Las autoridades impositivas chinas han puesto en marcha múltiples investigaciones sobre la empresa que fabrica el iPhone, meses después de que su multimillonario fundador anunciara que se presentaría a las elecciones presidenciales de Taiwán.
Foxconn se enfrenta a auditorías fiscales de sus operaciones en China, así como a investigaciones sobre el uso del suelo en dos provincias chinas, según informan los medios locales.
Se cree que las investigaciones, confirmadas por el fabricante taiwanés pero no anunciadas oficialmente por ningún departamento gubernamental chino, tienen motivaciones políticas.
El fundador de Foxconn, Terry Gou, anunció en agosto que se presentaría como candidato independiente a las elecciones presidenciales de Taiwán de 2024. Gou, un hombre de negocios devenido figura pública, dimitió del consejo de administración de la empresa días después de anunciar su candidatura electoral.
Foxconn, el mayor proveedor de iPhones de Apple, también conocido como Hon Hai Technology Group y uno de los mayores empleadores del mundo, dijo que cooperaría con las investigaciones. “El cumplimiento de la ley en todos los lugares del mundo en los que operamos es un principio fundamental de Hon Hai Technology Group. Cooperaremos activamente con las unidades pertinentes en los trabajos y operaciones relevantes”.
La noticia hizo caer las acciones de Foxconn más de un 2% el lunes. Las acciones de Apple bajaron alrededor de un 1% en las operaciones previas a la comercialización. El fabricante tecnológico estadounidense es la mayor empresa del mundo y el iPhone es su producto más importante.
Las investigaciones fiscales sobre Foxconn se producen en medio de las tensiones entre Pekín y Washington, tras una serie de medidas retaliatorias recíprocas que afectan los sectores tecnológicos de ambos países. La semana pasada, el gobierno de Joe Biden anunció planes para restringir, por motivos de seguridad, los envíos a China de los chips de inteligencia artificial más avanzados diseñados por Nvidia y otras empresas.
China también está luchando contra una ralentización de su crecimiento económico, y algunas de las mayores empresas de su asediado sector inmobiliario corren el riesgo de incumplir sus obligaciones de deuda. El lunes, el índice bursátil CSI 300, que pondera las trescientas compañías más grandes de la Bolsa de Shanghai, cayó más de un 1%, marcando su nivel más bajo desde antes de la pandemia de Covid en febrero de 2019.
También hay una tensión continua sobre la independencia de Taiwán, en la medida en que China ha prometido incorporar a Taiwán en el Estado chino, bajo lo que llama planes de “reunificación”. A pesar de la resistencia generalizada de la población taiwanesa y de sus principales partidos políticos.
China cortó las comunicaciones con Taipei en 2016 y se ha vuelto cada vez más agresiva, enviando un mayor número de barcos y aviones de guerra al espacio aéreo de Taiwán en los últimos años.
Gou aprovechó el lanzamiento de su candidatura presidencial para declarar que “llevaría 50 años de paz al estrecho de Taiwán y construiría los cimientos más profundos para la confianza mutua ambos lados del estrecho”.
También hizo comparaciones con Ucrania, invadida por Rusia a principios de 2022, y culpó al partido gobernante de la presidenta Tsai Ing-wen por la escalada de tensiones.
“Bajo el gobierno del partido Democrático Progresista en los últimos siete años más o menos, a nivel internacional, llevaron a Taiwán hacia el peligro de guerra. En el ámbito nacional, sus políticas están llenas de errores”, declaró anteriormente.
“Taiwán no debe convertirse en Ucrania y no permitiré que Taiwán se convierta en la próxima Ucrania”, añadió Gou.
Traducción: Santiago Armando