El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, pronunció este martes un duro discurso culpando al presidente de provocar a la multitud que asaltó el Capitolio el pasado 6 de enero.
“La turba fue alimentada con mentiras, fueron provocados por el presidente y otras personas poderosas e intentaron usar el miedo y la violencia para parar frenar un acto específico de la primera rama del Gobierno federal, pero perseveramos, nos mantuvimos unidos y dijimos que una turba enfadada no tendría poder de veto sobre el Estado de derecho en nuestro país”, afirmó.
Las declaraciones son especialmente relevantes porque será el Senado el encargado de juzgar a Trump por segunda vez en un impeachment histórico abierto por el papel del presidente saliente en el ataque contra el Capitolio.
Tras las elecciones hay un empate de 50 senadores republicanos y 50 demócratas y para condenar al presidente hacen falta dos tercios de la Cámara, por lo que los demócratas necesitan el voto a favor de varios conservadores. McConnell ha señalado que está abierto a condenar al presidente y que no ha decidido el sentido de su voto. En la Cámara de Representantes, 10 congresistas republicanos votaron a favor de iniciar el impeachment.
Durante la misma sesión, Chuck Schumer, líder del Partido Demócrata en la Cámara Alta, señaló que Trump “no debería poder presentarse a unas elecciones nunca más”. “Todos queremos dejar atrás este terrible capítulo de nuestra historia”, añadió.
Schumer también hizo referencia a la cantidad de tropas de la Guardia Nacional desplegadas en Washington para la toma de posesión de Biden de este miércoles. “Hay más tropas en la capital que en Afganistán. Ninguna fuerza va a impedir los actos constitucionales de mañana”.