Israel anuncia la segunda fase de la que ya es la peor guerra en Gaza

Javier Biosca Azcoiti

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Ataviado con un chaleco antibalas y rodeado de soldados, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, promete que esta guerra no se terminará hasta que se complete la misión: “eliminar a Hamas”. “Será una guerra poderosa, mortífera, precisa y que cambiará la situación para siempre”.

La actual campaña masiva de bombardeos es solo la primera fase de esa guerra. “Nuestra responsabilidad ahora es entrar en Gaza e ir a los sitios desde donde Hamas se organiza, opera, planifica y dispara. Golpearlos de manera severa en todas partes, a cada comandantes y a cada operativo y destrozar su infraestructura. En una palabra: ganar”, señaló el domingo el jefe del Estado mayor de la Defensa, Herzl Halevi, durante una visita a los soldados desplegados cerca de la frontera con Gaza. “Van a hacer algo grande e importante que tendrá que cambiar la situación durante mucho tiempo”. Las autoridades no anunciaron cuándo se producirá la intervención terrestre.

Por su parte, el jefe de las fuerzas aéreas, el general Tomer Bar, dijo públicamente cuál es el objetivo de los bombardeos de norte a sur sobre la franja. “Estamos preparando el terreno para una operación lo más efectiva posible y eliminar el mayor número posible de amenazas”. “Haremos lo que sea necesario para que si se decide maniobrar, permitamos la mejor entrada por tierra que dé a las tropas libertad de acción operativa”.

Esta primera fase, de una dureza extrema, ya dejó más muertos que ninguna otra guerra entre Israel y Hamás desde que la organización terrorista tomó el control de la Franja de Gaza. Falta espacio para los cadáveres, que se amontonan incluso en lo que antes eran camiones de helados.

El Ministerio de Sanidad de Gaza calcula que hay 2.670 muertos a causa de los bombardeos, 724 de ellos menores. La defensa civil palestina calcula que hay además 1.000 personas desaparecidas bajo los escombros.

Hasta ahora, el conflicto de 2014 fue el más mortífero, con 2.251 palestinos muertos, de los cuales 1.462 eran civiles (entre ellos 551 niños), según cifras de la ONU. Según la suma realizada por la agencia de noticias AP utilizando fuentes oficiales, las cuatro guerras anteriores que azotaron Gaza dejaron un total de 4.100 palestinos fallecidos, más de la mitad de los cuales eran menores.

Juliette Touma, directora de comunicaciones de UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos), señaló que un millón de personas se vieron desplazadas en Gaza en una semana de combates. “Necesitamos acceso a Gaza. No se permitió a ninguna agencia humanitaria, incluida la UNRWA, introducir asistencia”.

Tras las presiones y condenas del severo bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza, calificado de “castigo colectivo”, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, señaló tras su visita a Egipto que espera que el paso fronterizo de Rafah se reabra para permitir la entrada de asistencia humanitaria. “Estamos poniendo en marcha con la ONU, Egipto, Israel y otros el mecanismo para conseguir que la asistencia llegue a la gente que la necesita”.

Israel también anunció el restablecimiento del servicio de agua en algunas zonas del sur como una estrategia para que la población evacúe el norte de la franja, donde está la urbe más grande, Ciudad de Gaza. La decisión de abrir las aguas en el sur, acordada entre Netanyahu y el presidente Biden, provocará un desplazamiento de la población civil hacia el sur de la Franja de Gaza y permitirá reforzar el asedio general en Gaza en las áreas de electricidad, agua y combustible y facilitará que el Ejército opere y destruya la infraestructura nazi de Hamás“, señaló el ministro de Energía, Israel Katz.

Los ataques y lanzamientos de cohetes de Hamas también provocaron el desplazamiento de miles de personas, especialmente en Sderot, muy cerca de la frontera, que fue evacuado casi al completo. El Ejército israelí confirmó que entre los 1.300 fallecidos en el ataque de Hamas, al menos 289 son soldados y que el número de rehenes en Gaza es de 126.

EEUU suaviza su posición

“No debemos perder de vista el hecho de que la inmensa mayoría de los palestinos no tiene nada que ver con los terribles ataques de Hamas y están sufriendo como resultado”, señaló este domingo el presidente de EEUU, Joe Biden.

Hasta ahora, EEUU había insistido en el derecho de Israel a defenderse e incluso había evitado las palabras “desescalada”, “fin de la violencia” o “vuelta a la calma”, según un correo del Departamento de Estado a los diferentes portavoces del que informó la cadena NBC.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, que al comienzo de la guerra llegó a eliminar un tuit en el que apoyaba un alto el fuego mediado por Turquía, señaló que “la forma en que Israel haga esto importa”. “Tiene que hacerse de una forma que afirme los valor compartidos que tenemos, tomando todas las precauciones posibles para evitar dañar a civiles”.

Cuando Blinken eliminó el tuit –que decía: “Animo los esfuerzos de Turquía por un alto el fuego y la liberación inmediata de todos los rehenes en poder de Hamás”–, su portavoz lo justificó señalando que “estaba redactado de una forma desafortunada”.

Tensiones en el norte

Israel declaró el domingo zona cerrada una franja con una anchura de cuatro kilómetros a lo largo de la frontera libanesa, tras una semana de intercambio de disparos y artillería con la milicia chií Hezbollah y grupos palestinos basados en Líbano. Los enfrentamientos se intensificaron notablemente este domingo.

“Las Fuerzas Armadas subrayan que está prohibido entrar en este área”, señala un comunicado difundido por el Ejército israelí. Los civiles que viven a dos kilómetros de la frontera recibieron la orden de permanecer cerca de un refugio.

Fuego antitanque disparado por Hezbollah mató este domingo a una persona en el norte de Israel, a lo que Tel Aviv respondió con bombardeos aéreos en territorio libanés. El grupo armado libanés, considerado organización terrorista por Europa y EEUU (al igual que Hamas), reivindicó otros cuatro ataques a lo largo de la mañana, al menos uno de ellos dirigido contra un carro de combate israelí. El Ejército israelí confirma que fue atacado. También se lanzaron varios cohetes desde Líbano que dejaron cerca de una decena de heridos en Israel.

La misión de la ONU en Líbano denunció el impacto de un cohete en uno de sus cuarteles del lado libanés. “Estamos trabajando para verificar de dónde [venía el cohete]. Los miembros de la misión de mantenimiento de la paz no estaban en los refugios en ese momento. Afortunadamente nadie resultó herido”, señaló la misión.

Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense, aseguraba a elDiario.es que la entrada de Hezbollah en el conflicto “es el principal temor de Israel, porque saben que se ha rearmado y cuenta con tecnología de la que no disponía en la guerra de 2008”. Un comandante de la milicia chií señaló que el aumento de los intercambios de fuego del domingo no significan que el grupo se haya sumado a la guerra, sino que son “una advertencia”.

Estados Unidos, por su parte, está enviando un segundo portaviones a la zona “para disuadir acciones hostiles contra Israel o cualquier esfuerzo por expandir esta guerra tras el ataque de Hamás”, señaló el sábado el secretario de Defensa, Lloyd Austin. “Muestra nuestra determinación para disuadir a cualquier actor estatal o no estatal de escalar esta guerra”. Israel también envió munición a Israel.

Israel llevó a cabo en la noche del sábado un bombardeo sobre el aeropuerto de Alepo que lo dejó fuera de funcionamiento, según informó el ministerio de Defensa sirio. El ministro de Exteriores iraní señaló este domingo que si la “agresión a Gaza” no para, hay un posibilidad creciente de expansión de la guerra a otros frentes. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, también alertó de la posibilidad de una expansión del conflicto. “Nos tenemos que preparar para cualquier posible contingencia”.