El presidente Emmanuel Macron compadeció ante sus seguidores en París tras su victoria en la segunda vuelta de las elecciones sobre la líder de extrema derecha Marine Le Pen, un triunfo que le permitirá seguir cinco años más en el Elíseo. “Sé lo que se los debo”, dijo el mandatario galo.
A diferencia de 2017, el presidente no eligió el Louvre, sino el Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel, para su discurso de la noche electoral. Llegó al estrado de la mano de su mujer Brigitte Macron, rodeado de un grupo de jóvenes y con las notas del himno europeo de fondo.
Al tomar la palabra, Macron agradeció el apoyo, con una mención especial a quienes optaron por él para frenar a la extrema derecha de Le Pen, que logró sus mejores resultados históricos a pesar de la derrota. “Sé que muchos de nuestros compatriotas me votaron hoy, no para apoyar mis ideas, sino para bloquear a la extrema derecha. Y quiero decirles aquí que soy consciente de que ese voto es una obligación para los próximos años”, aseguró.
“Soy el guardián de su sentido del deber, de su apego a la República y del respeto a las diferencias que se han expresado en las últimas semanas”, expresó el candidato de La República en Marcha. También tuvo palabras para los abstencionistas: “Su silencio fue un rechazo a elegir al que debemos también responder”.
“Después de cinco años de transformaciones, de momentos felices y de momentos difíciles, en este 24 de abril, una mayoría de nosotros eligió confiar en mí para presidir nuestra República durante los próximos cinco años. Ya no soy el candidato de un bando, sino el presidente de todos”, remarcó Macron. “Quiero agradecer a todos los franceses y francesas que en la primera y segunda vuelta confiaron en mí para lograr una Francia más independiente, una Europa más fuerte, a través de inversiones y cambios profundos”, sostuvo.
Durante su discurso, Macron manifestó su satisfacción por el hecho de que los votantes hayan “elegido un proyecto humanista, ambicioso para la independencia de nuestro país y para nuestra Europa. Un proyecto de valores republicanos, social y ecológico, un proyecto basado en el trabajo y la creación, un proyecto de liberación de nuestras fuerzas académicas, culturales y empresariales”.
“Esta nueva era no será una continuación del quinquenio que termina”, aseguró el presidente ante sus seguidores el Campo de Marte. Tras el discurso de Macron, Farrah El Dibany, mezzosoprano egipcia y miembro de la Academia de la Ópera Nacional de París, interpretó La Marsellesa.
Macron ganó los comicios con un porcentaje de voto del 58,8% frente al 41,2% que cosechó Le Pen, según la proyección elaborada por Ipsos para varios medios galos. La victoria de este domingo lo convierte en el primer jefe de Estado francés en repetir mandato en 20 años. Macron sacó resultados ligeramente mejores que lo que vaticinaban los sondeos, pero pierde más de siete puntos respecto a 2017.
En la explanada del Campo de Marte, la sensación es más de alivio que de celebración. Clemence explica a elDiario.es que está “feliz con la victoria y el resultado” de Macron, aunque se muestra preocupada por el ascenso de la extrema derecha. “Es difícil de entender que una parte del país vote por un proyecto reaccionario; entiendo que hay problemas, pero Macron por lo menos se esfuerza en mejorar las cosas”, indicó.
Philippe, que pasea una gran bandera de Francia, también votó por el presidente. Opinó que una parte de la gente que ha optado por introducir la papeleta de Macron “no le ha votado por adhesión a su proyecto”. Y agregó: “Va a haber que hacer un esfuerzo para unir al país y, sobre todo, para que dentro de cinco años no haya ningún candidato de extrema derecha en la segunda vuelta”.
Los comicios cierran una campaña presidencial atípica, en la que los candidatos pidieron el voto contra su rival más que para sí mismos, con Ucrania como telón de fondo y el poder adquisitivo como principal eje. Macron retrasó al máximo su entrada en campaña para evitar el desgaste. Solo se implicó realmente en las dos últimas semanas, entre las dos votaciones, multiplicando actos y visitas por todo el país.
Hace cinco años, Macron prometió trabajar para que la extrema derecha no volviese a la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales. No obstante, ya antes de la primera ronda, el presidente admitió su fracaso al “no haber conseguido contener” el crecimiento de los extremos.
Con una victoria que se ha construido esencialmente sobre el rechazo de su oponente, Macron corre ahora el riesgo de aparecer como ganador por defecto de las elecciones para impedir que la extrema derecha llegue al poder. Esto puede debilitar al próximo Ejecutivo a la hora de conseguir que se aprueben grandes reformas, como la de las pensiones, un peligro bien identificado por su entorno, que ya había indicado a varios medios franceses que el “gran reto” si era reelegido es vencer la desconfianza y reconciliar un país polarizado.
De entrada queda por ver si, más allá de esta victoria, La República en Marcha será capaz de capitalizar este triunfo y obtener una mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas del 12 y el 19 de junio. La próxima cita electoral ofrecerá la verdadera recomposición del paisaje político, con los partidos tradicionales diezmados, la aparición de un nuevo movimiento de extrema derecha y el intento del partido Francia Insumisa de agrupar las fuerzas de izquierda. La elección del primer ministro, que debe anunciarse en las próximas semanas, servirá de indicación respecto a la orientación de este nuevo quinquenio Macron.