Al menos nueve personas murieron este sábado, entre ellas el atacante, y siete más resultaron heridas tras un tiroteo que tuvo lugar en un centro comercial de la ciudad de Allen, en Texas, en el sur de Estados Unidos.
Según el jefe del Departamento de Policía de Allen, Brian Harvey, el atacante fue neutralizado por un policía que estaba en el centro comercial tras una llamada no relacionada. Cuando escuchó los disparos, el policía “vio” y luego “neutralizó” al sospechoso antes de llamar a las ambulancias, que evacuaron a varios heridos.
Seis personas, además del atacante, fueron encontradas muertas en el lugar, mientras que otras nueve fueron transportadas a hospitales. Dos de ellas fallecieron en el centro médico.
Al menos uno de los fallecidos es un niño
Otras tres están recibiendo “cirugías críticas” y cuatro están “en condición estable”, indicó el jefe policial. Al menos uno de los fallecidos es un niño.
En las imágenes publicadas por los medios de comunicación se observa cómo decenas de personas abandonaron el centro comercial, muchas de ellas con las manos sobre la cabeza.
Según el portal de noticias BNO, el hombre llegó en automóvil, se detuvo en una tienda perteneciente a la cadena H&M, salió de su vehículo e inmediatamente abrió fuego indiscriminadamente contra las personas que se encontraban comprando.
Tras lo sucedido, el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió una declaración en la que señala que está en contacto con el alcalde del municipio y le ofreció “todo el apoyo del estado”, “la asistencia y los recursos necesarios”. “Nuestros corazones están con la gente de Allen, Texas, esta noche durante esta tragedia indescriptible”, dijo el republicano.
Estados Unidos sufrió al menos 198 tiroteos masivos en lo que va de año, según la organización Gun Violence Archive, que define los tiroteos masivos como aquellos en los que mueren cuatro o más personas, sin incluir al perpetrador del ataque.
Con información de la agencia EFE