El nuevo ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ordenó a la Policía israelí que retire cualquier bandera palestina que esté colgada o se ondee en espacios públicos del país, según informó prensa local.
Ben Gvir, de ideología supremacista judía y antiárabe, “envió a la oficina del comisionado de Policía una orden que establece que todos los agentes de cualquier rango están autorizados a bajar las banderas de la Autoridad Palestina”, concretó un comunicado de su oficina difundido por medios israelíes.
Ondear banderas palestinas en Israel no es ilegal ni está vetado formalmente, pero los cuerpos policiales las requisan a menudo en actos públicos o en protestas al alegar motivos de orden público.
Prohibir por ley que se luzca la bandera palestina fue también parte de la agenda política de la derecha y extrema derecha israelí, que el pasado junio intentaron impulsar legislación para su veto, aunque finalmente la iniciativa no siguió adelante.
Para Ben Gvir, “mostrar la bandera (palestina) es una forma de terrorismo”. Sin embargo, según medios, la Policía está confusa al no estar convencida de tener justificación legal clara para hacer cumplir la medida.
Endurecimiento de las políticas
La orden del ministro se produce después de que la semana pasada se celebrara en un pueblo palestino del norte de Israel una fiesta para recibir a Karim Younis, preso palestino con ciudadanía israelí liberado tras estar 40 años encarcelado por cargos de terrorismo.
Ben Gvir intentó prohibir el evento -donde se ondearon banderas palestinas- al alegar que en este se expresaría apoyo al terrorismo. Finalmente la Policía no impidió la celebración, lo que causó ahora la reacción más contundente del titular de Seguridad Pública.
“No puede ser que los infractores de la ley ondeen banderas terroristas, inciten y apoyen al terrorismo”, dijo el ministro, que agregó que “identificarse con un terrorista y causar daños a los soldados del Ejército israelí no está protegido por la libertad de expresión”.
Ben Gvir forma parte del Gobierno liderado por Benjamín Netanyahu, una coalición de fuerzas de derecha, extrema derecha y religiosas judías que se considera la más derechista de la historia de Israel.
Desde que el Ejecutivo se creó hace apenas 10 días, endureció sus políticas en relación a la cuestión palestina, y se espera que tome posiciones mucho más contundentes en los territorios ocupados.
La semana pasada ya anunció sanciones contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP), después de que esta encabezara una iniciativa ante la ONU contra la ocupación israelí. Entre otras medidas, denunció la ANP, Israel también revocó el permiso de viaje a su ministro de Exteriores, Riyad al Malki.
Con información de la agencia EFE