Mi estado de gorda en estado de alerta advierte que el 2023, que venía en automático a la hora de escribir esta columna, debe ser modificado. Un mood nuevo que lo marca apenas un dígito, el 4 que reemplaza al 3 con el que conviví los 365 días del año pasado, la convención que seguí sin inmutarme. ¿Sin inmutarme? ¿Existirá esa condición en lo vivo? Inmutarse, no cambiar, permanecer igual. Mutatis mutandis, en latín: cambiando lo que se deba cambiar. En eso estamos les argentines, sometides a cambios que ¿elegimos?
No está ocurriendo. No siempre los cambios son necesariamente bienvenidos. Los que debían surgir de quienes representan a la mayoría electoral no van contra la casta (el ajuste no lo está pagando la política) ningún funcionario suleysta, del Ejecutivo, se cortó un brazo (aunque sí aumentaron los impuestos, contra lo que prometió JM en los debates televisivos de campaña) ni quedaron fijas las tarifas. La quita de subsidios tiene música del charlygarciano “Nos siguen pegando abajo”.
Mientras cierro esta columna contrarreloj, una noticia me llena de tristeza. Tigra, la gata con la que conviví durante dieciocho años, se está despidiendo. No es un adiós abrupto. El tránsito de un ciclo a otro, de la vida a la mortalidad, es suave. Muy distinto de lo abrupto de la alianza entre LLA y J x el C, en el gobierno desde hace unas semanas. La felina que me descubrió un sentimiento desconocido, la que en mi bio le dio carnadura a la chacarera gatuna de María Elena Walsh “dando muchas volteretas, miau, miau, miau, miau, Michi, michi miau”, la morronga adorada por mis hijes, hoy adelgaza sin remedio la pequeña alegría doméstica.
No sólo las, les y los gordxs venimos golpeados, las diversidades, las minorías vulnerables, quienes no se sienten expresados por ciertas dirigencias sufren. También, los animales. Es que el dolor es parte de la existencia, aunque hay determinadas situaciones sociopolíticas, contextos económicos, y experiencias personales que propician el padecimiento de los cuerpos, o banalizan la maldad, lo que redunda en un mal-estar general.
Le consulto a Patricia Aschieri, antropóloga, bailarina y astróloga, cómo será el clima de este año según la posición de los astros. No soy muy fan de ese saber, pero tampoco una creyente absoluta en la ciencia de Occidente. Me dice: “En los últimos años, la astrología se ha convertido en un novedoso viejo recurso de muches. Algunes lo utilizan como una forma de autoconocimiento, otres lo ven como una forma posible para subvertir cierta categorías sociales de opresión, por ejemplo, las relaciones de género. Hay quienes sólo se acercan desde su costado predictivo más tradicional para enterarse cómo les irá en el amor o con el dinero, o cuando es el mejor momento para hacer una mudanza o cambiar un trabajo”.
Más allá de esas diferencias, se trata de intentar tener una información que permita darnos alivio, seguridad en un mundo de incertezas, donde es imposible controlar el destino. “La astrología -continúa Aschieri, quien también es investigadora en el Instituto de Artes del Espectáculo- estalla en la actualidad como un marco interpretativo que permite resistir, a partir de incorporar un mundo simbólico y mítico, la racionalidad instrumental en la que nos sumerge la etapa actual del neoliberalismo”. Ese juego de saberes multiplica asociaciones, intuiciones sensaciones que colaboran para que el pensamiento opresor no sea el único, para que la relación causa-efecto no impere como un autoritarismo.
La astrología nos proporciona un lenguaje holístico que tiene el potencial de expandir nuestra percepción y transformar-nos en este mundo que cada vez nos resulta más inaprensible. “Jung diría que viene a compensar un espíritu de época, un espíritu que insiste en cultivar la productividad alienante y el dualismo que profundiza la distancia con nuestro mundo imaginal e inconsciente”.
Ahora bien, si admitimos el consabido dicho que dice que “como es arriba es abajo”, es decir, que las energías que están presentes en el cielo tienen alguna relevancia para nuestra actividad y nuestro desarrollo cotidiano, la astrología puede dar algunas pistas para conocer aquellas vibraciones con las que nos tendremos que ver este 2024.
“Claro que no hay que ser astrólogue para intuir que para Argentina será (ya está siendo) convulsionado. Pero podemos prepararnos un poco mejor si sabemos algunas posibles consecuencias de las configuraciones que se vienen. Siempre prefiero destacar aquello que ofrece una perspectiva optimista. En esta dirección podemos esperar un año en que el ascendente libriano de nuestro país tendrá la oportunidad de explorar en la experiencia de las negociaciones y de los acuerdos pero que tendrá que cuidarse muchísimo de las radicalizaciones plutonianas que profundicen posturas y actitudes controladoras”. Por eso, es imprescindible el cuidado y el autocuidado. Los cuerpos, las casas que habitamos, requieren de nuestra atención y afecto.
¿Cuáles son las tendencias para cada signo solar o ascendente?
Para Aries será un año ideal para conectar con su lado tal vez menos conocido, con su mundo interior y espiritual.
Para Tauro será un año de crecimientos y de algunas sorpresas. Podés ser optimista y proponerte objetivos importantes.
Para Géminis será un tiempo en el que deberán atender a su capacidad de focalizar y concentrarse y revisar su modalidad comunicativa. Es un año de cierres de ciclo y de apertura para encarar nuevos horizontes
Los Cáncer podrán ser conscientes del momento vital en el que se encuentran, explorar sus aspectos negados y desde allí, desplegarse.
Los leoninos podrán confiar y no permitir interposiciones en sus proyectos. Aunque también será un año para revisar sus amores y situaciones de pareja.
Para Virgo, 2024 deberá atender a sus hábitos y prepararse para cambios importantes y tal vez inesperados. Podrás expandir el alcance de tus metas.
Para Libra es un tiempo de exploración y creatividad. Deberá, también, ocuparse de su situación material.
Para Escorpio, será un año con cambios importantes respecto de la configuración o asuntos de su hogar. Serán tiempos de compromisos.
Sagitario tendrá transformaciones en su entorno, Podrá cambiar su lugar de residencia, sus amigues, sus relaciones. Deben trabajar en sí mismos para acompañar las modificaciones.
Lxs Capricornio tendrán la tendencia a relajarse un poco de sus rutinas y obligaciones para darle lugar al amor
Acuario. Plutón entra en su signo y comienza una importante y larga etapa de profundas transformaciones. Este año te propone comenzar a entender de que se trataran
Para lxs Piscis será un año en que deberás animarte a correr riesgos. Un año en el que sus nativos sentirán que la energía se renueva“.
Las tendencias aquí descriptas son muy sintéticas y generales. Marcan una dirección que cada une puede atender con sutileza, empujar y profundizar. O descartar, si no hay resonancia. Por lo pronto, le damos la bienvenida al nuevo año solar. Y aunque los Reyes Magos son, suponemos, parte de una tradición literaria, siempre estamos dispuestes a abrazar con nuestres cuerpos y cuerpas el ejercicio lúdico del arte, las ideas y la escritura.
LH