Estados Unidos

Más poder para Musk: Trump le entrega la supervisión de contratos y subvenciones federales

Antònia Crespí Ferrer

Washington —
27 de febrero de 2025 08:24 h

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Más poder para Elon Musk. Donald Trump respondió así al leve cuestionamiento de los altos cargos de las agencias federales, quienes contradijeron el ultimátum de Musk a los empleados públicos. El fin de semana el DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) envió un correo electrónico a todos los trabajadores federales bajo la amenaza de ser despedidos si no respondían. Ahora, el presidente estadounidense ha firmado este miércoles una orden ejecutiva en la que pone al DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) a cargo de la supervisión del pago de contratos y subvenciones federales.

También ordena a las agencias federales que revisen los contratos y subvenciones para detectar “desperdicio, fraude y abuso”, y trabajar con los empleados del DOGE para revisar y terminar todos los contratos “innecesarios”. No se especifica qué criterios se van a usar para considerar “innecesarios” los contratos que se rescindan. Trump establece que se dé prioridad “a la revisión de los fondos desembolsados en virtud de contratos y subvenciones a instituciones educativas y entidades extranjeras”. El plazo para ello es de 30 días. 

Un porcentaje considerable de los ingresos de dos de las principales empresas de Musk, Tesla y SpaceX, proviene en gran parte de las ayudas y contratos federales. Este mismo miércoles el Washington Post publicaba en exclusiva cómo el imperio del hombre más rico del mundo está construido sobre unos 38.000 millones de dólares provenientes de fondos gubernamentales.

El espectro que abarcan los contratos y subvenciones federales es muy amplio, por lo que esta orden también tiene el potencial de acabar afectando a programas o entidades que a cargo de programas de ayuda social. En principio, la orden dice que queda excluida “la asistencia directa a individuos”, aunque eso era lo mismo que se dijo cuando ordenó congelar las ayudas federales a programas sociales y miles de personas, a título individual, se vieron en riesgo de ser afectadas. 

 En la orden, Trump pide priorizar la revisión de los fondos desembolsados a instituciones educativas. El presidente estadounidense ya ha dejado claro que uno de sus objetivos es poner fin al Departamento de Educación - en principio no puede porque su eliminación requiere una supermayoría del Congreso - pero una manera de asfixiarlo sería recortar en fondos para los programas que sustenta. La mayoría de programas que financia Educación están destinados a los alumnos más vulnerables: niños de familias con bajos recursos, así como aquellos con problemas de movilidad. 

Trump está entregando a los colaboradores de Musk la supervisión sobre la aprobación de pagos relacionados con contratos, subvenciones y préstamos “para garantizar que el gasto del Gobierno sea transparente y que los empleados gubernamentales rindan cuentas al público estadounidense”. El objetivo de la orden, según expone el documento enviado por la Casa Blanca, es implementar la campaña de reducción de costes del DOGE.

Como es costumbre dentro de la campaña de tijeretazos del DOGE, las excepciones aplicadas van vinculadas con Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el Departamento de Seguridad Nacional, oficiales de las fuerzas del orden, “los Servicios Uniformados” y cualquier “otra subvención o contrato cubierto, componente de la agencia o propiedad inmobiliaria que el Jefe de la Agencia correspondiente exima por escrito, total o parcialmente, de esta orden, en consulta con el líder del equipo DOGE de la agencia y el Director de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB)”. 

La firma de la orden llega después de la primera reunión del gabinete presidencial, donde Trump también ha metido a Musk para que defendiera la decisión de enviar un correo electrónico a todos los trabajadores federales bajo la amenaza de ser despedidos si no respondían. Fue aquí cuando leales a Trump, como el director del FBI, Kash Patel, o el secretario de Estado, Marco Rubio, dijeron a sus empleados que no respondieran por miedo a comprometer información confidencial. 

En la reunión, Trump ha alabado la medida y ha dicho al resto de miembros del gobierno que: “Creo que todos en esta mesa están muy a favor de ello, y si no lo están, me gustaría que lo dijeran, pero están muy a favor”. Durante la reunión no han faltado las risas de supuesta camaradería hacia los comentarios de Musk y Trump, para contentar al republicano en sus aspiraciones de líder.

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