La pandemia ya dejó 12 millones de menores analfabetos, según informes de agencias internacionales

Kaamil Ahmed

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Más de la mitad de todos los niños y niñas que este año cumplen sus primeros diez años celebrarán su aniversario de cumpleaños sin poder leer una oración de las más simples en su idioma nativo. Así lo revela un nuevo análisis de un corpus global de datos difundido recientemente por una agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Del total de esos 70 millones de niños y niñas de diez años, más de 11,5 millones podrían no haber adquirido la capacidad para leer como resultado directo del impacto de la pandemia de Covid-19 en la educación formal. Y es aun probable que nunca regresen a la escuela.

Casi todos los niños y niñas de diez años de edad que viven en los países más pobres del mundo tienen dificultades para leer.

De acuerdo con el análisis de las cifras obtenidas por The One Campaign, una organización internacional de promoción y campaña contra la pobreza y las enfermedades prevenibles, el incremento de las desigualdades educativas debido al Covid-19 se patentiza en un aumento del 17% en el número de niños y niñas que no aprenderán a leer en absoluto, en comparación con el año anterior.

La campaña convocó a fines de marzo a una reunión del Grupo de los Siete (G-7, integrado por las potencias industriales y económicas más relevantes: EEUU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) para comprometerse a invertir US$ 5 mil millones  en la financiación de iniciativas educativas.

“Cuando los niños no pueden leer a la edad de diez años, esto tiene un efecto dominó en toda su educación, lo que afecta su capacidad para aprender, ganar dinero e iniciar negocios. Este potencial perdido no solo daña vidas, sino que traba, entorpece o frustra el crecimiento futuro de enteras economías locales o nacionales”, dice el director ejecutivo de la campaña, David McNair. “Este virus ya nos ha quitado bastante. No tiene por qué quitarles también el futuro a millones de niños y niñas.”

The One Campaign comunicó que el 40% de los niños y niñas con mayor riesgo de haber perdido el acceso y la continuidad en su educación formal escolar pertenecía a los países del interior del África subsahariana. Las niñas están siendo las más afectadas. Se preve que 20 millones de ellas nunca regresarán a la escuela, incluso cuando el sistema educativo esté funcionando nuevamente de manera completa.

Según el informe de octubre del Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia (UNICEF), la pandemia del COVID-19 había aumentado las desigualdades  preexistentes. Aunque las tasas de alfabetización básica ya eran bajas en los países de ingresos bajos y medianos, los niños y niñas que gozaron de menor acceso a las oportunidades de aprendizaje digital mientras las aulas ‘presenciales’ se mantuvieron cerradas habían perdido en promedio en 2020 una cuarta parte de su año escolar.

En el pico de los cierres de las escuelas en abril pasado, el 94% de los alumnos y alumnas estaban fuera de las instituciones educativas al no poder asistir físicamente a ellas, según el Banco Mundial. One Campaign ha hecho un llamamiento al G-7 para que se comprometa a garantizar que 40 millones de niñas puedan ir a la escuela en 2025.

La campaña también pidió a los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20 (G-20, cuyos miembros permanentes son 19 países de todos los continentes) que apoyen a los países de ingresos más bajos y retrasen los pagos del servicio de la deuda que podrían reducir el presupuesto estatal en educación. También pidió a los países que protejan y reserven sus recursos destinados para la educación.

Informó que, a menos que se tomen medidas para proteger, unos 750 millones de niños y niñas se verán privados del aprendizaje de la lectura y escritura básica hacia 2030. “A menos que tomemos medidas urgentes, el legado de la pandemia podría ser que a más   millones de niños se les niegue la oportunidad de entender palabras en una página”, dice McNair.

Traducción de Alfredo Grieco y Bavio