El canciller alemán, Olaf Scholz, ratificó este domingo desde París el compromiso de su país con el apoyo militar a Ucrania, “mientras sea preciso y tan amplio como se necesite”, incluidos tanques y baterías de defensa aérea, “en estrecho consenso entre nosotros y con nuestros aliados de Estados Unidos”.
Scholz participó en esta jornada en varias ceremonias celebradas en París por el 60 aniversario del Tratado del Elíseo que sella la amistad franco-alemana, y que precedieron la reunión de un Consejo de Ministros con miembros de ambos países. La visita de Scholz a París está marcada por las presiones de aliados como Estados Unidos, Reino Unido, Polonia y países bálticos sobre Berlín para que acceda a las demandas de Kiev de enviar los tanques “Leopard”.
“El imperialismo de (Vladimir) Putin no vencerá”, afirmó el líder alemán en la ceremonia conjunta del Parlamento alemán y la Asamblea Nacional Francesa desde la Universidad Sorbona, donde añadió que “nosotros, junto con nuestros amigos y aliados, escribiremos un nuevo capítulo en la historia europea”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró por su parte que el “apoyo indefectible a Ucrania seguirá en todas las áreas” y aseguró que la Unión Europea “ni se escondió ni se dividió” a raíz de la invasión rusa en Ucrania.
Francia y Alemania como motores de Europa
En su discurso, el jefe de Estado galo no hizo alusión al envío a Ucrania de los “Leopard2”, tanques alemanes repartidos por varios países europeos que aún necesitan la autorización de Berlín para su entrega a Kiev, y se centró en la importancia de la amistad franco-alemana en el refuerzo de “una Europa más soberana”.
Para ello, Macron abogó porque ambos países, motores políticos y económicos de la UE, “se reinventen” para ser “los pilares de la refundación europea”. París y Berlín tuvieron el pasado año importantes divergencias en la manera de afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania, sobre todo en materia energética y de defensa.
Según el presidente francés, ambas capitales deben promover una “Unión Europea capaz de asumirse como una potencia geopolítica, en el área de la defensa, espacial, diplomática”.
Macron recordó también cómo están imbricadas las historias de ambos países, que fueron rivales en tres guerras celebradas entre el siglo XIX y el XX, y aseguró que Francia y Alemania “son dos almas en un mismo pecho”.
El recuerdo del Tratado del Elíseo
Scholz ensalzó ante Macron, y las presidentas de la Asamblea Nacional francesa y del Parlamento alemán, Yael Braun-Pivet y Bärbel Bas, los logros del “eje franco-alemán” como motor europeo desde tiempos fundacionales del Tratado del Elíseo, entonces bajo Charles de Gaulle y Konrad Adenauer.
El acuerdo, posterior a la Segunda Guerra Mundial, cimentó entonces la reconciliación entre los dos países “sobre las heridas” del conflicto e hicieron de Francia el “país indispensable” en la construcción de una Europa unida, en palabras de Scholz.
El canciller destacó a continuación la incorporación al “gran proyecto de la Europa en paz” de sucesivos países, como Grecia, España y Portugal, “que se habían desprendido de sus dictaduras”, a los que siguieron otros Estados del este que habían estado tras el telón de Acero y que “reclamaban democracia”.
“Juntos logramos implantar el principio del derecho, por encima de la ley del más fuerte”, prosiguió, mientras que la Rusia de Putin pretende imponer “sus objetivos imperiales” y “cambiar por la fuerza las fronteras”, una situación ante la que “ucranianos y ucranianas pagan un terrible precio”.