Sin plan a la vista, Bolsonaro se enfrenta al gobernador de San Pablo por “la vacuna china”

14 de diciembre de 2020 16:11 h

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La negativa del gobierno de Jair Bolsonaro de incluir a la vacuna CoronaVac, fabricada por la farmacéutica china Sinovac, en el plan nacional de inmunización desató una batalla política contra el gobernador de San Pablo y posible rival en las elecciones de 2022, João Doria. La apuesta de Doria, quien invitó a los brasileños de otros estados a viajar a San Pablo para vacunarse, cobra mayor relevancia ante la falta de certezas respecto al plan de vacunación federal. 

El Supremo Tribunal Federal (STF) obligó el domingo al Ejecutivo a presentar un calendario para iniciar el plan de vacunación, luego de que el ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, presentara una agenda vaga, sin una fecha de inicio. El sábado, el diario Folha de San Pablo publicó un editorial en el que denunció una “negligencia homicida de Bolsonaro” y pidió comenzar con la vacunación de inmediato. El conservador O Estado de San Pablo, otro diario de renombre, describió la política de inmunización del gobierno como una “incompetencia letal”. 

Según el documento presentado ante el Tribunal, que fue filtrado por la prensa, el gobierno prevé una disponibilidad de 108 millones de dosis para aproximadamente 51 millones de personas de grupos prioritarios, pero no informa para cuándo. De acuerdo a la información oficial, Brasil tiene garantizadas unas 300 millones de dosis, la mayoría gracias a un acuerdo de producción con AstraZeneca. Además, el gobierno informó que se encuentra en negociaciones con Pfizer por 70 millones de dosis y que el resto (alrededor de 42 millones) será obtenido mediante la iniciativa Covax que lidera la Organización Mundial de la Salud. Bolsonaro rechazó la CoronaVac, a la que llama “la vacuna china”. “No transmite suficiente seguridad a la población porque el virus nació allí”, diagnosticó. 

La batalla con Doria

Mientras el gobierno brasileño todavía no tiene una fecha de inicio del plan, el gobernador Joao Doria avisó que, el 12 de enero, San Pablo comenzará a vacunar. El éxito de la iniciativa es una incógnita, porque la vacuna con la que quiere avanzar (CoronaVac) tiene que ser autorizada por el Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria local (Anvisa), donde Bolsonaro tiene influencia. Se espera que, el 23 de diciembre, el Instituto Butantan, que es el que produce la vacuna en San Pablo, envíe los resultados finales de las pruebas de la CoronaVac para ser aprobadas. El ente todavía se encuentra analizando los documentos de la fase 2 del ensayo, enviado por el Instituto en noviembre, lo que sugiere que la aprobación puede tomar tiempo.

Para Doria, la apuesta por la vacunación es una forma de proyectarse a nivel nacional de cara a las elecciones de 2022, en las que se perfila como el favorito para enfrentar a Bolsonaro. “Si su trabajo para conseguir la vacuna es exitoso, será muy difícil que otros nombres del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña, la fuerza de centroderecha a la que pertenece Doria) o de otras fuerzas aliadas, como Demócratas (el partido de derecha al que pertenece el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia) le disputen la candidatura”, dijo Ignacio Pirotta, politólogo especializado en asuntos brasileños, a elDiarioAR. Doria apodó a la CoronaVac como “la vacuna de Brasil”.

La invitación de Doria a que brasileños que no residan en San Pablo viajen para vacunarse, una iniciativa apodada como “turismo de vacunas”, puede aumentar la presión al gobierno de Bolsonaro para que dé respuesta con el plan de vacunación nacional. La propuesta generó un debate acerca del posible impacto de un movimiento masivo de brasileños hacia el estado, pero esa posibilidad depende de que la vacuna sea autorizada por la Anvisa, un escenario que no es seguro.

El rechazo a vacunarse, en aumento

La oposición a las vacunas está creciendo en Brasil. Según una nueva encuesta de Datafolha, un 22% de brasileños no planea vacunarse. En agosto esa cifra era del 9%, lo que sugiere que el discurso antivacunas está creciendo, y el cuadro empeora cuando se trata de la CoronaVac, de origen chino: la mitad de los encuestados dijo que no la aceptarían. 

Entre la apuesta de Doria y los prejuicios de Bolsonaro sobre la “vacuna china”, una realidad asoma: Brasil, uno de los países del mundo más golpeados por la pandemia que se encuentra al borde de una segunda ola de casos —en los últimos días tuvo alrededor de 50.000 diarios, con varios hospitales al tope—, todavía no tiene un plan de vacunación. Más de 200 millones de personas esperan por una definición del Presidente. 

NZ