El senador brasileño por el partido Podemos, Marcos Do Val, acaba de poner en serios aprietos al ex presidente Jair Bolsonaro. El parlamentario relató una reunión que mantuvo con el jefe de Estado en el mes de diciembre, antes de la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, en la residencia oficial. En aquella oportunidad también estaba el ex diputado Daniel Silveira, que fue detenido ayer por orden de la Corte Suprema. Según Doval, en esa cita le propusieron ser parte de un plan que apuntaba a anular los resultados electorales del 30 de octubre.
En esa cita, Do Val escuchó de Silveira el propósito que perseguían: “Nuestro objetivo es anular la elección, mantener al presidente (Bolsonaro) en el cargo y poner preso al ministro de la Corte Suprema Alexandre de Moraes”. Para lograr la meta, era necesario que el senador se reuniera con el juez y grabara las conversaciones, porque podrían servir de prueba de irregularidades en los comicios. Además, pretendían encontrar algún elemento que permitiera poner al magistrado detrás de las rejas.
Do Val decidió hablar primero con la revista Veja y darle “la bomba periodística”. En principio, la publicación debía ocurrir mañana pero todo se anticipó, y este jueves por la mañana el senador dio una entrevista al canal de TV Globo News, donde confirma lo esencial de la conspiración. El legislador dio detalles del encuentro con Silveira y el mandatario: “Ellos me dijeron que colocarían un aparato de escucha en mí y que tendría un equipo que me daría soporte. También me indicaron que en la entrevista con Moraes, que debía conseguir, yo debía decirle que se estaba extralimitando. Con esto querían impedir la asunción de Lula”.
El parlamentario Do Val relató que decidió dar el reportaje de la revista brasileña de editorial Abril para “soltar una bomba. Cuando salga el artículo, este viernes, podré frenar el intento de Bolsonaro de obligarme a dar un golpe de Estado con él. Es lógico que yo lo denuncie”. Mencionó también que, consistente con ese guion golpista, “el presidente y Silveira me dijeron que el gabinete de Seguridad Institucional (a dónde pertenece la Agencia Brasileña de Inteligencia) estaba de acuerdo con este operativo”.
Esta confesión del senador lo puso también en apuros. Por orden de Moraes, tendrá que testificar ante la Policía Federal todo lo dicho.
La Corte ha puesto empeño en investigar la tentativa de golpe de Estado, que tuvo como punto álgido las invasiones de bolsonaristas al Palacio del Planalto, el Congreso y el propio edificio del Supremo Tribunal Federal. Según los medios brasileños, los jueces del STF admiten que “se empieza a cerrar el cerco sobre la cúspide de mando de la acción del 8 de enero”. Inclusive, no demorará en pedir la quiebra del secreto bancario y financiero de Bolsonaro, como también del ex ministro Augusto Heleno y del ex candidato a vicepresidente Braga Netto.
Do Val admitió que la mañana de este jueves recibió llamados del senador Flavio Bolsonaro y su hermano diputado, Eduardo. Este último corroboró ante la prensa que, en efecto, el senador se había reunido con el ex diputado Silveira y con su padre. Por el miedo que le generó las presiones de los hijos del ex mandatario, Marcos Do Val trató el mediodía de este jueves de cambiar el tono de su denuncia, para cargar el peso del delito sobre las espaldas de Silveira y eximirlo a Bolsonaro (quien permanece en Estados Unidos, sin intenciones de regresar a Brasil) de toda responsabilidad. Como la intimidación no les pareció suficiente, Eduardo y Flavio trataron de sobornar al parlamentario invitándolo a entrar en el Partido Liberal (PL), del ex mandatario con algún cargo de relieve. Todo indica que el senador habría aceptado. Ese enunciado de Marcos do Val cayó mal en el PL. En ese agrupamiento, un sinnúmero de afiliados intenta precisamente desvincular al grupo del bolsonarismo para negociar con el nuevo gobierno. El ministro de Justicia Flavio Dino dijo esta tarde que esto es un claro ejemplo “de que hay cada vez más indicios que comprometen al ex presidente en los intentos golpistas”.