“Construir un nuevo Chile más solidario y justo” es la frase que ha repetido como un mantra el recién electo presidente Gabriel Boric, un exlíder estudiantil de izquierda cuyo programa se sustenta sobre tres pilares: más Estado, feminismo y ecologismo.
A sus 35 años, Boric, que encabeza una alianza entre el Frente Amplio y el Partido Comunista, se convirtió en el presidente más votado de la democracia chilena tras imponerse con un 55,8 % de apoyo al ultraderechista José Antonio Kast (44,1 %).
Sus propuestas son vistas por una parte de Chile como una respuesta natural a las demandas de las masivas protestas por la igualdad de 2019. Otros, en por el contrario, sienten que los cambios son demasiado drásticos y podrían traer desequilibrios al que fue uno de los países más estables de América Latina.
Pero, ¿qué es lo que realmente ha prometido el que será el presidente más izquierdista desde el derrocado Salvador Allende (1970-1973)?
Hacia un Estado de bienestar
El futuro mandatario, que sucederá a Sebastián Piñera el 11 de marzo de 2022, es defensor de transitar hacia un Estado de bienestar que cubra ciertos derechos sociales, explicó a Efe la politóloga de la Universidad de Chile María Cristina Escudero.
Busca terminar con la privatización de servicios básicos y acabar con el modelo marcadamente neoliberal que se heredó de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que llevó a Chile a ser el país con más renta per cápita de Suramérica pero el más desigual, según la base de datos independiente World Inequality Database (WID).
Un sistema de salud público de contribución universal (no como el actual, al que solo aportan quienes no se atienden en el sistema privado) y un modelo de pensiones que no esté gestionado por las actuales entidades lucrativas son varias de sus propuestas.
¿Cómo financiará los cambios?
Para poder financiar más servicios públicos, Boric propone aumentar la recaudación un 8 % del PBI en ocho años, algo que “genera gran desconfianza en los mercados” y que podría espantar la inversión, expresó a Efe Francisco Castañeda, director de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor.
Su plan, que muchos han tildado de “bucólico”, pasa por mejorar la progresividad impositiva, reduciendo algunas exenciones tributarias y aumentando impuestos a cerca de un 1,5 % del total de contribuyentes, los que obtienen más de 4,5 millones de pesos mensuales (sobre 5.300 dólares).
Broric también busca imponer un gravamen especial a los superricos, crear impuestos verdes e imponer una polémica regalía por la extracción de cobre —del que Chile es principal productor del mundo—, una iniciativa que ya se discute en el Parlamento.
Estos cambios buscan, según el presidente electo, “un régimen parecido al que tiene la mayoría de los países de la OCDE”, donde el promedio de recaudación tributaria como porcentaje del PIB es del 22,9 %, frente al 20,7 % de Chile.
Enfoque verde
El ambientalismo ha pertenecido desde el inicio a su hoja de ruta: es un crítico acérrimo del modelo extractivista que ha imperado en las últimas décadas en Chile y defiende tajantemente la firma del Acuerdo de Escazú, el primer pacto ambiental de la región, que el actual Gobierno rechazó suscribir.
Una de sus grandes luchas ha sido reivindicar la crisis hídrica que asola Chile y que tiene a cientos de personas sin agua corriente, en parte por una gran sequía pero también por el régimen de agua, que no está garantizada como derecho humano y se encuentra en gran medida en manos de grandes empresas agrícolas y ganaderas.
“Esperamos ser el primer Gobierno ecologista en la historia de Chile”, solía decir cuando era candidato.
Siempre menciona en sus discursos a su tierra natal, la sureña región de Magallanes, y hace guiños constantes a la descentralización.
Feminismo y derechos humanos
Para Valentina Rosas, politóloga de la Universidad Católica, Boric tiene un compromiso sólido con el movimiento feminista que recoge en su programa transversalmente.
“Le preocupa la reintegración laboral de las mujeres tras la pandemia, promete paridad y propone medidas para ayudar a las mujeres cuidadoras”, señaló a Efe.
También incluyó en su programa el apoyo al aborto legal, libre y gratuito, una demanda histórica del colectivo feminista en Chile, donde solo se puede interrumpir el embarazado en tres circunstancias (inviabilidad fetal, riesgo de muerte o violación).
Con respecto a las masivas protestas de la crisis social de 2019, donde según diversos organismos internacionales las fuerzas de seguridad cometieron graves violaciones a los derechos humanos, Boric busca reforzar las investigaciones y mejorar los programas de reparación para las víctimas.
En un interrogante está la amnistía a los manifestantes que fueron detenidos durante esas marchas, una idea que inicialmente defendió fervientemente pero sobre la que recientemente ha reculado: “No es aceptable pensar en un indulto para todos”, dijo en campañas, con miras a sumar apoyos del electorado del centro.
Con material de la agencia EFE