Fuerzas israelíes mataron este domingo a tiros a una palestina desarmada y a otra que apuñaló a un policía en Cisjordania, horas después de que palestinos incendiaran un santuario en la región en medio de altas tensiones tras una reciente serie de ataques.
El clima de violencia por la ola de ataques, que dejó más de una docena de israelíes muertos, amenaza con empañar el mes sagrado musulmán del Ramadán y las principales festividades judías y cristianas, que este año coinciden.
La Policía israelí dijo en un comunicado que una mujer palestina apuñaló este domingo a un policía fronterizo israelí antes de ser abatida a tiros por compañeros del oficial herido en un puesto de control en la ciudad de Hebrón, en Cisjordania ocupada.
El policía resultó con heridas leves, agregó la Policía.
Más temprano, el Ejército israelí informó haber abierto fuego en el sur de Cisjordania contra una sospechosa que no se detuvo cuando los soldados le pidieron que lo hiciera, a gritos y con disparos al aire.
El Ministerio de Salud palestino dijo que la baleada, una viuda de unos 40 años, madre de seis hijos, murió en un hospital de sus heridas.
El hecho sucedió cerca de la localidad cisjordana de Husan, agregó el Ministerio de Salud, informó la agencia de noticias AFP.
También este domingo, un vocero militar israelí, general Ran Kochav, dijo a la Radio Militar que unos 100 palestinos marcharon la noche del sábado hacia la Tumba de José, un patriarca judío que aparece en la Biblia, cerca de la ciudad palestina de Naplusa, y la incendiaron.
Fuerzas israelíes dispersaron luego a los palestinos, agregó.
Imágenes subidas a redes sociales mostraron parte de la Tumba de José, ubicada dentro de un santuario, destrozada y carbonizada.
La Tumba de José es un importante lugar de oración y es venerada desde hace siglos por judíos, cristianos y musulmanes.
Algunos judíos creen que el José bíblico está enterrado en la tumba, mientras que los musulmanes dicen que allí está enterrado un jeque.
El ejército escolta a los fieles judíos al lugar varias veces al año, en coordinación con las fuerzas de seguridad palestinas.
El incidente provocó la condena de los líderes israelíes.
El primer ministro Naftali Bennett dijo que estaba conmocionado por las imágenes y aseguró que Israel localizaría a los perpetradores y repararía el daño.
“El vandalismo de la Tumba de José es un evento grave y una grave violación de la libertad de culto en uno de los lugares más sagrados para todos los judíos”, tuiteó el ministro de Defensa, Benny Gantz.
Todos estos incidentes se producen mientras las fuerzas israelíes continúan operando en la zona de la ciudad Jenín y sus alrededores, en el norte de Cisjordania, hogar de dos atacantes que perpetraron ataques mortales contra israelíes en las últimas semanas.
Una redada en la ciudad natal de uno de los atacantes provocó el sábado un tiroteo que dejó un palestino muerto.
Kochav aseguró que las fuerzas en Cisjordania estaban realizando arrestos, reuniendo información de inteligencia y preparando las casas de los atacantes para su demolición.
“Estaremos en todos los lugares en cualquier momento que sea necesario para detener estos ataques terroristas. Israel va a la ofensiva”, dijo Bennett en una reunión de su gabinete.
Jenín es considerado un bastión de los milicias palestinas que combaten la ocupación militar israelí de Cisjordania.
Las fuerzas israelíes a menudo son atacadas cuando operan en el área. Incluso la Autoridad Palestina, que administra partes de Cisjordania ocupada y se coordina con Israel en asuntos de seguridad, parece tener poco control sobre la zona.
Si bien Israel alivió algunas restricciones sobre los palestinos durante el Ramadán, el sábado las reforzó en Jenín, imponiendo un bloqueo parcial a todos los residentes, excepto a los que trabajan en Israel.
Cuatro ataques de palestinos en las últimas semanas mataron a más de una docena de personas en uno de los estallidos de violencia contra israelíes más mortíferos en años.
CRM con información de la agencia Télam