El 7 de octubre, cuando Hamas atacó Israel y desató una contraofensiva que desencadenó una guerra, una joven alemana fue secuestrada y cobró gran relevancia porque trascendió su imagen, malherida a bordo de una camioneta, y su mamá la había reconocido por un tatuaje. Hoy, el presidente israelí, Isaac Herzog, confirmó que la joven fue decapitada. “Le cortaron la cabeza”, dijo.
“Hemos recibido noticias de que se ha confirmado que Shani Nicole Louk ha sido asesinada. Se ha encontrado su cráneo”, informó el presidente Herzog en una entrevista con el medio alemán Bild, y agregó: “Eso significa que estos animales bárbaros y sádicos simplemente le cortaron la cabeza mientras atacaban, torturaban y mataban a israelíes. Es una gran tragedia y expreso mi más sentido pésame a su familia”.
La joven tenía doble nacionalidad israelita. Su mamá había informado antes que las fuentes oficiales que la habían asesinado. Se basó en fuentes militares. Luego, el Ministerio de Exteriores de Israel lanzó: “Se confirmó la muerte de la alemana-israelí Shani Louk, de 23 años. Shani, que fue secuestrada en un festival de música, torturada y paseada por Gaza por terroristas de Hamas, experimentó horrores insondables”.
Según comunicó la madre de la víctima a medios televisivos, ella recibió la noticia de que su hija fue hallada una astilla de un hueso del cráneo. Se había tomado de ella una muestra de ADN, informó la agencia de noticias Europa Press. Los padres habían proporciado tiempo atrás el material necesario para proceder a una posible identificación.
En un principio, la familia de Shani Louk, parte de la cual vive en el estado federado de Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania, supuso que la chica había resultado gravemente herida, pero que estaba viva y se encontraba en la Franja de Gaza, donde supuestamente había recibido tratamiento médico en un hospital.
La madre de Shani, una católica que más tarde se convirtió al judaísmo, emigró a Israel, pidió a las autoridades alemanas que “no discutieran sobre la responsabilidad”, pero que “sacaran” a la joven de Gaza y la devolvieran a casa. Más tarde, la mujer supuso que su hija llevaba muerta desde el 7 de octubre, como consecuencia de un posible disparo en la cabeza durante el ataque de Hamas.
La familia consideraba que Shani fue asesinada en un festival de música en el desierto israelí del Naguev. Según el informe, fotos y videos que circulaban por Internet mostraban el cadáver de la joven en una camioneta.
Durante el ataque de Hamas, más 1.400 personas murieron y más de 230, entre israelíes y extranjeros, fueron capturadas como rehenes. El Ejército israelí informó haberse comunicado con 239 familias. Según fuentes militares, 40 personas siguen desaparecidas desde el ataque. Debido al estado de muchos de los cadáveres, aún no se ha completado su identificación.
En respuesta, Israel bombardea Gaza, que se encuentra bloqueada y prácticamente sin suministros de energía, Internet y agua potable. Los corredores humanitarios se encuentran obstruidos y la ayuda ingresa a cuentagotas. Debido a los bombarderos israelíes, más de 8.300 gazatíes murieron, entre los que se cuentan mujeres, niños y ancianos.
Con información de Agencia Télam