“España está a la cabeza del complot contra el Papa Francisco, un complot con un objetivo: que este Papa renuncie y desaparezca, cuanto antes mejor, y volvamos a tener una Iglesia tradicional, como Dios manda”. El periodista y escritor Vicens Lozano lleva 35 años como corresponsal en Italia y el Vaticano, configurándose como uno de los mayores expertos en Iglesia católica. Ahora publicó VaticanGate (Roca Editorial), una completa investigación que desentraña las raíces, y los protagonistas, de una red de enemigos políticos, económicos y religiosos que busca terminar con el pontificado de Jorge Bergoglio y volver a instaurar en Roma a un pontífice ultraconservador.
En su libro habla de un complot contra el Papa, organizado por muchos de los que lo eligieron hace diez años, tras la renuncia de Ratzinger. ¿Cómo es esto posible?
Cuando Bergoglio fue elegido, habían estallado tres escándalos en el Vaticano: el de la lucha de poder, las cuentas secretas del Banco Vaticano vinculadas a la mafia o al tráfico de armas, y un escándalo sexual inédito: se descubrió que en el Vaticano había un prostíbulo regentado por un mínimo de dos cardenales, frecuentado por miembros de la curia, y que el Papa Benedicto cierra de manera inmediata, igual que el Papa Francisco ha bloqueado las cuentas del Banco Vaticano vinculadas al crimen organizado.
Al Papa Francisco se le piden reformas, pero cuando empieza a hacerlas muchos cardenales que le votaron le dan la espalda. ¿Por qué? Porque les quita privilegios, les afea que vivan en palacios, o el blanqueo del dinero en las cuentas del IOR [el banco vaticano]. A partir de aquí mucha gente pasa a formar parte de las líneas de enemigos del Papa. Esto ha ido in crescendo en estos diez años.
Unos ataques que se basan en la doctrina, en cuestiones que el Papa no ha tocado, como el sacerdocio femenino o los divorciados vueltos a casar. ¿Por qué?
Los sectores más ultraconservadores y tradicionalistas disfrazan estas críticas de teológicas. Pero es que en el fondo el Papa plantea otro modelo de sociedad. Cuando Francisco critica el capitalismo salvaje, el cambio climático, cuando va a Lampedusa y reza ante el gran cementerio del Mediterráneo, está atacando un sistema, y eso no se lo perdonan. Desde 2013 se empieza a generar un movimiento de conjura que parte de los mismos que llevaron a Trump a la presidencia en Estados Unidos o Bolsonaro en Brasil... Sectores de ultraderecha a los que este Papa molesta. Es una piedra en el zapato de este proyecto de asalto a la democracia.
¿Quiénes son estos enemigos del Papa?
El gran complot lo está organizando la ultraderecha, con la construcción de un nuevo lenguaje, con nuevos conceptos. Y están triunfando: Steve Bannon, por ejemplo, es uno de los grandes asesores de este grupo de empresarios, multimillonarios norteamericanos católicos, con un poder e influencia impresionantes, y que tienen su ramificación en el Vaticano. ¿Con quiénes? Les ponemos nombres: Leo Burke, Müller, Sarah... que dan las claves de funcionamiento. Este libro se puede leer en clave de novela, aunque no hay una coma de ficción: hay un gran complot internacional contra el Papa.
¿Quién defiende al Papa?
Ha habido una gran campaña, y la gente que chilla más tiene altavoces mediáticos que recogen a quien define al Papa como hereje o comunista, pero el Papa no está solo: tiene a gente a su alrededor, tiene un consejo de cardenales, donde ahora está el cardenal Omella, hay gente que le da apoyo... Pero la pregunta es pertinente. ¿Defiende el Vaticano al Papa? Antes de Semana Santa, Francisco ingresa en la clínica Gemelli por un problema respiratorio, y la Oficina de Prensa del Vaticano siguió el proceso sin informar bien, lo que dio pie a todo tipo de rumores por grupos de ultraderecha muy bien organizados, con laboratorios repartidos por todo el mundo, también en España. Unas campañas que funcionan, y hacen que muchos piensen que el Papa tiene un cáncer terminal, que estamos en el fin del pontificado.
Tras la muerte de Benedicto XVI, ¿cree que Francisco puede acelerar las reformas en la Iglesia?
Benedicto XVI ejercía de freno ante algunos ataques de los cardenales más contrarios al Papa, que intentaron ponerle al frente de los enemigos de Francisco. Él nunca lo consintió, y fue un elemento de moderación. Para el Papa Francisco, la muerte de Benedicto significa el fin de una convivencia. Ahora creo que Francisco se siente más libre, y muchas reformas que no se atrevió a hacer, o puntualizaciones, las llevará adelante. Lo que pasa es que es todo muy lento. Cuando entras en el Vaticano tienes que dejar tu reloj fuera.
¿Ha perdido poder la Iglesia católica?
Yo creo que no. Miremos el Ibex 25, las empresas, los bancos; mirad los apellidos. Veréis nietos de ministros franquistas, gente que está dentro de la cultura católica más tradicionalista y ultraconservadora. En el mundo de la judicatura, igual. Y ahora, pensad: ¿qué ha ocurrido con la investigación de la pederastia en España? La Iglesia no ha querido colaborar con la comisión del Defensor del Pueblo, ha enviado a un gabinete de abogados, que investiguen ellos. No ha hecho como en Francia, donde se ha indagado y han salido 300.000 casos. Las víctimas están hablando de más de medio millón. No se ha investigado a fondo, no quieren colaborar. En la judicatura, la Iglesia sigue teniendo la misma impunidad.
¿Cuál es la relevancia de la Iglesia de Estados Unidos en estos ataques a Francisco?
La primera religión en EEUU es la religión católica, tiene un peso importante. Los obispos norteamericanos hicieron una apuesta en su momento por Donald Trump, que no han abandonado. Tras la victoria de Biden, curiosamente el segundo presidente católico del país, la Iglesia se opone de una manera clarísima al presidente, hasta el punto de que lo querían excomulgar. El Papa tuvo que frenar esta intención, y permitió que Nancy Pelosi pudiera comulgar en el Vaticano.
El grueso de la Iglesia estadounidense sigue apoyando Donald Trump. Muchos magnates católicos han puesto dinero para pagar las cuantiosas multas para resarcir a las víctimas de la pederastia. Pero este grupo no ha conseguido desprestigiar al Papa con este tipo de fake news: que si es comunista, que si está provocando la destrucción de la Iglesia... Si no lo consiguen así, como mínimo esperarán al próximo conclave para que el elegido no siga la filosofía del Papa actual.
Han puesto la vista en el futuro. Este complot termina organizando desde Estados Unidos, con un proyecto que se llama 'Red Hat Report', que está trabajando para elaborar dossiers de todos los cardenales que entrarán en la Capilla Sixtina cuando el Pontífice actual renuncie o muera, para intentar chantajearlos cardenales, descubriendo sus cadáveres en el armario, para que voten a quien 'deben' votar. Este asalto al Capitolio de Washington, que se hizo también miméticamente en Brasil, se puede traducir también en un asalto en el Vaticano en el futuro.
¿Y en España? En su libro entrevista a un general retirado español sobre la situación en España, que revela reuniones con grupos ultraconservadores, desde el Yunque a los Legionarios, pasando por Opus, kikos, Sodalicio, HazteOir, ACdP, Tomas Moro, Heraldos del Evangelio... Todos ellos, afirma, preocupados por el futuro de la Iglesia, y que se reúnen muy a menudo con otros sectores europeos, latinoamericanos y estadounidenses. ¿Cuál es el papel de España en este complot?
España está a la cabeza de la oposición del Papa, junto con Italia y Estados Unidos, donde están los obispos más reaccionarios del mundo católico. España es la cabeza de esta batalla, de esta guerra abierta. La tesis es que Europa vuelva a ser la Europa cristiana de antes, para que las catedrales no se conviertan en mezquitas, y para conseguir coordinar a la ultraderecha internacional. El objetivo es que este Papa renuncie y desaparezca, cuanto antes mejor, y volvamos a tener una Iglesia tradicional, como Dios manda.
JB