El Papa Francisco aterrizó este viernes en Bagdad, punto de partida de su visita a Irak, la primera de un Papa al país del suroeste asiático, y primer desplazamiento del Pontífice al extranjero desde el inicio de la pandemia de coronavirus en 2019.
“Estoy contento de retomar los viajes” después de 15 meses sin realizar desplazamientos, dijo Francisco en el avión al salir de Roma. Al pie de la aeronave lo esperaba en Bagdad el primer ministro iraquí, Mustafah Al Kadhemi. “Este viaje emblemático es también un deber hacia esta tierra mártir desde hace tantos años”, agregó el papa argentino antes de aterrizar.
Durante esta visita de cuatro días por varias ciudades , el Papa estará solo en las carreteras arregladas para esta ocasión debido a un confinamiento total decretado en el país donde el número de casos ha batido esta semana un récord desde el inicio de la pandemia de Covid-19, con más de 5.000 contagiados diarios.
Iniciará en vehículo blindado un viaje sin gente, “virtual” para los iraquíes que lo seguirán por televisión, y principalmente por aire. El helicóptero sobrevolará a veces zonas donde se esconden todavía yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
Las etapas en las cuatro esquinas del país reunirán solo a unos centenares de personas, con excepción de la misa del domingo en el estadio de Erbil, en el Kurdistán, en la que participarán varios miles de fieles que han reservado su plaza con antelación.
NB con información de agencias.