MEC: El podcast pasado hablamos de un área de conflicto internacional y en este podcast podemos hablar de otro espacio de conflicto, en este caso, nacional, ya que el 1 de marzo fue la Asamblea Legislativa, o sea, una sesión especial con las dos cámaras del Congreso presentes, Senado y Cámara de Diputados, y el tradicional discurso del presidente, en este caso el presidente Alberto Fernández, con la apertura de período de sesiones ordinarias de este año. ¿Cuál fue tu evaluación así rápidamente?
AM: La primera es que fueron trifulcas, escaramuzas importantes en el Gobierno y en la oposición, pero bastante menos sangrientas que el conflicto al que nos referimos dos semanas antes. Y fijate que en ese momento aún no habían iniciado los bombardeos. Lo que vemos en el Congreso es que hay francotiradores, más que bombardeos. Pero me parece importante, vos preguntabas, sacar la conclusión de lo que dejó la apertura. Y creo que vamos a hablar un poco del discurso, pero me interesa más que el título de las noticias era la audiencia. Quién estuvo, quién fue y quién se retiró. Lo que dijo el presidente pasó a un segundo plano, al contrario de lo que pasó al mismo tiempo en EEUU cuando Biden hacía su discurso sobre el estado de la Unión. Y acá me interesa destacar esto porque creo que los dos coincidimos en que en Argentina se produce la unión cuando hay una crisis. Es un país en el que la democracia reacciona bien ante las crisis. Y en este caso no se está produciendo unión. Mi hipótesis es que porque no hay consciencia de crisis. Pero, entonces, ¿te describo lo que veo? Fractura del Gobierno, no es ningún secreto. Está expuesta. No solo Máximo Kirchner renuncia a la presidencia del bloque, sino que falta a la apertura de sesiones. Y en la oposición puede parecer más suave o más atenuado pero hubo un corte abrupto y además fue partidario. No fue entre halcones y palomas. Fue entre el PRO y los demás. El PRO limpito se levantaron y se fueron, incluyendo a Larreta, que es gobernante, no legislador, y todos los demás se quedaron, prácticamente sin excepciones. Creo que es la primera vez que se produce un corte así tan nítido entre los partidos de Juntos por el Cambio, que no es entre aquellos que están a la derecha y aquellos que están a la izquierda, entre duros y blandos. Es entre partidos políticos. Es una institucionalización de la división.
MEC: Sí, yo pensaba algo muy similar, en el sentido de que es la primera vez que vemos tensiones así tan abiertas en los dos bloques, o sea, en el Frente de Todos y en Juntos por el Cambio. Es cierto que estas tensiones ya habían aparecido de manera mucho más abierta en el Frente de Todos con las cartas públicas de Cristina Fernández y las renuncias que finalmente fueron abortivas por decirlo así de ministros como Wado de Pedro, es decir, de ministros cercanos a La Cámpora, hasta ahora no se habían exteriorizado tan fuertemente en el ámbito del Congreso. La otra cosa interesante que vos marcás, vos decís: bueno, el primer dato sobre el que tenemos hablar es sobre lo que pasó en el Congreso, pero no de las palabras del presidente. Y esto es interesante también porque a mí me da la sensación de que estas rupturas fueron independientes del contenido del discurso. Es decir, es difícil imaginar qué podría haber dicho Alberto Fernández que no hubiera hecho que se manifestaran estas rupturas. De hecho, Máximo Kirchner ni siquiera fue a la sesión. Pero adentro del bloque de Juntos por el Cambio sabemos porque lo dijeron periodistas y porque estaba circulando que ya estaba medio tomada la decisión de irse. Entonces me parece que acá se puede ver una cierta impotencia de la política en un cierto sentido porque es difícil pensar... Hoy por hoy yo creo que el presidente tiene muy pocas alternativas que uno podría pensar que sinteticen estas divisiones. No sé si se entiende lo que quiero decir.
AM: Yo me pregunto cuál es el legado que espera dejar este Gobierno cuando termine el mandato dentro de dos años.
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Transcripción parcial de la conversación
AM/MEC