma, estamos más seguros a la hora de tomar las decisiones para gestionar la pandemia“, dice.
Los expertos coinciden en que hará falta esperar unos 14 días para alcanzar el pico de infecciones. “A partir de aquí, prevemos que las infecciones caerán y tendremos una primavera y un verano mucho más plácido que los años anteriores”, explica Jens Lundgren. Sin embargo, matiza: “Esperemos no dar marcha atrás por la aparición de nuevas variantes más peligrosas, cosa que no podemos predecir”.
OGP