Scott Fortner, historiador de la figura de Marilyn Monroe y coleccionista de sus objetos personales, denunció en redes que el célebre vestido de la actriz, que lució Kim Kardashian en la gala MET el pasado 2 de mayo, sufrió daños.
Fortner comparó una fotografía de 2016 con otra tomada el pasado 12 de junio en la sede de Ripley’s Believe it or not!, los dueños del vestido que decidieron prestarlo a Kim Kardashian. “¿Merecía la pena?”, le preguntó el coleccionista a los propietarios.
En las imágenes publicadas se aprecia la desaparición de algunos cristales y cómo estos ya no están alineados de la misma manera que antes. La decisión y el permiso de vestir una prenda de ropa considerada histórica, fue muy criticada y se advertía que los daños podrían ser irreparables. “Las prendas históricas no deben ser usadas por nadie”, dijo el Consejo Internacional de Museos (ICOM), tras la gala.
“Modificar un vestido considerado como bien del patrimonio histórico, aunque sea temporalmente, para que lo use otra persona puede parecer inapropiado y tergiversado”, señaló a elDiario.es Corinne Thépaut-Cabasset, presidenta de ICOM para museos y colecciones de indumentaria, moda y textil.
El vestido tiene 60 años de antigüedad y Marilyn Monroe únicamente lo vistió en el acto de celebración del 45 cumpleaños del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, en el Madison Square Garden.
Ripley’s Believe it or not! es una cadena de centros que venden experiencias de entretenimiento y la diversión familiar. Operan desde 1918 con oferta de laberintos de espejos, carreras láser, parques de atracciones, campos de minigolf, parques acuáticos y de atracciones… con establecimientos por todo el mundo pero no en España.
Thépaut-Cabasset alertó sobre la notoriedad del préstamo de un vestido histórico para vestirlo y no para exponerlo, ya que puede “crear hábito en las propuestas del futuro”.