También llamado Transístmico por su prevista conexión con el Istmo de Tehuantepec y Guatemala, el Tren Maya - fue anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en diciembre de 2018 como un proyecto para “mejorar la calidad de vida de las personas, cuidar el ambiente y detonar el desarrollo sustentable”.
Originalmente, el tren que recorrerá la península de Yucatán de punta a punta, se extendería 1.500 kilómetros por los estados Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, todos con gran número de población indígena. Sin embargo, con el avance de la obra y debido a diferentes cambios y ajustes en la ruta, se extendió a 1.800 kilómetros con 21 estaciones y 14 paraderos.
Yucatán cuenta con una característica geográfica única por su emplazamiento en una gran plataforma de rocas calcáreas que desde hace millones de años emergió del mar Caribe . También conocida como la losa de Yucatán, tiene pocos cuerpos de agua superficiales pero abundantes ríos subterráneos y los cenotes, pozos de agua de gran profundidad, que son uno de los grandes atractivos turísticos de la zona.
En enero, científicos y exploradores submarinos que trabajan con el proyecto Gran Acuífero Maya (GAM) – cuyo propósito es comprender la historia de la antigua civilización maya de la región, su relación con el sistema acuífero y protegerlo como un recurso natural valioso- descubrieron el sistema de cuevas inundadas más largo del mundo en Quintana Roo, y una conexión entre dos de las cavernas inundadas más grandes del mundo, Sac Actun y Dos Ojos, en la ciudad costera de Tulum, famosa por sus ruinas de la civilización maya que desde el 1500 a.C abarcó parte del sur de México, Guatemala y Belice antes de la llegada española.
El proyecto del Tren Maya está planteado para el desarrollo turístico de la Península de Yucatán -la ruta del tren conectará de forma más eficiente algunos de los recursos turísticos nacionales que reciben la mayor cantidad de visitantes anuales: Cancún, Tulum, Calakmul y Chichen Itza- y también para el transporte de mercancías que se prevé de la generación de enclaves de tipo industrial con mano de obra barata para la maquila de bienes.
Sin embargo, la promoción del turismo - como en todos los países subdesarrollados- cuenta con la naturaleza y la cultura como la materia prima necesaria.
En medio del próspero desarrollo turístico – según los datos que la Secretaría de Turismo de México (SECTUR) dio a conocer en 2021 ingresaron 19.795 millones de dólares por parte de 31,9 millones de los turistas que llegaron al país, un 31,3 % más que en 2020 con las restricciones de la pandemia- el gobierno federal emprendió el megaproyecto con asistencia de iniciativa privada de capital extranjero y nacional.
La iniciativa claramente desarrollista derivada de un capitalismo de orden neoliberal inició un proceso de configuración del espacio mediante la modificación de los sistemas normativos al privatizar la tierra ejidal, los servicios básicos de salud y seguridad social.
En otros términos, se reforzó el despojo del territorio y de tierras ocupadas como bienes comunes y posterior subsunción de la población a través de su inserción en actividades económicas del sector servicios.
A lo largo de la ruta del tren se cuantificaron aproximadamente 3,000 familias viviendo sobre el derecho de vía, que con la construcción y operación del proyecto corrían riesgo, por lo que se decidió su reubicación. A pesar de que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) declaró que se entablaron conversaciones con las familias para llegar a un acuerdo, diversas comunidades aseguran que la movilización se está dando a través de desalojos forzosos.
Una de las últimas medidas tomadas para acelerar la construcción del Tren Maya, fue la emisión de una declaratoria de expropiación de 198 predios en Quintana Roo.
El tren y las comunidades amenazadas llevan el mismo nombre, como si fuera anuncio de muerte frente a la cual se reacciona: muchas de las comunidades maya ubicadas en las zonas cercanas al trazado de las vías del tren protestaron en contra de los trabajos debido al grave impacto ambiental que tendrán en las riquezas naturales cruciales para la conservación de la Selva Maya considerada el bosque tropical más grande de Latinoamérica, después del Amazonas y en donde habitan especies en peligro de extinción, como el jaguar el tapir centroamericano, el pecarí de labios blancos, entre otros.
De parte del gobierno y de quienes apoyan el megaproyecto alegando que es más sustentable y amigable que cualquier otro medio de comunicación -porque la cantidad de gases de efecto invernadero que despiden es menor que la de los autos - se ignora el valor intrínseco de la naturaleza porque se la considera sólo un recurso de explotación. En el mejor de los casos, un “capitalismo verde” como un paliativo ambiental.
Además, el Tren Maya ha puesto en riesgo los testimonios arqueológicos de gran importancia por su número y valor en esta zona de asentamientos maya. En octubre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció que se han identificado más de 25,000 monumentos arqueológicos y otros hallazgos como 500,000 tepalcates o tiestos de cerámica, además de 129 enterramientos humanos —la mayoría con ofrendas— y 835 elementos naturales asociados a contextos arqueológicos como cuevas y cenotes. Especialmente, un par de vasijas de cerámica encontradas al norte de Tenosique cerca del pueblo de Mactún. Los objetos, un cuenco y una vasija con pico, datan del inicio del Período Clásico en la historia maya, alrededor del año 250 d.C
El tren va, dice AMLO
Entre los cambios en la ruta del Tren Maya sobresale la eliminación de la estación de la capital de Campeche, que según el proyecto original sería posible llegar caminando desde la estación a la única ciudad amurallada de México. Según el oficalismo, la modificación responde al fuerte gasto que representaba construir un viaducto elevado sobre la ciudad. El hecho de no hacerlo elevado, también afecta directamente al equilibrio natural de la zona.
En Mérida para evitar problemas en la construcción y la movilidad dentro de la capital yucateca, se decidió no construir la estación La Plancha. Ahora la estación cercana a la ciudad se ubicará en la zona de la ex Hacienda de Teja.
La modificación más reciente es la de la Estación en Playa Del Carmen, corresponde al tramo 5 que inicialmente conectará a las ciudades de Cancún y Tulum en Quintana Roo, dividido en dos tramos: el Norte (de Cancún a Playa del Carmen) y el Sur (de Playa del Carmen a Tulum) y se construiría junto a la carretera existente entre ambas poblaciones en un área ya impactada. Sin embargo, las autoridades anunciaron en enero el cambio del trazado de las vías en medio de la selva, en una zona rica en cenotes y sistemas de cuevas como Sac Actún y Garra de Jaguar.
Estos cambios y el aumento en el costo de insumos como el acero, provocaron que el proyecto inicial de 98.000 millones de pesos se encarezca más de 74 mil millones de pesos, por lo que su inversión calculada es de 230 mil millones de pesos, es decir, 47% más de lo planteado en el «análisis costo-beneficio» del proyecto, en el cual, el gobierno aseguraba que el precio sería de 156 mil millones de pesos con IVA incluido.
La modificación del trayecto de Tramo 5 se hizo pasados 11 meses de obras y ya se habían talado más de 20,000 árboles en la otra zona. En 2018, el Gobierno Federal prometió que con la construcción del Tren Maya no se tiraría ningún árbol y que por el contrario reforestarían la región. Sin embargo, según los datos de Global Forest Watch a partir de 2018, se incrementó la pérdida de cobertura arbórea en los estados por donde pasará el tren.
Numerosas protestas y decenas de demandas y amparos se interpusieron para suspender los trabajos del megaproyecto que recibió fuertes y sostenidas críticas, entre otras por carecer de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA): un requisito fundamental para emprender construcciones que alterarán grandes franjas de territorio y ecosistemas en el país. El pasado mes de abril, las Secretarías De Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y de la Defensa Nacional (SEDENA) reconocieron que cuatro de los siete tramos que comprenden el proyecto de construcción del Tren Maya no cuentan con esa exigencia y a pesar de esto siguieron adelante con los trabajos con permisos provisionales.
De manera particular, el Tramo 5 recibió una serie de fuertes críticas no solo por parte de activistas, ambientalistas y académicos, sino que también diferentes personalidades del mundo del espectáculo. A través de la campaña “Sélvame del Tren”, un grupo de famosos (entre ellos Eugenio Derbez, Kate del Castillo, Natalia Lafourcade, Omar Chaparro, Ana Claudia Talancón, Rubén Albarrán y Bárbara Mori, entre otros ) difundieron un video en redes sociales en el que señalaban que el Tramo 5 Sur destruiría el sistema de ríos subterráneos que se encuentra en la zona y afectaría a la flora y fauna de la región.
El día 3, un juez de Quintana Roo ordenó que se “suspenda o paralice” la construcción del Tramo 5. La decisión se sumó a la del Juzgado Primero de Distrito de Mérida, Yucatán, del 18 de abril, que en respuesta a la demanda de amparo interpuesta por la Asociación Civil “Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano” (DMAS), había ordenado la suspensión bajo el argumento de violar los artículos 14 y 16 constitucionales, referidos al cumplimiento del debido proceso, así como el 4, a un medio ambiente sano.
Aún queda pendiente que el juzgado determine si dará o no una suspensión definitiva en la audiencia diferida hasta el próximo 27 de mayo.2:26
Ante los fallos legales, el gobierno de AMLO respondió con diversas estrategias como declarar a las obras de infraestructura más emblemáticas de su gestión —el aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería de Dos Bocas y el mismo Tren Maya— de “interés público y de seguridad nacional”, pata evitar que sean suspendidas por los amparos y otros procesos jurídicos.
“Vamos a enfrentar a estos grupos de intereses creados a sus voceros y achichincles, pero el tren va (...) Ese acuerdo está validado por la autoridad judicial, por la Suprema Corte, es legal”, dijo el primer mandatario durante su comunicación matutina del 4 de mayo.
En su conferencia del 11 de mayo, AMLO se refirió a los costos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles que dejó para el gobierno un saldo favorable. “Deberían de estar contentísimos, todos, pues de ese ahorro estamos financiando la mitad del Tren Maya, sin deuda, hecho por mexicanos…. Esta es una de las obras más importantes que se ha construido en el mundo en los últimos tiempos. Ah, pero la zopilotada se ha encargado —o quieren menospreciar— lo hecho por los mexicanos, por todos, porque es una actitud muy mezquina”, concluyó el presidente.
AGB